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The Croods (Estados Unidos, 2013).
Dirección y guión: Kirk de Micco, Chris Sanders.
Intérpretes (voces): Nicolas Cage, Emma Stone, Ryan Reynolds, Katherine Keener, Cloris Leachman, Clark Duke.
Música original: Alan Silvestri.
Fotografía:Yong Duk Jhun.
Idioma: Inglés.
Duración: 98 minutos.
Apostando
sobre seguro
Estamos
ante una película bien pensada, una película de animación que
alberga todos los elementos necesarios para triunfar en taquilla.
Empezando por un grupo de actores famosos a cargo de poner las
voces a los personajes, siguiendo con una bonita moraleja
-para que los padres que lleven a sus hijos al cine se queden con la
sensación de que además de anestesiarles durante dos horas también
les están educando-, y pasando por un ritmo desenfrenado que
impida darte cuenta de que el argumento que hay detrás de tanta
locura no es precisamente para tirar cohetes.
Los
Croods nos cuenta la historia de unos cavernícolas que siempre
han vivido con la muerte acechándoles, por lo que han tenido que ser
muy precavidos, afrontando la vida de manera conservadora, sin tomar
riesgos. Pero el día en el que los continentes comienzan a formarse
deberán cambiar su modo de ver la vida -no la hija mayor, que ya
estaba en plena pubertad y con ganas de comerse el mundo-, y
abandonar su cueva para embarcarse en una gran aventura en busca de
un lugar en el que volver a vivir seguros. Todo esto con la ayuda de
un joven hecho a sí mismo que representa el futuro y la capacidad de
innovación.
A
lo largo de este viaje los personajes se encontrarán pintorescas
criaturas prehistóricas, inventarán el calzado, se enamorarán,
superarán sus miedos y correrán lo que no está escrito. Sobre todo
esto último, porque la película tiene un ritmo endiablado que
pone a los personajes en una carrera continua en la que únicamente
se para para introducir chistes de diversa eficacia, y discursos
acerca del sentido de la vida que ayudan a que los personajes crezcan
al aprender las lecciones de vida que esta aventura les proporciona.
Como dije al inicio, todo muy calculado.
Otro
elemento que parece que los productores consideraban importante era
que todo lo que tenían en sus cabezas se viese plasmado en la
pantalla de la manera más impresionante posible, y lo cierto es que
el desarrollo visual de la película es impactante en ciertos
momentos. Al menos en 3D, aunque como casi siempre, supongo que
la cosa en 2D tampoco cambiará mucho.
Por
lo tanto estamos ante una película de animación más, una película
que mantendrá tranquilos a los niños mientras que los padres pasan
un rato medianamente entretenido, una película sin aspiraciones
de ser un Wall-E o un Up, y que conseguirá a buen
seguro su objetivo.
David Sancho
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