2
Guns (USA, 2013).
Dirección:
Baltasar Kormákur.
Intérpretes:
Denzel Washington, Mark Walhberg, Bill Paxton, Edward James Olmos, James
Mardsen, Paula Patton, James Ward.
Guión:
Blake Masters sobre la novela gráfica de Steven Grant.
Música original:
Clinton Shorter.
Fotografía:
Oliver Wood.
Montaje:
Michael Tronick.
Idioma:
Inglés.
Duración:
109 minutos.
Sabor ochentero
Muchos
años han pasado ya desde que vi una buddy
cop movie en condiciones -tal vez desde finales de los ochenta-, siendo Arma
letal y Tango & Cash los ejemplos
que me vienen a la cabeza. Hablamos un género considerado menor, en el que dos
policías de personalidades opuestas se ven obligados a colaborar entre ellos.
Es un género lleno de clichés que no suele deparar grandes obras
cinematográficas, pero de vez en cuando nos regala alguna pequeña joya de
acción con un sentido del humor resultón. Eso es lo que nos encontramos en 2 Guns.
La
cosa va de dos agentes -uno de la DEA y otro de la inteligencia naval
americana- que trabajan juntos y encubiertos, pero sin saber que el otro
también lo hace. Juntos roban un banco para quedarse el dinero de un peligroso
mafioso mejicano, aunque resulta que en el banco había mucho más dinero del
esperado. Algo va mal y no saben lo que es. Traicionados por los que creían que
eran sus amigos se verán obligados a trabajar juntos para resolver el problema.
Protagonizada
por Denzel Washington y Mark Walhberg; el primero con grandes
papeles a sus espaldas que empezaban a quedar ya lejos, y el segundo con
muchísimo por demostrar. Primera vez que comparten pantalla y esperemos que no
sea la única, porque uno realmente disfruta al verles juntos. Debo decir que la
gran sorpresa es Walhberg, posiblemente en su mejor papel hasta la fecha -creo
que en The fighter estaba
sobrevalorado-, aunque también hay que reconocer que tiene las mejores líneas.
Perfecto en su rol de mujeriego y eterno adolescente con un alto sentido del
honor.
2 Guns no sería ni un tercio de lo que es si no fuera
por sus personajes, los cuales se convierten en el motor de la película. Diálogos rápidos y divertidos interpretados
a la perfección, provocan que por primera vez en años uno esté viendo una
película de acción en la que le sobran tiros y faltan diálogos.
Porque
luego la historia y las escenas de
acción están bien, no desentonan, pero no son nada del otro mundo, nada que no
hayamos visto mejor en otras muchas películas. Lo acertadísimo del tono y
el hecho de haber dado equilibrio entre acción y comedia hacen que la película
se ponga muy por encima de la media.
Momentos
un tanto ridículos como ése en el que Denzel y Mark, espalda contra espalda,
disparan dando vueltas sobre sí mismos mientras una lluvia de billetes cae a su
alrededor; deslucen un tanto el resultado final, aunque no lo suficiente como
para dejar de recomendar la película.
Y
me atrevo a recomendarla porque es una
de las sorpresas del año, una película endiabladamente divertida a la vieja
usanza que hará las delicias de los que, como yo, disfrutaron de las
grandes películas policiacas de los años 80.
David Sancho
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