Don
Jon(Estados Unidos, 2013).
Dirección
y guión: Joseph Gordon-Levitt.
Intérpretes:
Joseph Gordon-Levitt., Scarlett Johansson, Julianne Moore, Tony
Danza, Rob Brown.
Guión:
Derek Cianfrance, Joey Curtis, Cami Delavigne.
Música
original: Nathan Johnson.
Fotografía:
Thomas Kloss.
Montaje:
Lauren Zuckerman.
Idioma:
Inglés.
Duración:
90 minutos.
Prisiones
modernas
Don
Jon es un eficiente seductor moderno que se piensa cómodo y libre en
su programada rutina, en la que también el espectador se siente
envuelto en un inicio, cual tren de la bruja en un perpetuo loop.
Pero Don está dormido y no se reconoce como su propio rehén, no se
sabe encarcelado en sus protocolos, ahogado por su trabajado cuerpo y
su eterna lucha por obtener siempre un mismo premio: la mujer más
guapa de la pista de baile, que, cuál objeto caduco, una vez
conseguida es desechada para bien pronto poder ser sustituida.
Don
no es malvado, simplemente es un producto de su entorno, desde su
incomunicativa familia (encabezada por un sobrecogedor Tony Danza)
hasta la sociedad en la que ha crecido, en donde, puede que sin
querer, se adora a los objetos y, sin poderlo evitar, se utiliza a
las personas. Don, pues, no usa deliberadamente a las mujeres,
sencillamente no sabe relacionarse con ellas de otro modo. De igual
manera, no sabe, ni tan siquiera se plantea, por qué le ocurre que,
todavía con la cama ocupada por su última conquista, sólo puede
pensar en encender su portátil y realizar su más preciado ritual:
masturbarse viendo pornografía.
Gordon-Levitt
demuestra, en su debut como guionista y director (hasta la fecha
había realizado dichas tareas únicamente en cortometrajes), que es
mucho más que el niño con greñas que nos hacía reír en Cosas
de marcianos o el actor consagrado que vimos al lado de Di Caprio
en Inception (Christopher Nolan, 2010), porque también tiene
cosas que decir. Ha dejado de ser Joey y se ha convertido en Joseph,
un director que se encuentra a gusto interpretando al protagonista de
esta historia, alguien a quien comenzó a esbozar hace cuatro años.
En efecto, este es el papel para el que ha tenido más tiempo de
preparación a lo largo de su carrera y probablemente por el que ha
tenido que sufrir más horas de gimnasio.
Esta
amena comedia negra es el retrato de dos romances atípicos muy
distintos, co-protagonizados por dos personajes muy alejados pero que
brillan de igual manera: Scarlett Johansson es la chica espectacular
que, amamantada a base de finales made in Hollywood, piensa que el
amor se calcula por sacrificios (cuántos más haga tu pareja, más
te quiere); y Julianne Moore, una mujer abierta y libre de ataduras
debido a una tragedia personal, que fuerza a Don a empezar a hacerse
alguna pregunta básica por primera vez, y a escapar de sus
costumbres egoístas para experimentar lo que realmente es compartir.
Si
bien el retrato estereotipado de los protagonistas resulta a ratos
histriónico, estas exageraciones quedan salvadas por las risas
provocadas en más de una ocasión, y sirven bien a la inquietud de
Gordon-Levitt por tratar el tema de la deshumanización y criticar
así la educación sentimental (o mejor dicho, la NO educación
sentimental) que nuestros medios generalistas, con sus historias de
Disney y sus argumentos idealizados, nos brindan, dando lugar a
adultos frustrados, cuyas vidas no han visto ni leído, y que, por lo
tanto, no consiguen hacer suyas.
Júlia
de Balle
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