Pitch
Perfect (Estados Unidos, 2012).
Dirección:
Jason Moore.
Intérpretes:
Anna Kendrick, Anna Camp, Rebel Wilson, Adam DeVine, Brittany Snow,
Skylar Astin.
Guión:
Kay Cannon y Jeffrey Roda.
Música
original: Christophe Beck y Mark Kilian.
Fotografía:
Julio Macat.
Montaje:
Lisa Zeno Churgin.
Idioma:
Inglés.
Duración:
112 minutos.
It´s Glee meets nothing
Al igual que sucedió con la
serie Glee en sus inicios, Dando la nota (Pitch perfect) se nos
vende como una comedia musical transgresora y con mala leche; y al igual que
sucede con Glee, la mala leche brilla
por su ausencia. “It´s Bridesmaids meets Ted” rezaba la publicidad de la
película que se podía ver hace unos meses en los autobuses urbanos londinenses,
una broma de mal gusto destinada a engañar al espectador y venderle gato por
liebre.
La película no es más que
una comedia musical con canciones pop rancias y resobadas, versionadas sin el
menor gusto; y unos chistes facilones que solamente consiguen hacer gracia
cuando los pronuncian Rebel Wilson o Adam DeVine.
Lo cierto es que se deja ver
la mayor parte del tiempo, pero lo cien veces visto de su argumento puede
hacerla seriamente infumable para el público más exigente. Ni siquiera las
siempre estimulantes presencias de Anna Kendrick y Anna Camp, aquí simplemente
correctitas, consiguen sacar a la película del letargo en el que se instala
desde el primer minuto.
Típica historia de
inadaptados que consiguen sobreponerse a las trabas que les pone el sistema a
la hora integrarse -un calco del argumento de esa horrible serie que es Glee- resultando dicho proceso
enriquecedor tanto para los loosers
de turno como para los populares de la ‘uni’.
A las pegas que se le pueden
poner a la película hay que añadir la falta de fuerza que aporta a la
realización su director, curtido en series de televisión de medio pelo. Jason
Moore, que así se llama el elemento, parece no conocer la diferencia entre
dirigir un episodio de una serie -en el que tiene que haber un predeterminado
estilo visual para no truncar la coherencia interna- con el hecho de dirigir cine.
Moore no se esfuerza en aportar su granito de arena para que la película
levante el vuelo, y se limita a poner la cámara delante de los actores,
dejándolo todo en las manos de estos y los guionistas.
Al final uno se queda
con la sensación de que se trata de una película completamente innecesaria, un
spin-off de Glee con mejores actores
pero muy poquito más; o lo que es lo mismo, una de esas películas que debería
ir directamente a las páginas de descarga ilegales sin la necesidad del paso
previo por los cines.
David Sancho
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