La danza de la realidad (Chile-Francia, 2013).
Dirección y guión: Alejandro Jodorowsky.
Intérpretes: Brontis Jodorowsky, Pamela Flores, Jeremías Herskovits, Alejandro Jodorowsky, Bastian Bodenhöfer, Andrés Cox, Adán Jodorowsky, Cristóbal Jodorowsky.
Música original: Adán Jodorowsky.
Fotografía: Jean-Marie Dreujou.
Montaje: Maryline Monthieux.
Idioma: Español.
Duración: 130 minutos.
La inocencia no es infantil
Por Luis López
El retorno autobiográfico a la niñez de Alejandro Jodorowsky es un derroche de imaginación que narra sus peripecias en Tocopilla, pueblo del desierto chileno donde nació y creció, desde un punto de vista tanto infantil como adulto. Este último ejerce de narrador entremezclado con su “yo niño” en los hitos más impactantes para remarcar o arrojar una reflexión sobre los hechos.
La rica carga simbólica del guión convierte La danza de la realidad en un complejo poema donde el significado de la imagen remite a un cosmos evocador y con voz propia. Quizá la cualidad más loable de su cine sea la de tender puentes desde metáforas individuales que lo trascienden, para trasladar un mensaje más universal de lugares comunes a todos los seres.
La fuerza de los acontecimientos que hacen evolucionar el conflicto de la película no reside tanto en la lógica causa-efecto como en la capacidad posibilista y creadora de la imaginación. Premisa- la psicomagia- del cine y de toda manifestación artística del chileno que genera tanto adeptos como detractores con igual pujanza. Si toda energía ejerce una influencia siendo un detonante para modificar la realidad, La danza de la realidad es un ejercicio literal de este principio. Por tanto la canalización del inconsciente cobra un papel predominante en el subtexto del film. Y la metáfora es la única respuesta para sacudir los sentidos embotados ofreciendo una alternativa en un mundo prosaico. Quizá no haya más respuesta a los misterios de la vida que la poesía. ¿Cómo explicar si no el mundo entero y sus contradicciones a la vez? Pues eso, Jodorowsky.