Dirección y guión: Michael Haneke.
Intérpretes: Jean-Louis Trintignant, Emmanuelle Riva, Isabelle Huppert, William, Shimell, Ramón Agirre,Rita Blanco, Alexandre Tharaud, Laurent Capelluto, Carole Franck, Dinara Droukarova.
Fotografía: Darius Khondji.
Montaje: Nadine Muse, Monica Willi.
Idiomas: Francés.
Duración: 127 minutos.
9/10
La
historia de amor más terrible jamás contada
Mucha era la expectación con
respecto a esta película; sobre todo teniendo en cuenta el gran éxito que
cosechó Haneke con su anterior, y genial obra, La cinta blanca. Cierto es que
ya poco tiene que demostrar, pero a mí me quedaba la duda de si conseguiría
mantener el nivelazo.
Haneke cuenta la historia de
Georges y Anne, una pareja de ancianos que han vivido de forma plena e
independiente; dos personas que han tenido una vida muy activa y exitosa dentro
del mundo de la música, y que ahora disfrutan su jubilación de manera
placentera. Todo cambia cuando Anne comienza a desarrollar un tipo de demencia,
perdiendo así su independencia y, por ende, la de su marido, el cual deberá
centrarse en darle los cuidados que necesita.
Al igual que en La cinta blanca, aquí el desarrollo de
la trama es mucho más fluido que en la mayoría de sus anteriores películas, en
las cuales solía imponerse un ritmo muy pausado que finalmente era quebrado por
un hecho inesperado que agita al espectador. En la mayoría de los casos actos
violentos, crudos e inesperados.
©Brigitte Lacombe
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Algo de todo eso sigue
quedando en el cine de Haneke, pero ya no es su recurso principal. Podría parecer que su cine se ha vuelto más clásico, lo cual puede ser cierto, pero no
por ello más convencional, ya que consigue combinarlo a la perfección con el
viejo Haneke que tantos éxitos ha cosechado. Posiblemente no dará tanto que hablar
como cuando estrenó Funny Games, pero en lo cinematográfico se ha vuelto mucho
más conciso, su cine es como una roca sin ningún tipo de fisura, y posiblemente
esté en el momento más inspirado de su carrera.
En Amour nos cuenta una historia que obviamente habla de amor, pero
también de los sacrificios que hay que hacer por él, de la pérdida de la
independencia (elemento esencial en la vida de cualquier persona), de la
soledad que se experimenta en la vejez, de la falta de comprensión por parte de
la sociedad acerca de los problemas que ésta acarrea, y de las limitaciones del
sistema para apoyar a estas personas en su búsqueda de una vida más plena e
independiente.
©Brigitte Lacombe
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Realmente no hay en la trama
de esta película nada que la haga sobresaliente. Lo que le va a permitir
auparse a los primeros puestos de todas las listas de mejores películas de 2013
es su capacidad para transmitir ese desasosiego del que no sabe cómo afrontar
un problema de esta magnitud, lo opresivo de su tono, cómo consigue hacernos
notar en nuestras propias carnes el dolor de ese marido y el temor de esa mujer
ante una enfermedad que no entiende y que ni siquiera es consciente de que
padece.
Básicamente aquí nos
encontramos a un Haneke que se muestra igual de efectivo que siempre, pero
siendo más parco en giros inesperados y escenas visualmente sobrecogedoras; esta vez consigue golpearnos simplemente con lo aterrador de la realidad,
entregándonos una vez más la obra maestra que de él esperamos.
David Sancho
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