"El cine español es infinitamente más atractivo que el americano"
Fernando
Colomo es uno de esos directores fundamentales de la transición. Su
nombre estará siempre asociado a la comedia madrileña, gracias a
filmes como Tigres de papel o ¿Qué hace una chica como tú
en un sitio como éste? Y a pesar de sus incursiones en otros
géneros -ahí está El caballero del dragón-, el cómico
siempre ha sido el terreno donde más cómodo se ha movido: La
vida alegre, Bajarse al moro, Rosa Rosae,
Los años bárbaros, El próximo Oriente... Ahora estrena La
banda Picasso, proyecto que lleva acariciando varios años. Esta
vez, comedia sofisticada, basada en las andanzas del pintor malagueño
durante su juventud.
Por Manuel Barrero Iglesias
-Cuando
uno le dedica diez años a un proyecto es que debe creer mucho en él,
¿es La banda Picaaso es el proyecto de su vida?
Sin
duda, es el más ambicioso que he acometido.
-Y,
sinceramente, ¿hasta qué punto está satisfecho con el resultado?
Pues
muy contento, porque no pensaba que fuera a quedar tan bien. Y se lo
debo a un equipo maravilloso. Tener a un tío como Alcaine, en la
cumbre de su sabiduría, y que sabe de Picasso casi tanto o más que
yo, ha sido una suerte. Me pasó en Bajarse al moro, por
ejemplo. De pronto tienes un plantel de actores como Carmelo Gómez,
Verónica Forqué, Antonio Banderas, Echanove, Aitana Sánchez, Chus
Lampreave, Rellán...Y técnicamente estuve muy bien rodeado, lo
mismo que ahora. El equipo húngaro de esta película ha sido muy,
muy bueno. El del steadycam era formidable. Lo hemos rodado casi todo
con steady, lo cual nos daba mucha velocidad. Hemos encontrado un
sistema muy efectivo de rodaje que nos permitía rodar cinco minutos
cuando la media en cine es dos o dos y medio.
Con
los actores ensayé antes del rodaje, y no había ese rollo de “ahora
me voy a mi camerino...”. Estaban super enrollados. El rodaje fue
muy fácil, estupendo. Y todo eso ha ayudado. Cuando estás con todo
a favor se van añadiendo cosas. Al final la película tiene una
factura que para mí era impensable. Con el presupuesto que teníamos
nunca creí que pudiéramos llegar ahí.
-Ha
comentado que no quería mostrar al personaje de Picasso pintando,
que no quería aburrir al público. Este año Trueba ha hecho también
una película sobre un artista...
Espero
que no lo hayan tomado mal...
-...una
película más intimista, que indaga más en el proceso de creación,
¿qué le ha parecido El artista y la modelo?
Bien,
me entretuvo mucho. En principio, me gustan todas las películas de
Trueba, eso ya es un aliciente. Y también todo lo que está
relacionado con el mundo del arte. Siempre me gustó, pero con el
training que llevo en esta década...de hecho, ahora estoy pintando.
Sí, disfruté. Es otra opción distinta, porque en la mía no dejan
de pasar cosas, y la otra es más sosegada.
-A
principios de la década hizo un par de películas de época, y ahora
vuelve a este tipo de cine. A medida que pasa el tiempo, ¿le
interesa cada vez menos el presente y más el pasado?
Efectivamente.
Creo que es cosa de la edad, porque le pasa a Trueba, a Garci...te
vas haciendo mayor, y te da por hacer películas de época. Yo, si
puedo, voy a intentar compaginar. Pero sí que es verdad que con
treinta años no se me ocurría hacer una película de época ni por
asomo. Pero ahora mismo la realidad es tan deprimente... y tan obvia.
Lo que no voy a hacer es una película que se pueda hacer mejor en
documental. La realidad inmediata no me gusta.
-También
es una época muy distinta a los 70-80, en la que había más
ilusión.
Exactamente.
Cuando yo empecé justo fue el fin de la dictadura, y entonces había
en España un momento muy especial. Ahora es el comienzo de la
dictadura económica. Hemos descubierto que somos esclavos, y estamos
jodidos. Pero hay que rebelarse.
-Le
quería preguntar por Verónica Sánchez, de la que fue descubridor.
¿Siente alguna especie de “orgullo paternal”?
Estoy
muy orgulloso de ella, es una actriz estupenda. Y una persona
maravillosa, de una gran madurez. Ya lo era cuando rodamos (Al sur
de Granada). Tenía veinticuatro años, y por experiencia parecía
que tenía cuarenta. Por físico, dieciocho, porque es monísima;
pero es una tía de una gran serenidad y tranquilidad.
-Usted
no ha dejado de trabajar en televisión, ¿no cree que es un medio
desaprovechado en España?
Totalmente
de acuerdo contigo. Esto va a parecer una tontería, pero el cine
español es infinitamente más atractivo que el americano. No digo
industrialmente, porque ellos son la potencia. Pero como tienen que
llegar a tanto público, cada vez es más soso. Y sin embargo, la
televisión es todo lo contrario. Aquí sucede al revés. Hay un cine
muy interesante, pero la televisión (con alguna excepción) puede
dar mucho más de sí. Pero ahí estamos muy condicionados por las
cadenas, que son las que mandan.
-La
película está rodada en francés, pero también tiene diálogos en
español o en otros idiomas. Pienso que es una pena que hayan salido
copias dobladas.
Yo
también. Sí, recomiendo que se intente ver en la versión original.
No quiere decir que la versión doblada esté mal, hemos dedicado el
doble de tiempo que se dedica a una película americana en el
doblaje.
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