La segunda jornada nos trae dos películas a competición. La venezolana Mariana Rondón indaga con Pelo malo en las dificultades de una familia en la que una madre soltera ha sido despedida recientemente. A su cargo tiene dos hijos; un bebé y un preadolescente al que ya se le intuyen tendencias homosexuales. Por su parte Le Week-End nos presenta a una veterana pareja (Jim Broadbent y Lindsay Duncan) que viaja a París para intentar reconciliar sus diferencias. Y fuera de concurso se pudo ver el regreso de Álex de la Iglesia. Las brujas de Zugarramurdi es una comedia desenfadada, y en la que el director bilbaíno da rienda suelta al exceso.
Por Manuel Barrero Iglesias
Pelo malo (Mariana Rondón. Venezuela-Perú-Alemania, 2013)
La Venezuela de un Chávez ya enfermo sirve como marco para esta historia que busca aliviar su inmensa tristeza en un aparente tono cómico. Convergen dos temas en este film. Por un lado, las duras condiciones a las que se tiene que enfrentar una mujer joven para poder alimentar a dos hijos ella sola. Y, por el otro, la homofobia latente en buena parte de la América latina (por supuesto, también en Venezuela).
El film habla del rechazo que produce la homosexualidad del hijo en una madre que, a su vez, empieza a crear sentimientos de ansiedad en áquel. Así se crea una espiral de de exclusión y miedo muy difícil de romper. Tremendo trabajo el de Samantha Castillo dando vida a esta madre sobrepasada por las circunstancias. No tan acertado está el joven actor Samuel Lange Zambrano, muy especialmente en las secuencias que comparte con la otra actriz infantil. Ahí se rompe la naturalidad buscada durante todo el film. Eso sí, una película necesaria, y con el tono justo.
Le Week-End (Roger Michell. Reino Unido, 2013)
Una pareja sexageneria vuelve a París después de mucho tiempo para tratar de revitalizar su matrimonio. Durante un fin de semana tendrán tiempo de confesar sus miedos y esperanzas. Habrá espacio para el amor y el odio, para la ilusión y la decepción. Encontrarán personajes pintorescos en su camino. Pero, sobre todo, conversarán. Dicho así, podríamos estar hablando de una nueva entrega que reuniera a Linklater-Delpy-Hawke dentro de veinte años.
Pero no, hablamos del nuevo trabajo en la dirección de Roger Michell (Notting Hill). La pareja la forman Jim Broadbent y Lindsay Duncan, que son los que realmente sostienen el film (junto a un genial Goldblum haciendo parodia). El talento de ambos consigue que no se derrumbe una película construida sobre bases muy poco sólidas. Muy empeñada durante su primer tramo en jugar constantemente a las réplicas ingeniosas, acaba poniéndose trascendente (sin conseguirlo del todo). Pero si antes mencionábamos la trilogía de Linklater, hay que decir que a Michell le falta toda esa coherencia milimétrica. Le Week-End da la sensación de ir a trompicones, y pesar de algún pasaje inspirado, se queda en una película agradable. Sin más.
Una pareja sexageneria vuelve a París después de mucho tiempo para tratar de revitalizar su matrimonio. Durante un fin de semana tendrán tiempo de confesar sus miedos y esperanzas. Habrá espacio para el amor y el odio, para la ilusión y la decepción. Encontrarán personajes pintorescos en su camino. Pero, sobre todo, conversarán. Dicho así, podríamos estar hablando de una nueva entrega que reuniera a Linklater-Delpy-Hawke dentro de veinte años.
Pero no, hablamos del nuevo trabajo en la dirección de Roger Michell (Notting Hill). La pareja la forman Jim Broadbent y Lindsay Duncan, que son los que realmente sostienen el film (junto a un genial Goldblum haciendo parodia). El talento de ambos consigue que no se derrumbe una película construida sobre bases muy poco sólidas. Muy empeñada durante su primer tramo en jugar constantemente a las réplicas ingeniosas, acaba poniéndose trascendente (sin conseguirlo del todo). Pero si antes mencionábamos la trilogía de Linklater, hay que decir que a Michell le falta toda esa coherencia milimétrica. Le Week-End da la sensación de ir a trompicones, y pesar de algún pasaje inspirado, se queda en una película agradable. Sin más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario