Dark
Tide (Estados Unidos, 2012).
Dirección:
John Stockwell.
Intérpretes:
Halle Berry, Solivier Martinez, Ralph Brown, Mark Elderkin, Luke
Tyler.
Guión:
Ronnie Christensen, Amy Sorlie.
Música
original: Mark Sayfritz.
Fotografía:
Jean-François Hensgens.
Montaje:
Ben Callahan, Andrew MacRitchie.
Idioma:
Inglés.
Duración:
114 minutos.
Marea baja
Tienen
cierta gracia, a veces, las discusiones entre la pareja protagonista
de este drama acuático. El histerismo de sus peleas ponen la única
nota humorística, suponemos que involuntaria, en este cúmulo de
desatinos que es Marea letal. Al menos, nos queda disfrutar del
bello paisaje marino con el que nos deleitan de vez en cuando.
Cosa
que no ocurre con unos personajes a cada cual más odioso. Uno se
sorprende a sí mismo deseando en varias ocasiones que los tiburones
acaben con esta panda de indeseables. Y vale que el millonario al
que da vida Ralph Brown debe caer mal, pero ¿los protagonistas? Pues
también.
Con
un guión casi inexistente, el film sale a buscar la socorrida
cicatrización de heridas mirando de frente a los traumas pasados.
Una viaje construido en torno a las tensiones. La pareja fracturada,
por un lado. El padre déspota y su hijo, por el otro. Y rematando
con el fuego cruzado entre idealista submarinista y ricachón
impertinente. Desarrollo aburrido y con muy poca tensión.
Pero
lo peor viene al final, con un (supuesto) clímax ideal para echarse
a dormir. La confusión con la que está rodado no provoca, ni
remotamente, algo cercano a lo adrenalínico. Al contrario, el
sopor se va apoderando del espectador, que no para de preguntarse por
qué esta película tiene que durar casi dos horas.
Manuel
Barrero Iglesias
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