Dead
Man Down (Estados Unidos, 2013).
Dirección:
Niels Arden Oplev.
Intérpretes:
Colin Farrell, Noomi Rapace, Terrence Howard, Dominic Cooper,
Isabelle Huppert.
Guión:
J. H. Wyman.
Música
original: Jacob Groth.
Fotografía:
Paul Cameron.
Montaje:
Timothy A. Good, Frédéric Thovaral.
Idiomas:
Inglés, francés, albanés, español.
Duración:
118 minutos.
Y tan muerto
Quizás
el nombre de Niels Arden Oplev puede confundir a alguno que crea
encontrarse ante algo de una mínima calidad. El thriller nórdico se
ha ganado (a veces de forma merecida, otras no tanto) en los últimos
años un prestigio que ha llevado a muchos de su directores hasta
Hollywood. Ahora le ha tocado el turno al realizador de la primera
entrega de Millennium (más efectiva que brillante, por
cierto). Lo dicho, el espectador avezado puede que vaya con cierta
predisposición para ver un thriller de calidad.
Pero
nada más lejos de la realidad; estamos ante uno de esos
subproductos de baja estofa, al que solo le falta Nicolas Cage como
protagonista (aunque Colin Farrell también hace sus “méritos”).
Una historia de venganzas que se permite el lujo de decidir quiénes
merecen ser ajusticiados y quiénes no.
Un
tópico tras otro se van sucediendo para reunir a dos almas
destrozadas que consiguen consolarse mutuamente. Los flash-back
para identificarnos con el héroe, las maldades de los villanos para
que nos alegremos por su muerte, la historia de amor que florece
entre la desesperación... y así hasta la final catarsis y curación
de heridas.
Todo
tan previsible, y contado de forma rutinaria, sin que se vislumbre
algo de originalidad. Por cierto, aún me pregunto que pinta una
Isabelle Huppert totalmente desubicada en medio de este tinglado.
¿Más (supuesto) prestigio? Escriban buenos guiones, por favor. Al
menos, algo que no dé vergüenza.
Manuel
Barrero Iglesias
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