Lobezno inmortal

4/10

The Wolverine (USA, 2013)

Dirección: James Mangold.

Intérpretes: Hugh Jackman, Tao Okamoto, Rila Fukishima, Hiroyuki Sanada, Svetlana Khodchenkova, Brian Tee.

Guión: Mark Bomback, Scott Frank.

Música original: Marco Beltrami.

Fotografía: Ross Emery.

Montaje: Michael McCusker.

Idiomas: Inglés, japonés.

Duración: 126 minutos.

La maldición del inmortal

Lobezno sin su patrulla X es menos Lobezno. Todo el interés que hay en el eterno conflicto normales vs. mutantes queda muy desdibujado en una película que intenta ocuparse de la lucha interna que mantiene Logan a  propósito de su inmortalidad. Como suele ocurrir en las últimas versiones de los superhéroes, el protagonista es un ser atormentado por una terrible crisis de identidad. No es que Lobezno inmortal sea una pieza de gran hondura psicológica, pero Mangold construye un aceptable producto de entretenimiento a partir de esos ligeros toque de “seriedad”.

Luego tenemos el exotismo que supone situar la acción en Japón. Que sí, que se queda en la nota exótica. Pero el director se las apaña para que el film tenga apariencia lustrosa. Todo muy superficial, eso sí, pero hilvanando algo bastante aparente. Algo a lo que también contribuyen de forma decisiva unos personajes atractivos. Tanto los de integridad intachable como los que viven en el terreno de la ambigüedad.

Hasta su último tercio Lobezno inmortal es una película de acción bastante decente que se deja ver (y que, todo hay que decirlo, desperdicia las posibilidades del personaje en cuestión). Pero es en su trecho final cuando el guión entra en el absurdo, perpetrando en esperpéntico clímax en el que hasta a la acción le falta emoción. Últimamente parece imposible que un film de superhéroes tenga un desenlace con un mínimo de coherencia

Por suerte, aún queda el epílogo para dejarnos un regusto dulce. Nos encontramos, sin duda con la secuencia que más hará disfrutar a los fans. Y, todo hay que decirlo, con el momento álgido del film. Con permiso, claro está, de  los planos en los que Jackman demuestra todo su poderío a pecho descubierto.

Manuel Barrero Iglesias