Una vida mejor

Une vie meilleure (Francia, 2011)

Dirección y guión: Cédric Kahn.

Intérpretes: Guillaume Canet, Leïla Bekhti, Slimane Khettabi, Abraham Belaga, Nicolas Abraham.

Guión: Cédric Kahn, Catherine Paillé.

Música original: Akido.

Fotografía: Pascal Marti.

Montaje: Simon Jacquet.

Idioma: Francés, inglés.

Duración: 110 minutos.

6/10

El sueño que acaba en pesadilla

Nos engaña Kahn, y de qué manera, en los primeros minutos de esta película. Todo comienza como si fuera una comedia romántica con toques multiculturales, pero no van por ahí los tiros. Al momento siguiente parece que el conflicto vendrá por la condición de madre soltera de la chica. Ni mucho menos. Tras una elipsis magnífica, el director se mete de lleno en el meollo de la cuestión. Todo un drama sobre el modelo económico que nos ha llevado al desastre.

Una época en la que todos creímos que cualquier sueño estaba al alcance, falacia en las que los poderes financieros han basado su enriquecimiento a costa del pueblo. Con este marco de fondo, el director construye una tragedia personal en la que siempre está presente la realidad. Quizás se eche en falta algo de humor en este viaje al abismo, preocupado en mostrar la desgracia de forma machacona.

Kahn vuelve a jugar con nosotros cuando desaparece el personaje femenino, pero lo hace con la habilidad suficiente para no caer en lo tramposo. Nos pone en la piel de su pareja y su hijo, los cuales no saben qué ha ocurrido con ella. La resolución del conflicto es lógica y convincente, aunque de nuevo incidiendo en el carácter trágico de la historia.

Si hay algo que destaca en Una vida mejor (acertado e irónico título) es las relaciones entre personajes, especialmente entre niño y padrastro. Sin sentimentalismos baratos, con todo el realismo posible, con todos sus claros y sus oscuros. Película de gran solidez, que narra una de esas historias particulares de felicidades truncadas dentro del absurdo global que es el mundo.

Manuel Barrero Iglesias