Recuerdo
un vídeo de Steve Carell y Stephen Colbert, cuando ambos trabajaban
como reporteros en The Daily Show a las órdenes de Jon
Stewart, en el que una chica que quería hacer lo mismo que ellos les
preguntó qué creían que era lo más importante que debía tener un
actor para ser bueno, a lo que Steve Carell respondió que capacidad
de improvisación.
The
Daily Show es un programa de noticias en clave de humor, una
especie de Caiga quien caiga americano, mucho más destinado a
producir risas que a generar controversia política. En dicho
programa se hizo popular en Estados Unidos Steve Carell haciendo de
reportero. Pese que hasta la fecha ha tenido grandes papeles en cine
y televisión, yo creo que no lo he disfrutado tanto en ningún sitio
como en este programa.
Las
historias que debía cubrir habitualmente eran absolutamente
absurdas. A bote pronto, me viene a la memoria una en la que unos
niños bajan corriendo al salón, en el que están sus padres,
gritando que hay fuego en casa. Los padres suben rápidamente para
darse cuenta de que lo que pasaba es que en la televisión estaban
emitiendo un programa que consistía en mostrar una chimenea
ardiendo, generando en la casa la sensación de que se tiene una
chimenea encendida. Los padres, ni cortos ni perezosos pidieron que
se retirase el programa de antena por ser peligroso para los niños.
Pues bueno, las entrevistas de Carell a los padres de los niños y a
una de las responsables de la cadena ejemplifican perfectamente el
tipo de comedia que uno podía esperar cuando veía a Carell
improvisando en The Daily Show. Él totalmente
serio, haciendo preguntas absurdas sobre temas más absurdos, a gente
que se lo toma aún más en serio, generándose un nivel de patetismo
y autoparodia -solo intencionada en el caso de Carell-, que hacía
que el espectador no supiese si partirse de risa o mirar a otro lado
por vergüenza ajena.
Tras
su paso el program, Carell tuvo papeles pequeños en películas
importantes y un protagonista. De entre los pequeños papeles hay que
destacar su participación en El reportero: La leyenda de Ron
Burgundy, comedia ya de culto que en breve tendrá segunda
parte. Su primer protagonista fue en Virgen a los 40,
de la cual también fue co-guionista, la cual supuso un espaldarazo
importantísimo para su carrera. La película era vendida como una
comedia más sobre chistes sexuales, pero el boca-oreja jugó a su
favor y la primera película como director de Judd Apatow fue
ganándose al público debido a que tenía un guión mucho más rico
y un reparto mucho más compacto de lo que es habitual en este tipo
de películas.
Donde
consiguió hacerse realmente famoso fue cuando aceptó protagonizar
la adaptación americana de la popular serie inglesa The
office, serie creada por Ricky Gervais y Stephen Merchant,
verdaderos gurús de la comedia televisiva inglesa de los últimos
años. Estuvo siete temporadas, 140 episodios que le supusieron seis
nominaciones a los Emmy y otras seis a los Globos de oro, alzándose
con uno de ellos. En The office también hizo
gala en muchos momentos de las dotes para improvisación que le
hicieron grande en The Daily Show, siendo esos
los momentos más memorables de su personaje en la serie. Carell
supo bajarse del barco a tiempo -tal vez un par de temporadas antes
hubiese sido mejor-, cuando la serie ya había perdido la chispa y no
hacía más que ir en círculos, repitiéndose de forma preocupante.
Lo
cierto es que mientras que estuvo en The office fue haciendo
sus pinitos en la gran pantalla, pero también es verdad que no tuvo
ningún gran papel. Posiblemente su mejor película durante esos años
sea Pequeña miss sunshine, pero al tratarse de una
película más o menos coral, lo cierto es que no consiguió destacar
en exceso.
La
necesidad de centrarse en su carrera en el cine para conseguir
papeles más importantes hizo que dejase la serie, y rápidamente se
convirtió en un actor muy cotizado. Su primer pelotazo fue Crazy,
stupid, love, comedia romántica con los directores de la
genial Phillip Morris ¡Te quiero!.
Ahora
tiene por delante muchos proyectos pendientes de estreno en nuestro
país, así como algunos otros ya anunciados que despiertan nuestro
interés. De entre ellos destacar su participación en la nueva
película del siempre interesante Charlie Kaufman, Frank or
Francis; la secuela de El reportero, anteriormente
mencionada; o Foxcatcher, película en la que estará a
las órdenes de Bennett Miller -director de Moneyball-, y en la que
compartirá protagonismo con Channing Tatum y Mark Ruffalo.
Reconozco
que Carell es uno de mis cómicos favoritos y que veo cualquier
película que estrene por mala que sea y que me alegro de que vaya
consiguiendo meterse en proyectos de nivel que le hagan crecer como
actor; pero lo
cierto es que parece que voy a acabar echando de menos esa faceta
suya de improvisador que tanto me ha hecho reír y que tan buenos
resultados le ha dado.
Espero que de vez en cuando me dé una alegría.
David
Sancho
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