Sitges 2012: Día 2

En el segundo día del Festival pudimos ver cuatro filmes de la sección oficial a competición. La española Insensibles, la francesa Holy Motors, la estadounidense Compliance y la coreana Doomsday Book. También procedente de Corea del sur pudimos ver Young Gun in the time, en la sección Noves Visions, otra pequeña joya de Young-doo.

Por Manuel Barrero Iglesias

Insensibles (Juan Carlos Medina)

Turbadora cinta de terror española que nos inquieta desde el arranque. En la España pre-bélica, hay un pueblo en el que varios niños sufren una extraña enfermedad: son inmunes al dolor. Por lo tanto, no conocen el miedo, lo que conlleva un gran peligro para ellos mismos y los demás. De entre ellos, hay uno que destaca especialmente por su inteligencia y su (involuntaria) crueldad.

Una historia que se relaciona con otra ubicada en la actualidad y marcada por la tragedia. Estamos ante una película inquientante, con un guión ambicioso, quizás demasiado. Guerra civil española, nazismo, infancia, muerte, la crueldad humana, el amor, las mentiras…muchos temas y muy variados, para un resultado irregular.

Holy Motors (Léos Carax)

Estamos ante una de esas películas de obligada visión. Una de esas que no dejan indiferente a nadie. Muchos ya la han elevado a la categoría de obra de culto. Otros, la detestan. Innegable la belleza que contiene esta película de interesante (aunque no completamente original) planteamiento. El protagonista es un hombre al que vemos meterse en la piel de varios personajes a lo largo del mismo día.

El film es de un magnetismo absorbente; pero el continuo juego de máscaras o la reflexión (llena de simbolismos) sobre la condición humana, no terminan de convencer a este cronista. La sensación de esperpento se acaba imponiendo a la de genialidad. Eso sí, no dejen de verla. Porque si conectan con ella, les parecerá una de las películas del año. Al contrario, les parecerá de lo más absurdo y pretencioso. Sea como sea, toda una experiencia.

Compliance (Craig Zobel)

Una muy grata sorpresa. Sencillo thriller que sustenta su angustioso entramado en un “basado en hecho reales” de lo más absurdo. Pero como siempre decimos, hay hechos tan increíbles que solo pueden ser verdad. El film desnuda la estupidez y la crueldad humana en todas sus versiones.

El director crea desasosiego con muy poco, a la manera (salvando las distancias) del inicio de Funny Games. Nada muy grave está ocurriendo, pero siempre nos mantiene en tensión. Sabemos que la cosa no va a acabar bien. Al igual que somos conscientes del engaño, incluso antes de que el director lo muestre de forma explícita. Compliance reflexiona sobre la naturaleza humana de forma muy lúcida, y tiene la virtud de unas interpretaciones brillantes, indispensables para levantar un proyecto como éste.

Young gun in the time (Oh Young-doo)

El director coreano ya estuvo el año pasado con Invasion of the Alien Bikini; una de las películas que más celebré en la edición anterior, gracias a sus frescura y descaro. En esta ocasión, el director vuelve al fantástico con un film sobre viajes en el tiempo. De nuevo, con un sentido del humor descacharrante.

Más presupuesto que en su anterior film; pero la misma libertad creativa, el mismo humor surrealista. Todo un placer volver a encontrarse con un director que no se ajusta a clichés ni modas. Un director con personalidad, que se acerca al fantástico con muy poco dinero y mucha imaginación.

Doomsday Book (Yim Pil-sung, Kim Ji-woon)

Apocalíptico film compuesto por tres episodios que poco tienen que ver entre sí. Dos de ellos dirigidos por Pil-sung, y el otro por Ji-woon. Es éste el más solemne, pero también el más ridículo e insufrible. La manida reflexión sobre la inteligencia artificial, y la mecanización humana no aporta nada nuevo. Insoportable cada vez que el robot suelta algún discurso.

Los otros dos cortos son delirantes. Humor surrealista para una plaga zombie y un meteorito con forma de Bola 8 que se va a estrellar contra La Tierra. Ninguno de los dos son gran cosa, pero se les agradecen sus faltas de pretensiones, y el acercarse al apocalipsis de una forma tan festiva.