Dirección
y guión: Martin McDonagh.
Intérpretes:
Colin Farrell, Sam Rokwell, Christopher Walken, Woody Harrelson,
Harry Dean Stanton.
Música
original: Carter Burwell.
Fotografía:
Ben Davis.
Montaje:
Lisa Gunning.
Idioma:
Inglés, vietnamita.
Duración:
110 minutos.
5/10
Escondidos en Hollywood
Martin
McDonagh ya se atrevió en su ópera prima a jugar con la comedia
dentro del cine negro. Forma parte de esa generación procedente del
Reino Unido que utiliza el humor negro para aderezar géneros como el
thriller policíaco (El irlandés), la ciencia-ficción
(Grabbers), o el cine de asesinos en serie (Sightseers).
Escondidos en brujas inauguraba esta tendencia de
metalingüismo irónico, que ahora McDonagh lleva aún más allá con
Siete psicópatas.
El
protagonista es un guionista en Hollywood que trata de escribir un
guión sobre siete asesinos. Así, la metaficción acaba apoderándose
de un film en el que todo es un continuo juego. Mucho se habla del
ingenio y la brillantez de una propuesta que demuestra su virtuosismo
con cuentagotas. El film resulta un inconexo batiburrillo de
secuencias que alguna vez funcionan aisladas, pero que en conjunto
jamás lo hacen.
No
basta con reunir a un puñado de actores con solera (Farrell,
Walken, Rockwell, Harrelson) encarnando a excéntricos personajes
en situaciones disparatadas. Y tampoco vale con hacer un
ejercicio de autoconsciencia creativa, cuando éste se limita a un
ejercicio de estilo más bien vacío.
Y
no es suficiente, porque a McDonagh no le acompaña la misma
inspiración que sí tuvo en su ópera prima. Sobre el papel, el film
lo tiene todo para ser un divertimento de primera. Pero eso sólo
ocurre en algún momento puntual, el resto es un continuo quiero y no
puedo. Una especie de reverso paródico del cine de Guy Ritchie
que nunca llega a satisfacer del todo.
Manuel
Barrero Iglesias
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