Dirección:
Wes Anderson.
Intérpretes:
Jared Gilman, Kara Hayward, Bruce Willis, Edward Norton, Bill Murray,
Tilda Swinton, Frances McDormand , Harvey Keitel, Jason Schwartzman,
Bob Balaban.
Guión:
Wes Anderson, Roman Coppola.
Música
original: Alexandre Desplat.
Fotografía:
Robert D. Yeoman.
Montaje:
Andrew Weisblum.
Idioma:
Inglés.
Duración:
94 minutos.
8/10
Al
final de la escapada
No
perteneciendo al género fantástico, cada película de Wes
Anderson te lleva a otro universo, a un mundo paralelo en el que
impera la estética retro-chic, y al que te mudarías sin pensarlo
dos veces. En Moonrise Kindgom, además, para esta
historia de un primer amor, viaja al pasado, a la mitad de los años
60s, antes de que se perdiera por completo la inocencia.
Dos
pre-adolescentes que descubren el amor son los protagonistas. Él es
Sam (Jared Gilman), un huérfano repudiado repetidamente por sus
familias adoptivas y dado de lado por sus compañeros de los Scouts
Caqui. Ella es Suzy (Kara Hayward), una chica un poco problemática y
con arranques de agresividad, amante de los libros fantásticos de
aventuras, a la que le gustaría no saber nada de su familia. Tras
conocerse deciden unir fuerzas para huir de un mundo al que no
consiguen adaptarse y construir juntos un reino idílico a su medida.
Toman decisiones sin complicarse, ajenos a lo socialmente aceptado,
simplemente en busca de la felicidad.
Los
jóvenes protagonistas contrastan con los personajes adultos, todos
ellos escollados y perdidos en sus crisis personales. Acomodados
en sus vidas aunque infelices, no tienen el valor de tomar
responsabilidades serias o poner soluciones para seguir adelante y
progresar. Unos y otros, tras una primera impresión de apariencia
sencilla, se van dibujando poco a poco más allá de sus actos a
través de pequeños detalles que delatan que poseen un interior
complejo, lleno de matices y sentimientos.
Como
hiciera Benjamin Britten para su 'Guía de orquesta para jóvenes'
con la pieza de Henry Purcell (que sirve de obertura musical a la
cinta), Wes Anderson disecciona cada uno de los personajes (o
grupo de personajes) que compone la historia para luego reunirlos a
todos ellos en un frenético y apoteósico final en el que -con
mayor o menor protagonismo- tienen un papel imprescindible para que
la sinfonía resulte armónica. Con un final anunciado desde el
principio como la tormenta que arrasó la isla de New Penzance en
septiembre de 1965, la primera parte se recrea especialmente en la
historia romántica de Sam y Suzy, pero no es más que la calma
previa a la tempestad que pondrá orden en los habitantes de la isla
en la segunda.
A
parte de los ya típicos zooms, uso magistral de la cámara lenta,
planos cenitales,… se añaden elementos fantásticos más propios
de su proyecto anterior, la cinta animada Fantastic Mr Fox
(2008), que de sus otras películas de carne y hueso. Y es que
Moonrise Kingdom tiene mucho de literatura
juvenil. Al salir de la sala, más que haber visto una buena
película, te llena la misma satisfacción que produce haber leído
un buen libro, con la única diferencia de que las imágenes y la
banda sonora te han sido (gratamente) impuestas. Viajar al
universo que nos propone Wes Anderson siempre es un placer si le
dejas que te lleve de su mano.
M.
Lofish
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