Nacida en Matadepera (Barcelona) en 1982, los primeros años de su carrera transcurrieron entre pequeños papeles para cine y televisión, apareciendo brevemente en películas como El perfume (2006), Pactar con el gato (2007) o La habitación de Fermat (2007). Aparte de alguna que otra TV-Movie, su primer papel relevante lo tuvo en la serie Un golpe de suerte (2009). Mismo año en el que participa en la coproducción de terror Zone of the Dead, o protagoniza el drama lésbico Eloïse. En 2011 emprende una exótica aventura, rodando Sólo se vive una vez, film de Bollywood que consiguió un gran éxito en la India. Desde entonces, destacan sus participaciones en dos filmes de género como Insensibles (2012) y Panzer Chocolate (2013). Ahora llega como protagonista de Sapos y culebras, una película que nos habla de la crisis a través de su personaje; una niña de papá que lo ha perdido todo.
Por Manuel Barrero Iglesias
-¿Por qué decidió aceptar el papel? ¿Qué aspectos de su personaje o de la producción le llamaron más la atención?
Me gustaba el personaje y la historia que se contaba.
-Su personaje es muy exigente, sobre todo a nivel emocional, ¿cómo trabajó la evolución del mismo?
Intentando escuchar las necesidades de Rebeca en cada momento y estar con los otros personajes.
-Rebeca se convierte en víctima de un sistema injusto del que previamente se había aprovechado, ¿cree que la inconsciencia de las rebecas del mundo hace incluso más daño que el provocado por los depredadores?
El saber y hacer como si nada es estar haciendo daño también. La inconsciencia, no sé. Si uno realmente no sabe. Y Rebeca es una chica que ha vivido muy cómodamente hasta ese momento, sin preguntarse nunca nada, porque no tenía ninguna necesidad. En el fondo, Rebeca quiere formar parte de todo aquello porque la mantenía en un muy buen lugar social para ella y quiere conseguirlo otra vez a toda costa.
-Esta es una película sobre la crisis. Y la crisis también ha afectado a la producción cinematográfica. Usted ha trabajado en varias producciones de bajo presupuesto, ¿cómo es para el actor trabajar con sistemas de producción precarios?
Te adaptas a lo que hay en cada momento. Lo importante es la historia que se quiere contar y que llegue al espectador. Si eso al final puede llegar de alguna forma, yo me quedo satisfecha, haya mucho dinero o menos.
-No me puedo resistir a preguntarle por su experiencia en Bollywood. ¿Cómo fue? ¿No ha surgido la posibilidad de volver a rodar allí?
Fue una experiencia maravillosa en la que aún guardo relación con algunas personas que conocí ahí. Poder rodar en otro país que no sea el tuyo es un plus de aventura y para mí fue precioso, pero no me imagino instalando en Mumbai, aprender el idioma y todo lo que conlleva irme tan lejos por ahora.
-Ha aparecido en bastantes películas de terror. Eskalofrío, Zone of the Dead, Insensibles, Panzer Chocolate... ¿se siente cómoda en el cine de género? ¿Es fan de este tipo de películas?
La verdad es que no me había dado cuenta. No soy fan de las películas de terror, pero sí que me gusta verlas y también trabajar en ellas. Como en otros tipos de género.
-En este trabajo, ¿cómo ha llevado la responsabilidad de ser la intérprete que lleva el peso de la película?
Es una presión más, claro. Pero cuando estaba rodando no tenía tan presente que el peso recaía en mi. Quería vivir a través de Rebeca lo mejor que podía, y esos nervios que podía sentir en algún momento intentaba aprovecharlos para Rebeca.
-¿Dónde podremos ver próximamente a Ariadna Cabrol?
Se estrenó hace poco en internet un documental sobre el Primavera Sound que se rodó en dos años y en el que participé. Y estoy pendiente del estreno de "Sacramento" de Carlos Cañeque.
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