Social Icons

jueves, 24 de abril de 2014

Atlántida Film Fest: Soldate Jeannette

6/10
Soldate Jeannette (Austria, 2013).
Dirección y guión: Daniel Hoesl.
Intérpretes: Johanna Orsini-Rosenberg, Christina Reichsthaler, Josef Kleindienst, Aurelia Burckhardt, Julia Schranz.
Música original: Bettina Köster.
Fotografia: Gerald Kerkletz.
Montaje: Natalie Schwager.
Idioma: Alemán, francés.
Duración: 80 minutos.


Una creación falta de pasión

Por Tamara Gorines de Pablos



El cometido del cine no es contar de otro modo lo que otras artes ya han hecho sino en contar otra cosa con sus propios medios”.

Eric Rohmer

El hastío vital que anega a los personajes no es un tema nuevo para la narrativa cinematográfica. En la extraordinaria Belle de Jour de Luis Buñuel, veíamos en Sévérine la curiosidad y fascinación hacia un mundo oculto y prohibido, que llevados por el aburrimiento vital y un vacío existencial, la descubrían revelándose contra las normas implícitas de una sociedad pudiente, castigada por la apariencia y rendida ante el dinero. Los códigos que funcionan en Sévérine y Fanni -protagonista de esta película- de repente se hacen bastante semejantes respecto al descontento con la vida que llevan, si bien cada una acaba eligiendo para sí un modo de vida distinto.
El silencio simbólico y la frialdad que tiñen las imágenes son algunos de los referentes para contar esta historia. Ni los diálogos, ni tan siquiera el resultado visual, pretenden ser los ejes de comprensión únicos que faciliten la lectura crítica y analítica; muy al contrario, hay espacio para el espectador, para su intervención sobre lo que está viendo. El filme le da la oportunidad de poder cambiar la actitud pasiva frente a lo que ve en aquellas otras cintas que no requieren otra disposición más que sentarse y mirar lo que pasa en la pantalla. La historia está construida de manera que obliga al público a hacer su parte, a interpretar y extraer sus propias conclusiones respecto al punto de partida de lo que cuenta. Y aunque muy poco es lo que se nos deja saber sobre las intérpretes, ya al comienzo de la película se muestra el rechazo que enfrenta al personaje principal con su hasta entonces vida. A pesar de esto, e incluso sin importar demasiado dónde empieza todo y de qué modo, hay un cierto hieratismo intrínseco y contenido en la puesta en escena que no facilita la implicación total con la historia. Toca el intelecto, la razón, sí, ¿pero eso es suficiente? Parece que no, porque se vuelve fallida al intentar provocar emociones.

Sin apenas montaje, con una actividad narrativa que discurre sin demasiados cortes y especialmente entre planos medios fijos, la historia transcurre a través de un discurso audiovisual que tiende hacia lo poético en momentos como la entrada en escena de Juana de Arco de Carl Theodor Dreyer que es proyectada en un cine, o con la música que explica aspectos que no se pueden ver. Estos aspectos convierten a esta obra en un ejercicio contemplativo y reflexivo a la vez, un auténtico tour de force si se tiene en cuenta lo digeridas que se nos presentan a menudo las historias.

Una propuesta interesante pero quizá sea demasiada la distancia que firma el realizador respecto a la historia que cuenta. Ofrece la oportunidad de acceder a dos mundos aparentemente distintos, los que viven sus personajes, que quedan sin embargo unidos por el sabor del malestar, y esto no hace sino dejar una sensación de tibieza por la manera en que está planteada la historia. Nos introduce en cuestiones humanas de gran relieve: el cansancio y angustia vitales, la soledad, la reformulación de los principios que rigen nuestras vidas cuando éstos se frustran, o se hace necesario simplemente cambiarlos. Pero hay algo importante en lo que no se detiene, y es en tratar de abarcar el mundo afectivo; el resultado es que deja a las emociones desatendidas, o al menos apartadas de cualquier posible representación. Esta incomunicación, que debería ser siempre salvable, entre la mera creación artística a partir de un material cualquiera, y el interés por humanizar la historia hasta casi hacer desaparecer la barrera inevitable que en este caso marca la pantalla, es la que se encarga de filtrar esa sensación de enfriamiento casi desde los primeros momentos del visionado


No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates