"Un actor que no hace teatro no es un actor"
A
los trece años decidió que quería ser actriz, y desde entonces no
ha parado de formarse para lograr su sueño. Tras algunas apariciones
esporádicas en series de televisión, el pasado año irrumpió con
fuerza gracias a su personaje en La gran familia española,
donde protagonizaba algunos de los momentos más divertidos. Con solo
dieciocho años Arancha Martí se ha convertido en un nombre a
seguir, gracias a su frescura y naturalidad. Ahora mismo, la podemos
ver en la serie Ciega a citas, donde interpreta a la hermana
de la protagonista.
Por Manuel Barrero Iglesias
Fotografías: Jesús Perujo
-Siempre
has dicho que decidiste ser actriz un día al salir de ver una
película, ¿recuerdas cuál fue?
Sí,
fue Mamma Mia. No por la película en sí. El detonante creo
que fue Meryl Streep. Yo había visto más cine de ella, pero ahí
realmente empecé a tomar conciencia de lo que eran los actores.
Tenía trece años cuando vi esa película, y me quedé admirando a
Meryl. Tanto, que dije de repente: “Mamá, quiero ser actriz”.
-Si
no me equivoco, ya entonces entraste en la escuela de Cristina Rota.
Con esa edad supongo que debes tener un gran apoyo en tu familia, si
no es imposible.
Pues
mi madre estuvo una temporada pensando que era una moda pasajera que
se me había metido en la cabeza. Yo había trabajado de pequeña en
moda, y lo dejé porque me daba muchísima vergüenza. Entonces le
pareció muy raro y pensó que era una cosa pasajera. Cuando vio que
me lo quería tomar en serio, y que yo misma me movía para buscar
escuelas, ya me empezó a apoyar. Y fue ella la que me dijo que
fuéramos a Cristina Rota, porque ella estudió allí cuando era más
joven.
Lo
que más me gusta es cuando estás haciendo una escena y realmente
conectas del todo, no se puede explicar lo que sientes. Esa cosa como
mágica de alejarse completamente de uno mismo y ser completamente el
personaje creo que le pasa a un actor el 20% de las veces que haces
una escena. Creo que eso es lo más maravilloso.
-En
La gran familia española hemos descubierto que eres una excelente
cómica. ¿Es algo que siempre te ha gustado o eras más de drama?
Las
dos cosas me gustan mucho. Por hacer un drama no tienes que sufrir
como actor. Para eso está esa cosa de jugar, y de que no sufres tú,
sino jugar a sufrir. A mí me resulta más fácil interpretar un
drama, porque creo que es mucho más fácil hacer llorar que hacer
reír realmente bien. Y mi faceta cómica la he descubierto con
Daniel. Todo lo que había hecho antes no se parecía para nada a la
comedia, ni siquiera en la escuela. Lo descubrí con él, y creo que
Daniel tiene mucho que ver en que yo haga gracia en la película.
-Me
gustaría que nos hablaras de la forma de dirigir que tiene Daniel
Sánchez Arévalo, especialmente con los actores.
Dirige
de una manera en que parece que todo es fácil. Desde el momento en
el que nos dijo que estábamos en la película, empezamos a ensayar.
Íbamos a su casa, y allí hacíamos ensayos, pero no del texto. Él
nos decía que nos leyéramos tal secuencia, pero sin estudiarla. Y
sobre esa escena, improvisábamos Hacíamos muchísimas
improvisaciones y cosas de creación de personajes. A raíz de los
ensayos creamos esa química entre nosotros tres, y también con
Daniel. Luego en el rodaje es una auténtica maravilla. Más no te
puede cuidar. Parece que tiene un sexto sentido con el que entiende
lo que le pasa al actor en cada momento. Te da indicaciones sin que
parezca que te las está dando, sin imponerte absolutamente nada. Es
un director muy intuitivo y conoce muy bien a sus actores.
-Y
a ti cómo te gusta preparar tus personajes. ¿Eres muy de método o
más intuitiva?
Soy
más intuitiva. Es verdad que vengo de una escuela de método, pero a
la hora de estudiar un texto no lo aplico. He cogido algunas cosas de
la escuela, y otras no. Lo que sí hago cuando cojo un texto es,
sobre todo, marcar intenciones. Te suelen dar información sobre tu
personaje, pero si no lo hacen, yo misma me invento su vida para
tener algo y llevar una propuesta. Que luego puede ser válida o no,
pero se intenta.
-Volviendo
al rodaje, se nota que hubo muy buen rollo entre todos. Que exista
ese buen ambiente, ¿influye para que la película sea buena o no
tiene nada que ver? Porque luego hay grandes películas que fueron un
infierno en el rodaje. Aunque quizás en esta película que es muy de
actores...
No
ayuda a que la película sea buena o mala, pero sí en las
interpretaciones. Es verdad que hay grandes películas en las que los
dos protagonistas se llevaban a matar, y luego ves una complicidad y
una química...pero bueno, ahí entra el trabajo del actor. Pero si
hay buen rollo, es mucho más fácil trabajar. Te sientes mucho más
cómodo, que es lo importante. Y sobre todo nosotros tres, que
acabamos de empezar. De repente, llegamos ahí con actores y un
director tan grandes...actores a los que yo he admirado. Incluso
confesaré que he pedido una foto por la calle a varios de ellos
cuando me los he encontrado. De repente trabajar con ellos es un
shock, lo que hace esa complicidad y que todos te ayuden es que tú
no te vuelvas pequeñito. Nos hicimos nosotros más grandes, y eso
fue muy bonito.
-Te
quería preguntar por eso. Porque la película es muy coral, pero
vosotros tres sois un poco el centro de todo. Quería saber si
sentiste mucha presión, y si luego ese buen ambiente te ayudó a
llevarlo mejor.
Al
principio sí. Reconozco que tuve mi primera semana de crisis, de
decir: “esto me viene grande, esto no lo puedo hacer”. Pero
realmente fue Dani el que más ayudó en ese sentido, porque fue con
el primero que tuvimos contacto en los ensayos. Luego al resto les
habíamos visto en pruebas de maquillaje, etc., pero realmente hasta
el rodaje no hicimos piña. La verdad es que eso ayuda muchísimo,
porque hemos acabado siendo una gran familia española. Todos han
hecho que nos sintiéramos grandes.
-¿Qué
opinión tienes sobre todo esto que rodea al cine, como los premios,
etc?
Son
necesarios, y no hay nada mejor que reconozcan tu trabajo
entregándote un premio. Sobre todo, los premios técnicos los valoro
mucho. La gente cuando va al cine se fija en los actores, y en el
director. Como mucho. Pero el público normal no valora al técnico.
Y sin ellos no hay película. El actor está dando la cara, pero el
técnico está detrás y hay cientos de personas trabajando para una
película, una serie, o lo que sea. En ese sentido, me gusta que se
valore y se premie al equipo técnico.
-¿Y
cómo llevas el tema de la promoción?
Al
principio fue todo muy raro. Una cosa es el trabajo y lo que haces en
el rodaje, y otra la promoción. Además nuestra primera entrevista
fue en Antena 3. En directo. En el Festival de Málaga. La liamos
muchísimo Sandra, Patrick y yo. Desvelamos cosas que no deberíamos
haber desvelado. Al principio nos costó acostumbrarnos a eso, a
tener mucho cuidado con lo que podíamos decir y lo que no. Cómo
decirlo también es muy importante. En ese sentido Daniel y José
Antonio Félez nos ayudaron, y nos dieron unas cuantas pautas y
frases claves para definir la película.
-¿Con
qué director te mueres por trabajar?
Te
va a sonar a tópico: Almodóvar. Me pica muchísimo la curiosidad,
por cosas que me han contado Raúl y gente de La gran familia
española que ha trabajado con Pedro. Me apetece mucho. Me
encantaría también trabajar con Álex de la Iglesia, con Amenábar,
por supuesto. Y también con Bayona y con Javier Ruiz Caldera.
-¿Y
extranjeros?
Con
Woody Allen. Y con Tarantino, sería el sueño de mi vida.
-A
la mayoría de los actores se les ilumina la cara al hablar de
teatro. ¿Has tenido alguna experiencia en este terreno? ¿Te
gustaría?
Me
encantaría. No he tenido experiencia en teatro, aunque sí me han
ofrecido cosas. Pero no las he hecho porque considero que no estoy
preparada para el teatro. Creo que debería formarme más. Es un paso
muy grande, el teatro es la prueba de fuego del actor. Un actor que
no hace teatro no es un actor. Necesito un poco más de experiencia y
esperar un tiempo para estar preparada. Pero bueno, Microteatro sí
voy a hacer. No sé si se puede decir mucho, pero está dirigido por
Manuel Martín Velasco, y estamos en ello.
-Llevas
todos estos años formándote continuamente. Y es que hace falta
mucho trabajo para llegar a tener éxito profesional en vuestro
campo, pero también hace falta algo de suerte, porque sois
muchísimos. ¿Hasta qué punto crees que influye la suerte?
Creo
que un 90% es la suerte. Parece que no, que siempre decimos que es el
talento...sí, claro, obviamente. Pero también tienes que tener
mucha suerte. En el casting de La gran familia española había
muchas actrices para mi papel bastante consagradas y bastante buenas.
Cuando vi el panorama dije: “venga hasta luego, aquí no me cogen
ni de coña”. No me veía para nada, y considero que he tenido
mucha suerte, y que he caído en buenas manos. Daniel ha sabido dar
paso también a nuevas caras, lo cual considero que es muy
importante, porque si no al final siempre va a ser sota, caballo y
rey.
-Y
ya como espectadora, ¿qué tipo de cine te gusta ver?
Depende
del día. Hay días que me apetece llorar un montón, meterme en la
cama y ver un dramón o una historia de amor muy bonita. Otras veces
me apetece más desconectar y ver algo más divertido.
-¿Qué
te parece este nuevo cine español del que tanto se habla ahora?
Películas más pequeñas, con pocos medios, y que a veces ni se
estrenan.
Me
parece que está muy poco valorado. Es verdad que los directores que
están en un nivel muy alto tienen que seguir trabajando. Pero a los
nuevos directores, o no tan nuevos que siempre han hecho cosas más
pequeñas, creo que deberían darles un sitio más grande. Porque al
final es un sobre esfuerzo que ellos mismos están haciendo,
jugándose su dinero o su casa para hacer esa película. Actores que
no cobran, técnicos que no cobran, gente que está ahí por puro
amor al arte. Eso es realmente la definición de amor al arte.
-Antes
de La gran familia española participaste en Fantasías y
realidades cibernéticas, película de la que casi no he
encontrado información.
Por
eso precisamente. Fue una película muy pequeña, con muy poco
dinero, el dinero del director Javier Díez Moro. Lo mío fue una
especie de cameo/participación. Pero bueno, se aprende mucho
trabajando en este tipo de películas. Al final casi sales con más
satisfacción interna de un trabajo que está costando muchísimo
esfuerzo por parte de todos. Porque tú también estás ahí sin
cobrar. Y es una alegría si luego llega a estrenarse en una sala de
cine, y que haya gente -o incluso la Academia- que la valore.
-Hablábamos
antes de la suerte de poder llegar, pero ahora toca mantenerse. Algo
que siempre es difícil, y más con el panorama actual. ¿Cómo ves
la situación?
Estamos
muy jodidos todos. No quiero meterme tampoco en temas políticos,
pero me parece vergonzoso que vivamos en un país en el que el fútbol
y los toros tienen un IVA muy bajo, y el del cine sea un 21%. Me
parece absurdo. Creo que la gente debería empezar a valorar que el
cine es cultura, y no solo un entretenimiento. Y si ni siquiera la
gente defiende lo suyo, nadie de fuera va a apostar por nosotros. Esa
cosa que hay en la calle de que el cine español es malo, o que el
cine es caro. Pero me hace gracia, porque luego esa gente prefiere
pagar el mismo dinero por cualquier superproducción americana como
Superman. Que no las critico, porque también son necesarias. Pero
ven eso antes que cualquier película española por el simple
prejuicio de que el cine español es malo. Yo creo que esa gente
debería culturizarse un poco, y deberían ver cine español y luego
hablar. Porque es verdad que en España se hacen cosas malas, pero
también se hacen cosas muy buenas. Y fuera también se hacen cosas
muy malas. Pero como son de fuera, nos encantan. Y luego aparte, está
el precio de las entradas. Tal y como están las cosas, la gente
tampoco puede pagar el precio de la entrada. Eso unido al prejuicio
contra el cine español, pues nos vamos a ir todos al garete. Pero
bueno, creo que deberíamos luchar por ello. Voy a ser positiva, y
creo que el cine español va a remontar y se va a levantar. La
gran familia española ha sido un claro ejemplo. Este año, casi
todas las películas más sonadas han sido un taquillazo. Creo que
vamos a ir remontando poco a poco.
-Háblanos
un poco de tu nuevo trabajo, la serie Ciega a citas.
Es
la adaptación de una telenovela argentina que tuvo muchísimo éxito.
La historia se centra en la protagonista que es Teresa Hurtado, que
es una especie de Bridget Jones. Típica con unos quilitos de más,
sin pareja...Su misión es encontrar una en nueve meses, antes de mi
boda, porque hace una apuesta. Es una comedia, y va a estar muy
divertida. Hay que verla, invito a todo el mundo a ver Ciega a
citas.
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