Social Icons

miércoles, 22 de mayo de 2013

El gran Gatsby

1/10
The Great Gatsby (Australia-Estados Unidos, 2013)
Dirección: Baz Luhrmann.
Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan, Joel Edgerton, Elizabeth Debicki.
Guión: Baz Luhrmann, Craig Pearce; basado en la novela de F. Scott Fitzgerald.
Música original: Craig Armstrong.
Fotografía: Simon Duggan.
Montaje: Jason Ballantine, Jonathan Redmond, Matt Villa.
Idioma: Inglés.
Duración: 142 minutos.

El gran fraude

Leo a varios analistas afirmando que esta versión hubiera hecho las delicias del mismísimo Jay Gatsby. No han entendido el espíritu de la novela. O quizás soy yo el que no se entera de nada. Veo a Gatsby como un romántico empedernido, alguien que utiliza la opulencia con el único fin de atraer a su amada. De hecho, deja bien claro que detesta las fiestas; para él los espectáculos grandilocuentes son solo un medio. Todo lo contrario le ocurre a Baz Luhrmann: para él, son un fin en sí mismo.

El director, fiel a su estilo, nos bombardea con una primera mitad frenética y excesiva. Pero el lenguaje videoclipero que tan bien funcionaba en Moulin Rouge, destroza la obra de Fitzgerald. Aquel musical jugaba al espectáculo puro y duro, y lo hacía muy bien. Con un hilo argumental convertido en mera excusa, Luhrmann podía dar rienda suelta a sus excesos.
Pero se supone que El gran Gatsby cuenta algo más. Hay retrato de una sociedad que instauraría las bases del mundo capitalista que hoy conocemos. Una clase alta caprichosa y amoral que eleva el egoísmo hasta su máxima potencia. Pero al relato de Luhrmann le falta alma. En la segunda mitad del film, el director consigue controlarse, pero es incapaz de transmitir nada de una mínima profundidad.

La narración se vuelve gélida. Ni en lo más primario, la historia de amor, este trabajo consigue agarrar al espectador. Ni tan siquiera el opresor calor del verano neoyorquino -tan bien plasmado en la versión de Jack Clayton- hace acto de aparición. Si a Luhrmann le quitamos toda esa parafernalia que tanto le gusta, no nos queda nada. Solo un director mediocre incapaz de hacer cine.
Ya ha demostrado que lo suyo es el videoclip, pero en la historia de Gatsby no encaja esa banda sonora desubicada. En ese primer tramo, parece que se vayan a poner a cantar en cualquier momento -quizás eso le hubiera dado otro aire al film...o no-. El caso es que el autor anda demasiado preocupado en calzar sus moderneces, como para ocuparse de la historia que tiene entre manos.

Ni siquiera los intérpretes son capaces de salvar el desastre. A pesar de los esfuerzos -y algunos buenos momentos- su talento se ve aplastado por esa máquina apisonadora que es Luhrmann. Al final, El gran Gatsby es un aparatoso y vacío juguete millonario en manos de un individuo caprichoso que solo piensa en su lucimiento. Es decir, una versión que encarna todo lo que la obra de Fitzgerald criticaba.


Manuel Barrero Iglesias

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 
 
Blogger Templates