Romeos
(Alemania, 2011).
Dirección
y guión: Sabine Bernardi.
Intérpretes:
Rick Okon, Maximilian Befort, Liv Lisa Fries, Felix Brocke, Silke
Geertz.
Música
original: Roland Appel.
Fotografía:
Moritz
Schultheiß.
Montaje:
Renata
Salazar Ivancan.
Idiomas:
Alemán, inglés, italiano.
Duración:
94 minutos.
Sexualidad(es)
Obvia
Sabine Bernardi la marginación que un joven transgénero podría
sufrir por el rechazo social. Algo que, por desgracia, sería lo
común en casi cualquier parte del mundo. Pero estamos en una de las
ciudades europeas más tolerantes en lo que a diversidad sexual se
refiere. Lukas (antes Miri) se encuentra a la mitad del camino que le
llevará a transformarse de mujer a hombre. Pero a pesar del entorno
favorable, el protagonista trata de ocultar su pasado ante los que
van entrando en su vida.
Romeos
es capaz de reflejar el sufrimiento del que vive en tales
circunstancias. Toda una pesadilla contada sin tremendismos, pero con
las heridas internas siempre muy presentes. La soledad de una
problemática de tanta complejidad (muy bien reflejada en esa
comunidad que comparte sus experiencias por internet). Y la
incapacidad de los demás -incluso lo más allegados- para empatizar
realmente con Lukas (al que siguen llamando Miri).
Ese
tono -inevitablemente- amargo se ve compensado con creces por la
visión global que nos ofrece Bernardi. Un submundo en el que
impera la la libertad sexual, donde no importan las etiquetas y sí
los sentimientos. Precisamente dentro de ese ambiente libre de
prejuicios es donde el protagonista encontrará el elemento reparador
para continuar una vida que ya podrá ser tan feliz (o desgraciada)
como la de cualquiera.
Un
trabajo, al fin y al cabo, optimista, que trata de dar una visión
esperanzadora. Y en última instancia, una historia de amor juvenil.
Un film que quizás no destaque en exceso por su acabado, pero al
que se agradece su mirada libre.
Manuel
Barrero Iglesias
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