"Un Festival está para descubrir cosas nuevas"
Hace unos años Luis Miguel Rosales, José Luis Alemán y Sergio Molina se juntaron
para producir el documental The Man Who
Saw Frankenstein. De esa unión salió la idea de crear un festival de cine
fantástico en Madrid. Tres años después ha nacido Nocturna, con la firme
intención de ser un referente anual para los aficionados al género. Rosales,
como director del Festival, es la cabeza visible de un equipo que ha iniciado
esta aventura con unas dosis tremendas de ilusión. Con él charlamos sobre lo
que fue la primera edición, y un poco sobre lo que está por venir.
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| ©Silvia D. |
Por Manuel Barrero Iglesias
-En la rueda de prensa final del Festival, valorabais que había sido un éxito. Después de que haya pasado el tiempo, con más perspectiva, ¿tenéis la misma valoración?
Hacer cualquier cosa en
Madrid es muy difícil, porque es un sitio muy grande que tiene una oferta
cultural inmensa. Evidentemente, no ha acudido toda la gente que quisiéramos,
porque lo que nos gustaría es ver las salas llenas todas las sesiones. Pero
creo que para ser una primera edición...te puedo decir que el presupuesto para
publicidad fue cero. De todas maneras estamos muy contentos con la edición,
porque somos conscientes de lo que teníamos y de lo que estábamos haciendo. Es
decir, preferimos traer a Joe Dante que invertir en publicidad. Creo que sí,
para nosotros ha sido un éxito. Si no, no nos plantearíamos una segunda
edición
-Entonces, respecto a
las previsiones que teníais de asistencia, ¿cómo ha ido?
Las estimaciones de
gente que haya pasado por el Festival -contando entradas vendidas, el evento Juego de tronos, y otras cosas que se
han hecho- es de unas veinte mil personas aproximadamente. Hubo algunas
sesiones que funcionaron muy bien, como
Gremlins, The Conjuring, Omnívoros…De verdad, creo que no podemos
pretender más con el dinero que teníamos. Hemos hecho un Festival mucho más que
decente para una edición de cien mil euros, que en realidad son ochenta y cinco
mil más IVA. Por ese dinero, traer 43 títulos (de los que una inmensa mayoría
eran estrenos en nuestro país), tener un estreno mundial como The Conjuring; traer a Mick Garris, Neli
Marshall, Joe Dante, Axelle Carolyn… que me diga otro Festival de España que lo
haya hecho con ese dinero.
-Normalmente a un
Festival le cuesta años consolidarse, pero vosotros ya en la primera edición
habéis entrado con mucha fuerza, ¿es algo que teníais claro debía ser así?
En cierto modo, sí. Pero
también es cierto que hemos hecho un poco de trampa. ¿En qué sentido? Por
ejemplo, a Joe Dante y Mick Garris ya los habíamos traído otro año a Sitges,
son amigos. La ventaja que teníamos respecto a otros festivales es que llevamos
desde 2005 con Scifiworld, y eso nos ha dado una posición -por llamarlo de
alguna manera- dentro del mundillo del género. Evidentemente, eso lo hemos
aprovechado.
-Has hablado de la
dificultad de organizar algo así en el centro de Madrid, ¿se planteó en algún
momento hacerlo en alguna localidad a las afueras, tal como se hace en Sitges?
No, teníamos claro desde
el principio que lo haríamos en Madrid. Posiblemente en otra localidad cercana
más pequeña habría sido más fácil, se hubieran volcado muchísimo más. Pero creo
que la gran fuerza del Festival radica que sea en la capital. No es lo mismo
invitar a Joe Dante -o a Quentin Tarantino, por decir un nombre- a Madrid que a
Fuenlabrada -con todos mi respetos, que no pretendo ofender a nadie-. Eso nos
da una posición que puede ser muy ventajosa, es como el reclamo más fuerte que
tenemos. Sobre todo, porque competimos con un monstruo como Sitges. Aunque
realmente no es una competición. Una de las cosas que vamos a anunciar
próximamente es que vamos a colaborar muy estrechamente. Vamos a hacer una
maratón en Sitges este año con algunas de las películas de Nocturna. También
vamos a colaborar a la hora de conseguir películas, para no pisarnos. Y evitar
el amarillismo de mucha gente, que si nosotros le hemos robado algo, que si
ellos tal… Por ejemplo, mucha gente decía que le habíamos quitado The Conjuring. Pero era una película que
no podía estar en Sitges, por fechas. Siempre hemos hablado con ellos y con la
Semana de Cine de Terror de San Sebastián, para intentar traer entre los tres
un muestrario que abarque mucho más, que no se quede en las mismas películas.
Para eso hacemos un Sitges Tour.
-Esa colaboración queda
clara desde el momento en el que tenéis a Ángel Sala en el jurado.
Fue una declaración de
intenciones. Ángel ha estado siempre colaborando con nosotros en la revista. Ha
sido jurado en las cuatro ediciones que hicimos del Festival de cortos. Y lo
hemos traído sabiendo que alguien iba a decir que estaba detrás. Y lo han
hecho, hay gente diciendo por ahí que no sabían hasta qué punto había metido la
mano. Y yo quiero mucho a Ángel, pero te aseguro que no ha hecho nada.
-En cuanto a esta
“competición” con Sitges, ¿crees que hay suficiente producción (y de calidad)
para repartir?
Sí, la producción es
abismal. Fíjate que I am a Ghost, una
de las películas que mejor recibimiento han tenido, es una película de 2012 que
no se pasó en Sitges. Y se ha llevado premios por activa y por pasiva. Forgotten es otra película de 2012 que
no se pasó en Sitges. O Resolution.
Aunque Sitges es muy grande e intenta abarcar lo máximo posible, evidentemente
no llega todo.
-Como máximo responsable
de la programación, ¿cuál es la película que te sientes más orgulloso de haber
traído?
I am a Ghost. Mi primera reacción fue: “buf, qué coñazo de peli”. Y
Alejandra (Pego, miembro del comité de selcción) decía: “No, no, pero la
seguimos viendo, que ahora estoy intrigada”. Sorpresa la mía cuando dio el
vuelco y te encuentras al final lo que es. Y dije: “joder, nos la llevamos
seguro”. Cuando la pasé la reacción fue: “pero esta película para qué, si lo
único que hacen es freír huevos”. Me decían que no iba a haber nadie en la
sala. Sorpresa la mía cuando entro en la sala 2 y veo un aforo bastante
potente. Lo primero que hice fue llamar a Alejandra. Y luego las reacciones. A
través de Twitter fue una de las películas más comentadas del Festival.
¿Más que me hayan
gustado? Me gustó mucho Resolution,
quizás en una línea similar a I am a
Ghost. Curiosamente, a mí sí me gusta mucho Wither. Es como Posesión
infernal, sí ¿y qué? Tiene el espíritu, tiene lo que buscas en un Festival.
Que haya ganado es una declaración de intenciones de lo que queremos que sea el
Festival. Un Festival de Cine Fantástico no tiene que parecerse a Venecia o
Cannes. Tiene que ser algo más del público, más divertido, más informal.
-Si te pregunto
alguna película que te hayas arrepentido de traer, no me lo dirás…
Sí, te lo digo. Under the bed lamenté traerla por las
críticas que ha recibido, creo que un poco injustas. Sobre todo, porque creo
que no engaña en ningún momento, creo que es una película muy digna como para
estar en un Festival. Es algo que se ha criticado mucho en general, que si
serie B…yo he leído de todo. Pero vamos a ver, señores, que es un Festival de
cine fantástico. ¿Vamos a traer blockbuster del estilo Los vengadores 2? Tiene que haber de todo. Y ahí estuvieron The Conjuring, Dark Skies, La matanza de
Texas…todo este tipo de películas que son más de público. Pero yo creo que
un Festival está para descubrir cosas nuevas, buscar nuevas visiones o
tendencias. Es lo que hemos intentado hacer, dentro de lo que podíamos traer
este primer año. Eso nos ha limitado mucho, porque no nos conocía nadie, no
sabían qué íbamos a hacer. Luego estaba el tema de Sitges, lo que nos ha
obligado a hacer una búsqueda exacerbada de títulos que no estuviesen
reservados allí, y valiese la pena mostrar. Pero creo que ha quedado una
programación muy digna para una primera edición. Más que digna, diría yo.
-A mí en la Sección
Oficial quizás me sobrara GallowWalkers.
Es la típica película
que tienes que tener. Ahí caísteis todos en el mismo error que caímos nosotros.
La nueva película de Wesley Snipes, de vaqueros con zombies. Había que traerla,
sí o sí.
-Particularmente, he
echado de menos algo más de cine oriental.
Realmente sí ha habido
cine oriental, pero se ha quedado un poco en el pre-nocturna. Luego en el
Festival, tuvimos Tik-Tik, Million Dollar Cocodrile, The Complex y Berserk II. Yo he echado de menos tener un poco más de
ciencia-ficción.
-¿Está confirmada ya la
siguiente edición?
Sí, y vamos a intentar
locuras que si salen, van a dar mucho que hablar.
-¿Será mayor?
Eso ya es difícil.
Porque entramos en la parte más peliaguda, que es encontrar sponsor. Tenemos
una parte, que es la que aporta La Cruzada, y que sin ella sería imposible
hacer el Festival. Pero no podemos estar pidiéndoles a los productores de este
mismo año que vuelvan a hacer el esfuerzo otro año más, y otro, y otro. Hay que
buscar financiación, necesitamos que más gente apoye el Festival. Creo que
ahora podemos conseguirlo, porque el resultado mediático ha sido muy bueno.
Hemos llegado a salir en el USA Today con el evento Juego de Tronos, eso son 55 millones de lectores sólo en Estados
Unidos. Luego hemos estado en TVE, Tele 5, Antena 3, en todos los periódicos…en
ese aspecto ceo que ha sido muy positivo, y que nos va a ayudar a conseguir
sponsor para este año. De momento, las ayudas oficiales no van a existir, así
que no creo que podamos hacerlo mucho más grande.
-¿Y cómo ha sido el
trato de los medios? Me gustaría saber cómo os han tratado los grandes y cómo
lo hemos hecho los más pequeños.
Los medios grandes
siempre son más neutrales. Suelen ir, cubren la noticia, y se van. Los medios
pequeños somos más tocahuevos. Sobre
todo, hay una cosa que no se debe hacer, y creo que lo llevamos a rajatabla en
Scifiworld, es que si no tienes nada bueno que decir de algo, no digas nada.
Con esto no digo que haya que silenciar las opiniones negativas. Las opiniones
malas son necesarias, pero cuando sean desde un constructivismo, que te den la
posibilidad de arreglarlo para otra edición. Yo he leído tonterías enormes que
demuestran un desconocimiento brutal de cómo funciona el mercado. Pero que la
sueltan por la boca, y se quedan como si fueran los mayores expertos del mundo.
A ver, señores, hay una serie de mecanismos que no nos podemos saltar. Todo
está inventado.
-Una de las cosas que
más me han gustado es la cercanía entre público, prensa y cineastas. Espero que
eso se siga manteniendo aunque el Festival crezca.
Nuestra idea es que
siempre sea así. El único invitado que no estuvo alojado en el Gran Hotel Conde
Duque fue Natalie Dormer, pero fue por requerimientos de HBO. Pero nosotros no
vamos a poner ningún tipo de trabas para que se relacionen con la gente, al
contrario. Si los traemos, es para eso.
Paraíso: Amor (Paradies: Liebe. Austria-Alemania-Francia, 2012). Dirección: Ulrich Seidl. Intérpretes: Margarete Tiesel, Peter
Kazungu, Inge Maux, Carlos Mkutano, Gabriel Mwarua. Guión: Ulrich Seidl, Veronika Franz. Fotografía: Edward Lachman, Wolfgang Thaler. Montaje: Christof Schertenleib. Idiomas: Alemán, inglés, swahili. Duración: 120 minutos. 7/10
Paraíso: Amor nos narra la estancia de
una cincuentona pasada de kilos en Kenia, uno de los destinos preferidos por
las maduras para hacer turismo sexual. Aunque en este caso, Teresa y su
candidez parecen autoconvencerse de que su búsqueda es la de una verdadera
conexión con uno de estos sementales africanos. En ese intercambio patético de intereses, el film deja un poso amargo,
real como la vida misma. Seidl toma la opción acertada de mostrar en toda
su desnudez los cuerpos de sus protagonistas, haciendo aún más gráfico el
contraste entre la Sugar Mama y los príncipes. Un film muy humano en el que entendemos las necesidades de ambas
partes, que se prestan a ese juego perverso propiciado por la disposición del
mundo.
La hermana de Teresa es
diametralmente opuesta a ella. Lejos de la voluptuosidad y alegría de aquella,
Anna Maria es una mujer rígida. Una estricta fanática religiosa que se refugia
en su amor (o algo así) por Jesús. La filmación de su cuerpo también es vital
en este film, pero en una dirección opuesta. El castigo que se infringe la
protagonista evitando la sexualidad, la lleva hacia un oscuro reverso de la
misma. Un personaje que ha perdido la
perspectiva, encontrándose al límite de la locura. Tan al límite que hay
momentos realmente grotescos, tanto que ponen en riesgo la credibilidad de un
film que juega a Haneke. Aunque sin demasiado acierto. Paraíso: Fe es la película más arriesgada de la trilogía, pero a pesar
de su interesante planteamiento, fracasa con estrepito en su ejecución.
