A million ways to die in the west (USA, 2014)
Dirección: Seth MacFarlane.
Intérpretes: Seth MacFarlane, Charlize Theron, Liam Neeson, Giovanni Ribisi, Sarah Silverman, Neil Patrick Harris, Amanda Seyfried.
Guión: Seth MacFarlane, Alec Sulkin, Wellesley Wild.
Música original: Joel McNeely.
Fotografía: Michael Barrett.
Montaje: Jeff Freeman.
Idioma: Inglés.
Duración: 116 minutos.
100% MacFarlane
Por David Sancho
La nueva película de Seth MacFarlane nos cuenta la historia de un nerd propio de nuestro tiempo que habita en el lejano oeste. Se trata de un personaje cobarde que posee cualidades aparentemente poco útiles para el tiempo en el que le ha tocado vivir. Su cobardía le sirve como herramienta para asegurar su supervivencia en un medio hostil, pero también le lleva a perder a su novia y a tener que recurrir a una misteriosa mujer que aparece en su vida, y de la que poco sabe, para tratar de recuperarla.
No hay ningún género cinematográfico tan subjetivo como la comedia. Lo que a unos nos hace reír, a otros posiblemente les genere indiferencia. Pero por supuesto hay un tipo de comedia en el que convergen un mayor número de espectadores, el terreno de la comedia directa, sencilla, sin florituras, con numerosos chistes visuales, comedia física, referencias sexuales y escatológicas y escasa doble lectura. Un tipo de comedia altamente efectiva pero fácilmente olvidable.
Si eres fan de MacFarlane lo normal es que te lo pases pipa con la película. Lo cierto es que el director se esfuerza en mantener el ritmo y no dejar que pasen más de un par de minutos sin introducir algún chiste, algo que se agradece. La película no se hace larga gracias a ello y a un reparto lleno de caras conocidas a las que hay que unir buen número de cameos, algunos de ellos tal vez poco reconocibles para el público español.
Pero si no te convence su estilo puede ser que lo pases muy mal. La película es demasiado fácil, todos los chistes demasiado obvios e incluso alguno podría llegar a decir que de mal gusto, aunque no seré yo el que lo haga. Un exceso de caca-culo-pedo-pis que a mí, personalmente, me generó un tremendo hastío, además de la sensación de que su interesante punto de partida podía haber dado para muchísimo más.
Posiblemente el mayor fallo de la película radique en la elección del propio MacFarlane como protagonista de la misma, ya que muestra una ausencia total de carisma. Todo lo contrario que Charlize Theron, siempre excelente en papeles cómicos y, además, más guapa que nunca. Los secundarios y los cameos mantienen la película, y eso es algo que el bueno de Seth debería tener en cuenta para su propio proyecto y limitarse a la dirección y escritura.
Las cifras de la película en Estados Unidos has estado lejos de lo esperado, pero aun así va a resultar un proyecto altamente rentable, especialmente para el propio MacFarlane, el cual puede seguir reafirmándose en su estilo como mecanismo infalible para generar dinero. Si la película gusta y la gente la disfruta… pues que siga a lo suyo.
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