Por Manuel Barrero Iglesias
El
hipnotista (Lasse Hallström)
Cuando
muchos directores nórdicos están siendo reclutados por Hollywood para darle un
nuevo aire al thriller estadounidense, Lasse Hallström recorre el camino inverso. Después de 25
años en América, haciendo de más que eficiente artesano, vuelve a su Suecia
natal para rodar una cinta de suspense que sigue la estela de esta nueva ola
nórdica.
El
sueco es un muy buen director desaprovechado, al que hemos visto desplegar su talento
en alguna que otra ocasión. En El hipnotista vuelve a mostrar su habilidad tras
la cámara creando una atmósfera inquietante. Hallström usa su elegancia para un
relato que se mueve entre la oscuridad y la frialdad. Siempre turbador, siempre
teniendo en tensión al espectador.
El
problema está en un guión que deja demasiados puntos muertos. Irregularidades,
hechos sin explicación, soluciones ad hoc…después de un planteamiento
interesante, y con una atmósfera tan bien conseguida, la película se va a pique
por culpa de un muy pobre libreto.
¡Atraco! (Eduard Cortés)
Producción
cuidada, ambientada a mediados del siglo pasado, con una trama que involucra al
Genral Perón y a Carmen Polo. Una farsa construida a partir de algunas noticias
reales de la época, y que tiene su mejor baza en el trabajo de Guillermo
Francella, excelente actor que se adueña de la función cada vez que aparece.
Pero
un guión cogido con pinzas y algunos errores de casting llevan al producto por
los caminos de la mediocridad. Hay algún apunte humorístico inspirado, pero
esto se diluye a medida que transcurre el film. Una película que a duras penas
llega a convencer en algún que otro momento puntual.
Cuarteto (Dustin Hoffman)
El
debut en la dirección de Dustin Hoffman es una película entrañable sobre la
vejez. Y sobre la música. Un film emparentado con El exótico Hotel Marigold, pero sin caer en los errores de ésta. El film de John Madden procuraba ser serio y profundo, pero se quedaba en esquemático y superficial.
En Cuarteto agradecemos la falta de pretensiones, y la sencillez que desprende. Sus personajes, su guión, su puesta en escena...todo fluye de forma limpia y agradable. No hay nada novedoso en este divertido retrato de la tercera edad, pero tampoco nada que chirríe.
Lo que da más juego es esa combinación entre divismo y vejez. Si a cualquier persona le cuesta aceptar el paso de los años, a alguien que lo ha sido todo, más todavía. Un reparto de lujo con una maravillosa Maggie Smith a la cabeza consigue hacernos pasar un rato ameno.
En Cuarteto agradecemos la falta de pretensiones, y la sencillez que desprende. Sus personajes, su guión, su puesta en escena...todo fluye de forma limpia y agradable. No hay nada novedoso en este divertido retrato de la tercera edad, pero tampoco nada que chirríe.
Lo que da más juego es esa combinación entre divismo y vejez. Si a cualquier persona le cuesta aceptar el paso de los años, a alguien que lo ha sido todo, más todavía. Un reparto de lujo con una maravillosa Maggie Smith a la cabeza consigue hacernos pasar un rato ameno.
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