Oblivion

4/10

Oblivion (Estados Unidos, 2013)

Dirección: Joseph Kosinski.

Intérpretes: Tom Cruise, Morgan Freeman, Olga Kurylenko, Nicolaj Coster-Waldau, Melissa Leo, Andrea Riseborough.

Guión: Joseph Kosinski, Michael Arndt, Karl Gajdusek; sobre el comic de Joseph Kosinsk y Arvid Nelson.

Música original: Anthony Gonzalez, M.8.3, Joseph Trapanese.

Fotografía: Claudio Miranda.

Montaje: Richard Francis-Bruce.

Idioma: Inglés.

Duración: 126 minutos.

Este Tom Cruise nos aburre

Tom Cruise casi siempre es apuesta segura cuando lo que está buscando uno es entretenimiento. Tiene un sexto sentido a la hora de escoger películas que de esas que hacen amenas un par de horas de tu vida; aunque últimamente está teniendo demasiados tropezones (Rock of Ages, Noche y día, Valkiria), algo que hace años nos hubiese parecido impensable.

Ésta, su nueva película, nos cuenta la futurista historia de un ex marine que se encarga de patrullar por lo que queda del planeta Tierra, el cual quedó destruido tras una larga guerra. Un día, durante uno de sus paseos, se encuentra una nave con parte de su tripulación todavía con vida.

Oblivion intenta ser una película de ciencia ficción sesuda, entretenida y espectacular a partes iguales, pero lo cierto es que se queda a medio camino de todo.

Los intentos de Joseph Kosinski y sus otros dos guionistas por dotar a la película de un cierto aire de trascendencia funciona. Uno siempre está esperando que se nos cuente algo realmente importante, algo realmente inteligente; ya que el desarrollo es interesante y siempre parece presagiar algo mucho más sustancial de lo que luego nos consiguen entregar. Posiblemente a más de uno le vendan la moto, pero creo que la mayoría sabrá ver que no es más que mucho ruido y pocas nueces.

Algo más de dos horas de película que no se hacen excesivamente insoportables, pero que no tienen el sello Cruise por ningún lado. Por ejemplo, en la reciente Jack Reacher, uno podía disfrutar de Cruise corriendo y pegando a gente, mientras soltaba frases lapidarias -la película no aspiraba a mucho más y por eso la cosa funcionaba-; pero aquí le tienes dando paseos en su moto voladora y disparando pistolas que parecen de juguete sin conseguir nunca que nos lo pasemos en grande.

El apartado visual, posiblemente lo más celebrado de la película por parte de la crítica, no deja de ser convencional; nada que nos deje con la boca abierta o que no tengamos la sensación de haber visto en otras ocasiones, incluso mejor hecho.

La película cojea en demasiados aspectos como para que nos la podamos tomar en serio del todo, y por supuesto que no va a ser una de esas películas que se nos quede en la cabeza durante mucho tiempo, y a dios gracias.

David Sancho