"Me interesa mucho la gente que rompe con lo establecido"
Después
de varios trabajos en televisión, Ben Wheatley debutó en el
largometraje con Down Terrace (2009) una cáustica comedia
sobre la familia y el crimen organizado. En 2011 se presentó en
Sitges con Kill List, película ya casi de culto que no deja
indiferente. Ahora estrena por primera vez en nuestro país una
película que también concursó en el certamen catalán,
consiguiendo los premios a la mejor actriz y mejor guión. Hablamos
de Turistas, film con el que el director vuelve al humor negrísimo.
Y ya tiene lista su próxima película, A Field in England,
que muy probablemente presente en Sitges.
Por Manuel Barrero Iglesias
-Su
primera película era una comedia negra, la siguiente fue terror
puro. Ahora vuelve a la comedia, y parece que en la siguiente otra
vez al terror, ¿necesita esta alternancia?
Me
gusta el cine, que permite una amplia gama de posibilidades y
géneros. Me gusta el crimen, el terror, la comedia, el arte y
ensayo...no me gustaría que se me encasillara en un solo tipo de
género.
-Sin
embargo, en todos sus filmes siempre está presente el elemento del
crimen, ¿qué es lo que más le interesa de ello?
Creo
que tiene que ver con el hecho del drama. Un asesinato es la cosa más
dramática que puede ocurrir. Aunque espero algún día hacer una
película donde no haya esto. Pero no sé, últimamente he
descubierto que hay mucho misticismo en mis películas. Todo esto
para decir que el hecho de hacer cine y dejarse llevar por una
historia es una cosa muy personal. Uno casi nunca uno pude
controlarlo todo, y muy a menudo consiste en dejarse llevar por el
flujo de las cosas.
-En
Down Terrace había una relación complicada entre padre e
hijo, y aquí en Turistas la hay en una pareja. ¿Le interesa
retratar este tipo de relaciones tortuosas en un ambiente de crimen?
Al
fin y al cabo, esto es lo que interesa al público. No tanto el hecho
de que ser asesinos, sino padres, hijos, maridos, mujeres, amantes...
y los conflictos que nos presentan como tal. Por otro lado, a mí me
interesa mucho la idea de la gente que rompe con lo establecido y
organiza sus propios códigos dentro de la sociedad, pero al margen
de ella. El concepto en sí me parece interesante, aunque es una pena
que desgraciadamente esto muy a menudo lleva al crimen o a la
marginación.
-¿Cómo
fue el proceso de creación de esta película, cuyos guionistas son
los propios protagonistas?
A
mí mujer Amy (que también es escritora y montadora) le llegó el
guión escrito por Alice y Steve. Ella lo reescribió, y a partir de
de ahí empezamos a improvisar. Empezaron a surgir sentimientos que
captábamos en vídeo, y trabajábamos sobre el tono. En los días de
rodaje, siempre yo dejaba un margen para que ellos pudiesen aportar
cosas nuevas. El resultado de todo esto fueron 120 horas de copión,
de las cuales llegamos a un primer montaje de cuatro horas. Y a
partir de ahí, llegamos a la película final de noventa minutos. Eso
fue otra reestructuración, lo que significa un proceso creativo
enorme a muchos niveles, con mucha gente implicada.
-Uno
de los productores de Turistas es Edgar Wright, uno de los
máximos representantes de esta moda británica de combinar el cine
de género con la comedia. ¿Por qué cree que existe esta tendencia
ahora mismo?
Yo
no suelo analizar lo que está pasando, las supuestas tendencias
dentro del cine británico de hoy. Esto quedará muy claro dentro de
veinte años, ahora es todo muy caótico. Por mi parte, no era nada
difícil tratar los elementos de comedia, porque los hay en otros
trabajos míos. En cuanto al porqué del atractivo, creo que es
porque la gente está pasando ahora por un momento de crisis
acuciante. La gente no tiene ganas de ir al cine a ver miseria y
desgracias, prefieren sentarse a ver algo gracioso y amable. En lo
que respecta a Edgar Wright, creo que es un tipo único. No creo que
haya nadie como él ahora en el cine británico. Ver paralelismos
entre Turistas y las cosas que hace él, es una comparación
demasiado halagadora.
De
Sitges solo puedo decir maravillas. Fui por primera vez en 2008 como
espectador, y era la primera vez que iba a un Festival de cine. Fue
asombroso, entrar ahí en el hotel y encontrarme con grandes
cineastas del mundo. Ahí estaba George A. Romero, por ejemplo. El
ambiente es extraordinario, la ciudad fantástica, y la gente muy
amante del cine. Después de esa experiencia he ido a muchos
festivales en el mundo entero, algunos mejores que otros. Pero como
Sitges, nada. En cuanto a mi próxima película, no sé. Creo que es
el tipo que encaja en la filosofía de Sitges, pero yo nunca doy nada
por hecho. Desde luego, si quieren que la presente allí, yo estaré
encantado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario