Scary Movie 5

2/10

Scary MoVie (Estados Unidos, 2013).

Dirección: Malcolm D. Lee.

Intérpretes: Ashley Tisdale, Simon Rex, Erica Ash, Charlie Sheen, Lindsay Lohan.

Guión: Pat Proft, David Zucker.

Música original: James L. Venable.

Fotografía: Steven Douglas Smith.

Montaje: Sam Seig.

Idioma: Inglés.

Duración: 86 minutos.

Al menos es mejor que Mamá

Tras la secuencia que parodia el momento lésbico de Cisne negro (Darren Aronofsky, 2010, la protagonista se observa a sí misma en vídeo, teniendo relaciones sexuales con los más diversos objetos de uso común. El primer gag visual funciona (relativamente) bien. Con el segundo, la broma hubiera quedado más que cerrada. Pero seguir dando vueltas de tuerca convierte al chiste en una cansina repetición sin gracia (se nota ahí la mano del peor Zucker).

Esta secuencia (también otras, como la inicial con Charlie Sheen y Lindsay Lohan) resume a la perfección la esencia de esta película, que opta por la táctica ametralladora, bombardeándonos con gags que rara vez dan en el blanco. Y si consiguen hacer diana, lo normal es que se sobreexplote el chiste hasta que finalmente deje de hacer gracia. Falta mesura, aparte de la evidente escasez de inteligencia.

Y es que la parodia suele ser un terreno demasiado previsible, siendo común caer en la vulgaridad obvia. Scary Movie 5 no se libra, en absoluto, de la mediocridad; enterrando sus escasos méritos entre un montón de escombros humorísticos. Películas como Cisne negro o Mamá (cada cual por motivos muy diferentes) tienen material de sobra como para hacer burla inteligente sobre ellas.

Y es cierto que hay destellos de ingenio, alguna que otra sátira aguda que pulula por ahí. Momentos de intertextualidad que son los que uno espera cuando va a ver un film de este tipo. Pero lo fácil es entregarse a la ordinariez y la chabacanería. Entre el esfuerzo que supone exprimir el cerebro para hacer humor inteligente, y la comodidad de entregar un producto para espectadores (muy) poco exigentes; los responsables de la franquicia lo han tenido muy claro. Por desgracia.

Manuel Barrero Iglesias