Dirección
y guión:
Jonathan Levina (Novela de Isaac Marion).
Intérpretes:
Nicholas Hoult, Teresa Palmer, John Malkovich, Rob Corddry, Analeigh
Tipton, Dave Franco.
Música
original:
Marco Beltrami y Buck Sanders.
Fotografía:
Javier Aguirresarrobe.
Montaje:
Nancy Richardson.
Idioma:
Inglés.
Duración:
97 minutos.
Aunque
la mona se vista de seda...
Por David Sancho
4/10
Meses
atrás -cuando vi el tráiler de la película por primera vez- tuve
la impresión de que, aunque quedaba bastante claro que no iba a
tratarse de una obra maestra, había algo original en la película o
que por lo menos se trataba de una inteligente parodia de sagas como
'Crepúsculo', algo que podía merecer la pena ser visto.
No
es que con el tráiler nos den gato por liebre -lo cierto es que algo
de eso hay-, el problema es que lo dosifican en exceso, dando mayor
protagonismo a la historia de amor entre un zombie y una humana; amor
que comenzará a revertir el proceso de deshumanización al que el
pobre chico se vio sometido. La moraleja obvia de todo esto es que el
amor salva el mundo, ayyy que bonito.
Muy
bonito, pero lo cierto es que juega en contra de la película, porque
lo que podría hacerla interesante es la parodia inteligente, y no la
misma sobredosis de azúcar que tienen todas las películas de las
que parece que se quiere reír en un primer momento.
Y
por ahí en medio algunos chistes decentes que consiguen hacerlo todo
más llevadero, no lo suficiente, pero consiguen que no
abandonemos la sala. Menos de lo imaginable ayuda la presencia de
actores solventes como Rob Corddry y John Malkovich, este último
echadísimo a perder desde hace ya demasiado tiempo.
Al
final lo que tenemos es una película con una buena idea que queda
arruinada por lo que parece ser el miedo a no encontrar su público.
Problema que tal vez tenga el libro -no pienso leerlo-, o que tal vez
esté exclusivamente en mi cabeza; pero que no deja de parecer
terriblemente real cuando uno queda hastiado por tanto amor
“interracial” (no sé si a los zombies se les considera raza,
especie o dios sabe que) adolescente del que no le importa a nadie.
Por Manuel Barrero Iglesias
4/10
Para
titular esta reseña podríamos utilizar el obvio 'Mi novio es un
zombi'. Una canción que tiene ya casi un cuarto de siglo, reflejando
el espíritu festivo y transgresor de una época en la que los
muertos vivientes eran plato para outsiders y marginales. Eran los
años ochenta, y esto era cosa de freaks.
En
la actualidad, los zombies se han convertido en algo mainstream, y
esta película es un perfecto reflejo de ello. Después de que la
saga 'Crepúsculo' sublimara la idea de una adolescente enamorada de
un fallecido, este film continúa por esta senda. Con la diferencia
de que los muertos vivientes no tienen el glamour que sí poseen los
vampiros.
Por
fortuna, la película de Jonathan Levine prescinde de la afectada
pomposidad que sufrimos con Bella y Edward Cullen. Memorias de un
zombie adolescente es una comedia romántica en toda regla, en la
que los jóvenes amantes deben superar sus diferencias ¿sociales?
El problema de ser una comedia romántica al uso es que cae en todos los defectos típicos del género. Se desaprovecha la oportunidad de un punto de partida que toma la perspectiva del zombie, un terreno por explorar y que daba la posibilidad de abrir muy ampliamente el abanico de posibilidades.
El problema de ser una comedia romántica al uso es que cae en todos los defectos típicos del género. Se desaprovecha la oportunidad de un punto de partida que toma la perspectiva del zombie, un terreno por explorar y que daba la posibilidad de abrir muy ampliamente el abanico de posibilidades.
Pero
tras el inicio prometedor, aunque titubeante, vienen los tópicos y
las cursilerías. Una película en la que la inteligencia cede su
sitio a lo vulgar; tirando a la basura la oportunidad de construir
una comedia realmente original, a la vez que elegante.
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