Rush (USA-Alemania-Reino Unido, 2013)
Dirección: Ron Howard.
Intérpretes: Chris Hemsworth, Daniel
Brühl, Olivia Wilde, Natalie Dormer, Lee Asquith-Coe, Alexandra
Maria Lara, Joséphine de La Baume, Jamie Sives, Jay Simpson, Pierfrancesco
Favino.
Guión: Peter Morgan.
Música: Hans Zimmer.
Fotografía: Anthony Dod Mantle.
Montaje:
Daniel P. Hanley, Mike Hill.
Idiomas: Inglés, alemán, italiano, francés.
Duración: 123 minutos.
La pasión de Niki Lauda
Con
ella llegó la sorpresa. Cuando uno tiene que enfrentarse a una cinta que gira
en torno a vehículos motorizados, cualquier precaución es poca. Sobre todo si
cuenta la historia real de uno de los duelos más apasionantes que han tenido
lugar en la historia del deporte. James Hunt contra Niki Lauda. Dentro y fuera
de la pista. La mayor parte de los implicados en el proyecto inspiraban
confianza, pero la tentación de sacrificar un buen guión en favor del espectáculo
más vano siempre está ahí. Por suerte, Peter Morgan y Ron Howard han sabido
aprovechar el material del que partían.
No
era sencillo. La Fórmula 1 es un deporte para entendidos y son muchos los que
no le ven la gracia a la contemplación durante horas de un grupo de chalados
dando vueltas en (como se dice en la película) auténticos ataúdes rodantes. Por
mucha adrenalina que corra por sus venas. Morgan y Howard no sólo han
conseguido despertar interés por esta disciplina, han logrado además emocionar.
Con ayuda del siempre magistral Hans Zimmer resulta un poco más fácil. No es
perfecta, claro. Y echa mano de lugares comunes. Pero Rush consigue atrapar
desde el principio en una progresión dramática vertiginosa que culmina con
dignidad. Eso es lo que cuenta.
El
personaje de Niki Lauda (interpretado por un correctísimo Daniel Brühl) sienta
las bases desde el principio. Mi nombre es Niki Lauda y la gente me recuerda
por mi rivalidad con James Hunt y por el trágico suceso que tuvo lugar el 1
agosto de 1976. Ese trágico suceso fue un accidente en el circuito de
Nürburgring que casi le cuesta la vida y que le dejó secuelas para el resto de
sus días. Bien, —parece
decir este off inicial— tal
vez sólo sepáis esa parte de lo que ocurrió, ahora vais a descubrir por qué
merece la pena conocer el resto.
Cabría
señalar cierto maniqueísmo en la composición de los dos protagonistas, Lauda y
Hunt (al que pone cara Chris Hemsworth en un papel hecho a su medida), frío y
disciplinado el primero, juerguista e impetuoso el segundo. Eso y no haber
sacado más partido a la fantástica Alexandra Maria Lara. Pero las películas duran
lo que duran y a veces no queda tiempo para desarrollar determinados aspectos.
Hay una historia que contar y, si se hace bien, las bajas no se notan. En este
caso, la cuidada puesta en escena, los numerosos hallazgos dramáticos y todo lo
expuesto más arriba compensan con creces las carencias.
Miguel Montañés
A mi no me acabó de convencer, me quedé con la sensación de que faltaba pasión, sobretodo cuando nos mostraban las carreras, aunque tengo que decir que es una sensación que suelo tener con todo el cine del señor Howard.
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