En la tercera
jornada pudimos ver dos de las películas que menos en serio se toman de la
sección oficial a concurso: John Dies at the End y Aftershock.
Fuera de la competición, otra descacharrante película, la finesa Iron
Sky. Y en la Sección Panorama, Excision, debut en la dirección de Richard
Bates Jr.
Por Manuel Barrero Iglesias
Excision
(Richard Bates Jr.)
Típico
film de adolescente perturbada, donde la combinación inteligncia+marginación
resultará letal. Los mejores momentos del film están en esa constante tensión
con una madre magníficamente interpretada por Traci Lords. Muy cerca de la caricatura,
pero sin caer nunca en el esperpento, esa “perfecta” madre ideal se
convierte en el personaje más aterrador de todos.
Sin
embargo, el de la adolescente sí es un rol que en ocasiones cae en la
exageración, cuando la pretensión parece ser la del realismo. No beneficia en
nada esa obsesión por afear a la protagonista, llenándola de granos y herpes.
Un film que reserva para el final su inevitable momento grotesco-impactante.
John Dies at the End (Don Coscarelli)
Don
Coscarelli, director homenajeado este año en Sitges, presenta una obra que es
pura diversión. Una película psicotrópica que no tiene más pretensión que la de
entretener durante sus casi dos horas de metraje. Y vaya sí lo consigue.
Gamberrada
alucinógena que rescata lo mejor del espíritu festivo de los ochenta. Una
comedia en la que destacan algunos momentos muy ingeniosos. No va a pasar a la
posteridad como una gran obra, pero es ideal para echar unas risas con los
amigos.
Iron Sky
(Timo Vuerensola)
Disparatada
premisa la de esta producción finesa. En el año 2018 una expedición
estadounidense a la Luna, descubre un campamento nazi asentado allí desde el
término de la II Guerra Mundial. Y el tono que escoge Vuerensola es el de la
parodia excesiva, mezclada con ciencia-ficción.
El
problema es que aparte de algún ácido chiste político, la mayor parte de bromas
son de una simpleza absoluta. Al final queda una película bastante tontorrona,
en la que se salvan algunos momentos realmente divertidos, y en la que tampoco
parece que se hayan preocupado demasiado por ir mucho más allá de su premisa.
Aftershock
(Nicolás López)
Muertes
en serie para un film que combina fallecimientos por desastres naturales con
asesinatos para ir acabando con la vida de un grupo de amigos. El
detonante de todo es un terremoto. Curiosamente, ninguna muerte de los
protagonistas estás directamente causada por la catástrofe.
El terror
viene después, cuando sale a relucir lo peor de la condición humana en
situaciones extremas. Algo que podría dar mucho juego, pero que el director
reduce a unos villanos caricaturizados en exceso. Una sucesión para ver “cómo
muere el siguiente”, en la que se desaprovecha todo el potencial de un material
interesante.
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