The
Amazing Spider-Man 2 (Estados Unidos, 2014).
Dirección:
Marc Webb.
Intérpretes:
Andrew Garfield, Emma, Jamie Foxx, Dane DeHaan, Colm Feore.
Guión:
Alek Kurtzman, Roberto Orci, Jeff Pinkner.
Música original:
Johnny Marr, Pharrell Williams, Hans Zimmer.
Fotografía:
Daniel Mindel.
Montaje:
Pietro Scalia.
Idioma:
Inglés.
Duración: 142
minutos.
Destellos de Spider-Man
Por
M. Lofish
Tras una decepcionante e
insulsa primera entrega, con The Amazing
Spider-Man 2 parece que se recupera el norte con sustanciales mejoras
respecto a su predecesora. El personaje de Spider-Man está mucho
más cómodo en sus mallas y por fin se le representa como el bromista que es,
corrigiendo así una de las principales carencias que tenía esta nueva versión.
Porque Spider-Man sin su sentido del humor al enfrentarse a sus enemigos, no es
Spider-Man.
Mejor construida
argumentalmente y sobre todo sin los sinsentidos y trampas que plagaban la
anterior. La vida privada de Peter sigue siendo un aspecto
central de la trama, y sigue siendo bastante soporífero, pero por lo menos poco
a poco se atisba que se va centrando y madurando. Se resuelven los cabos
sueltos que se dejaron pendientes; todo ello bastante equilibrado con la
aparición de múltiples villanos emblemáticos sin desmerecer demasiado la
historia e importancia de cada uno de ellos. Además, el nuevo equipo de
guionistas Alex Kurtzman & Roberto Orci & Jeff Pinkner (Star Trek, Transformers, Alias, Fringe (al límite)), como ya hacían en Fringe, se aprovechan de que personajes
principales sean científicos - el propio Peter Parker, Gwen Stacy o Electro –
para usar de manera práctica y sencilla sus conocimientos a la hora de
enfrentarse a sus enemigos enriqueciendo la acción.
A la hora de retratar a los
villanos, en el intento de que fueran lo más caricaturescos posibles, terminan
por ser ridículos, especialmente Max Dillon (Jamie Foxx) que
antes de convertirse en Electro se pasa de friki y el Dr. Kafka (Marton Csokas)
de histriónico. Unos personajes tan desmedidos llamarían la atención en
cualquier parte, pero dado el tono más moderno y “realista” que se pretende
para este reboot quedan un poco fuera de lugar. Por su parte, Dane DeHaan sí
consigue un Harry Osborn obcecado, vengativo y lleno de ira que atrapa al
espectador, pero al convertirse en Duende Verde por desgracia comienza a pecar
de lo mismo que sus siniestros compañeros.
A pesar de las mejoras, el
resultado sigue dejando bastante indiferente; todo el drama y la acción de
nuevo no consiguen emocionar. Parece que a la saga le
está costando arrancar pero va por el buen camino, son muchas las promesas que
se dejan entrever, apariciones breves de personajes que los seguidores del
cómic saben que tienen una historia detrás y referencias a otros cuantos. ¿Está
lo mejor aún por venir? En la próxima entrega comprobaremos si a la tercera va
la vencida.
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