Nacido
en Gante en 1977, Felix van Groeningen comenzó su carrera dirigiendo
un buen número de cortometrajes y obras de teatro. En el
largometraje debutó con Steve + Sky (2004), a las que siguieron With
Friends like these (2007) y This Misfortunates (2009). Este último
obtuvo un gran éxito en Bélgica, consiguiendo incluso una mención
en Cannes. La definitiva consagración ha llegado con Alabama Monroe,
film que no para de obtener premios allá por donde va. Cinco
nominaciones a los Premios del Cine Europeo, guión y actriz en
Tribeca, o Premio del Público en Berlín. Mismo galardón que ha
conseguido en el Festival de Sevilla, ciudad en la que hemos podido
charlar con el director belga.
Por Manuel Barrero Iglesias
La
película adapta una obra de teatro de Johan Heldenbergh, quien
protagoniza la versión cinematográfica. Una obra con un carácter
marcadamente musical, que van Groeningen ha tratado de mantener
dentro de lo posible. Fue él quien se acerco a Johan para adaptar su
obra: “Fui a ver su obra de teatro y me interesó mucho. Me
gustó esa sensación de estar ante una experiencia. No sólo estabas
viendo una obra, estabas viviéndola.”
Uno
de los puntos fuertes de la película es la gran química entre ambos
protagonistas, a pesar de que no se conocían con anterioridad:
“Decidí coger una actriz diferente a la de la obra, y Johan
no me cuestionó, me ha permitido tener un control total sobre la
película. Pero sí que estaba algo receloso al principio, y quería
conocer bien a la actriz. Durante seis meses estuvieron ensayando y
preparando la música, y ahí se creó una relación muy buena, que
luego se ve reflejada en la película”.
El
film podría estar rodado en Estados Unidos, por ese ambiente country
que siempre está presente. De hecho, Bélgica ha seleccionado
Alabama Monroe como representante para el Oscar a mejor película de
habla no inglesa. Podría ser que esa cercanía haga más fácil que
se le abran las puertas del país americano: “No
necesariamente por el tema. Lo que he comprendido en este tiempo es
que quizás el hecho de hacer una buena película te puede abrir las
puertas de América”.
En
la película se tratan algunos temas delicados como la religión, la
política, o la enfermedad infantil. Asuntos que, según sean
tratados, pueden despertar algunas críticas. Queríamos saber si
hubo algún elemento que quisiera evitar a toda costa: “En
realidad, no quería evitar nada. Quería utilizar los argumentos tal
cual se daban en la obra de teatro. Es cierto que recibí varias
observaciones que me hacían pensar que debía cambiar ciertas cosas.
Sobre todo, en el aspecto político, que es donde estoy recibiendo
más críticas cinematográficas. Lo que sí temíamos realmente es
que hubiera un tema que enfocara toda la atención, eso sí lo
tratamos de evitar”.
Nos
gusta mucho ese contraste que supone enfrentar a gente “exótica”
con un tema dramático que el cine suele abordar desde personajes más
“normales”: “Sí, creo que esa combinación funciona muy
bien. En Bélgica hicimos la premiere en una ciudad muy pequeña, con
gente que no sabía de que iba la película. Recibí un feed-back muy
bueno, y me dijeron que la sentían muy próxima a ellos. Me
sorprendió mucho esta reacción de cercanía”.
Pero
si por algo destaca Alabama
Monroe es por una labor
de montaje asombrosa: “El proceso de edición
duró unos siete meses. El guión contiene tres líneas argumentales,
y nos dimos cuenta de que no funcionaban muy bien de forma lineal. Así
que en el proceso de montaje empezamos a rehacer la película”.
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