domingo, 30 de septiembre de 2012
San Sebastián 2012: Palmarés completo
SECCIÓN OFICIAL
CONCHA DE ORO A LA MEJOR PELÍCULA
DANS LA MAISON, François Ozon (Francia)
PREMIO ESPECIAL DEL JURADO
BLANCANIEVES, Pablo Berger (España-Francia)
CONCHA DE PLATA AL MEJOR DIRECTOR
FERNANDO TRUEBA, EL ARTISTA Y LA MODELO (España)
CONCHA DE PLATA A LA MEJOR ACTRIZ ex-aequo
MACARENA GARCÍA, BLANCANIEVES (España-Francia)
CONCHA DE PLATA A LA MEJOR ACTRIZ ex-aequo
KATIE COSENI, FOXFIRE (Francia-Canada)
CONCHA DE PLATA AL MEJOR ACTOR
JOSÉ SACRISTÁN, EL MUERTO Y SER FELIZ (España-Argentina-Francia)
PREMIO DEL JURADO A LA MEJOR FOTOGRAFÍA
TOURAJ ASLANI, FASLE KARGADAN / RHINO SEASON (Turquía)
PREMIO DEL JURADO AL MEJOR GUIÓN
FRANÇOIS OZON, DANS LA MAISON (Francia)
MENCIÓN ESPECIAL DEL JURADO
THE ATTACK, Ziad Doueiri (Líbano-Francia-Qatar-Bélgica)
PREMIO KUTXA NUEVOS DIRECTORES
PREMIO KUTXA NUEVOS DIRECTORES
CARNE DE PERRO, Fernando Guzzoni (Chile-Francia-Alemania)
MENCIÓN ESPECIAL
PARVIZ, Majid Barzegar (Irán)
MENCIÓN ESPECIAL
EL LIMPIADOR, Adrián Saba (Perú)
PREMIO HORIZONTES
PREMIO HORIZONTES
EL ÚLTIMO ELVIS, Armando Bo (Argentina-EEUU)
MENCIÓN ESPECIAL
ERA UMA VEZ EU, VERÔNICA / ONCE UPON A TIME WAS I, VERONICA, Marcelo Gomes (Brasil)
MENCIÓN ESPECIAL
DESPUÉS DE LUCÍA, Michel Franco (México-Francia)
PREMIO SERBITZU SARIA
PREMIO SERBITZU SARIA
PURA VIDA, Pablo Iraburu, Migueltxo Molina (España)
PREMIO DEL PÚBLICO SGAE-FUNDACIÓN AUTOR
PREMIO DEL PÚBLICO SGAE-FUNDACIÓN AUTOR
THE SESSIONS, Ben Lewin (EEUU)
PREMIO DEL PÚBLICO SGAE-FUNDACIÓN AUTOR. PREMIO PELÍCULA EUROPEA
THE ANGELS' SHARE, Ken Loach (Reino Unido-Francia-Bélgica-Italia)
PREMIO EUSKALTEL DE LA JUVENTUD
PREMIO EUSKALTEL DE LA JUVENTUD
7 CAJAS, Juan Carlos Maneglia, Tana Schémbori (Paraguay)
PREMIOS XI ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ESTUDIANTES DE CINE
PREMIO PANAVISION
THE MASS OF MEN, Gabriel Gauchet (National Film and TV School, Reino Unido)
Participación en el SHORT FILM CORNER del Festival de CANNES
THE MASS OF MEN, Gabriel Ga uchet (National Film and TV School, Reino Unido)
WEDDING DUET, Goran Mihailov (Universitatea Nationala de Arta Teatrala si Cinematografica“I.L. Caragiale”, Rumanía)
I THINK THIS IS THE CLOSEST TO HOW THE FOOTAGE LOOKED, Yuval Hameiri and Michal Vaknin (Tel Aviv University, Israel)
PREMIOS CINE EN CONSTRUCCIÓN 22
PREMIO CINE EN CONSTRUCCIÓN DE LA INDUSTRIA
GLORIA, Sebastián Lelio (Chile)
PREMIO NORTEADO
TANTA AGUA, Ana Guevara, Leticia Jorge (Uruguay-México-Holandal)
PREMIOS CINE EN MOVIMIENTO 8
PREMIO CINE EN CONSTRUCCIÓN DE LA INDUSTRIA
LE VEAU D’OR (THE GOLDEN CALF), Hassan Legzouli (Francia-Marruecos)
MOUG (WAVES), Ahmed Nour (Egipto-Marruecos)
OTROS PREMIOS
PREMIO FIPRESCI
EL MUERTO Y SER FELIZ, Javier Rebollo (España-Argentina-Francia)
PREMIO TVE OTRA MIRADA
SHESH PEAMIM / SIX ACTS, Jonathan Gurfinkel (Israel)
PREMIO TVE OTRA MIRADA. MENCIÓN ESPECIAL
THE ATTACK, Ziad Doueiri (Líbano-Francia-Qatar-Bélgica)
PREMIO SIGNIS
DÍAS DE PESCA, Carlos Sorin (Argentina)
PREMIO DE LA ASOCIACIÓN DE DONANTES DE SANGRE DE GIPUZKOA, A LA SOLIDARIDAD / ELKARTASUN SARIA
LE CAPITAL, Costa Gravas (Francia)
PREMIO SEBASTIANE 2012
JOVEN & ALOCADA, Marialy Rivas (Chile)
San Sebastián 2012: Día 8
Se
acabó la Sección oficial a concurso con la proyección de El hipnotista, la
vuelta de Lasse Hallström a Suecia. Fuera de concurso tuvimos las proyecciones
de ¡Atraco!, coproducción hispano-argentina dirigida por Eduard Cortés; y el
debut en la dirección de Dustin Hoffman.
Por Manuel Barrero Iglesias
El
hipnotista (Lasse Hallström)
Cuando
muchos directores nórdicos están siendo reclutados por Hollywood para darle un
nuevo aire al thriller estadounidense, Lasse Hallström recorre el camino inverso. Después de 25
años en América, haciendo de más que eficiente artesano, vuelve a su Suecia
natal para rodar una cinta de suspense que sigue la estela de esta nueva ola
nórdica.
El
sueco es un muy buen director desaprovechado, al que hemos visto desplegar su talento
en alguna que otra ocasión. En El hipnotista vuelve a mostrar su habilidad tras
la cámara creando una atmósfera inquietante. Hallström usa su elegancia para un
relato que se mueve entre la oscuridad y la frialdad. Siempre turbador, siempre
teniendo en tensión al espectador.
El
problema está en un guión que deja demasiados puntos muertos. Irregularidades,
hechos sin explicación, soluciones ad hoc…después de un planteamiento
interesante, y con una atmósfera tan bien conseguida, la película se va a pique
por culpa de un muy pobre libreto.
¡Atraco! (Eduard Cortés)
Producción
cuidada, ambientada a mediados del siglo pasado, con una trama que involucra al
Genral Perón y a Carmen Polo. Una farsa construida a partir de algunas noticias
reales de la época, y que tiene su mejor baza en el trabajo de Guillermo
Francella, excelente actor que se adueña de la función cada vez que aparece.
Pero
un guión cogido con pinzas y algunos errores de casting llevan al producto por
los caminos de la mediocridad. Hay algún apunte humorístico inspirado, pero
esto se diluye a medida que transcurre el film. Una película que a duras penas
llega a convencer en algún que otro momento puntual.
Cuarteto (Dustin Hoffman)
El
debut en la dirección de Dustin Hoffman es una película entrañable sobre la
vejez. Y sobre la música. Un film emparentado con El exótico Hotel Marigold, pero sin caer en los errores de ésta. El film de John Madden procuraba ser serio y profundo, pero se quedaba en esquemático y superficial.
En Cuarteto agradecemos la falta de pretensiones, y la sencillez que desprende. Sus personajes, su guión, su puesta en escena...todo fluye de forma limpia y agradable. No hay nada novedoso en este divertido retrato de la tercera edad, pero tampoco nada que chirríe.
Lo que da más juego es esa combinación entre divismo y vejez. Si a cualquier persona le cuesta aceptar el paso de los años, a alguien que lo ha sido todo, más todavía. Un reparto de lujo con una maravillosa Maggie Smith a la cabeza consigue hacernos pasar un rato ameno.
En Cuarteto agradecemos la falta de pretensiones, y la sencillez que desprende. Sus personajes, su guión, su puesta en escena...todo fluye de forma limpia y agradable. No hay nada novedoso en este divertido retrato de la tercera edad, pero tampoco nada que chirríe.
Lo que da más juego es esa combinación entre divismo y vejez. Si a cualquier persona le cuesta aceptar el paso de los años, a alguien que lo ha sido todo, más todavía. Un reparto de lujo con una maravillosa Maggie Smith a la cabeza consigue hacernos pasar un rato ameno.
sábado, 29 de septiembre de 2012
San Sebastián 2012: Día 7
Dos
pesos pesados a competición en la séptima jornada. El griego Costa-Gavras, con casi 80 años, sigue radiografiando la
realidad de nuestro tiempo. El argentino Carlos
Sorín, camino ya de los 70, vuelve a la Patagonia con una de esas historias
mínimas que tanto le gustan. Fuera de concurso, se presentó una de las
películas más esperadas de la temporada: Lo
imposible, del español J.A. Bayona.
Por Manuel Barrero Iglesias
Días de pesca
(Carlos Sorín)
Tras
dos películas en espacio reducidos, Sorín vuelve a la inmensidad de la
Patagonia con esta película que sigue una línea de total coherencia con la
filmografía anterior del director. Con ese gusto por lo pequeño, por la línea
argumental casi imperceptible.
El
autor vuelve a las relaciones entre padres e hijos (en este caso, hija), tema
que ya trató en La ventana. En Días
de pesca hay mucho más en lo invisible que en lo mostrado. Sorín deja al
espectador un vasto terreno donde crear una historia que apenas se nos explica.
Ni falta que hace.
El
egoísmo de su personaje principal queda perfectamente retratado con pequeñas
pinceladas, aunque nunca se nos muestra a un ser despreciable. Al contrario,
aparece como un tipo encantador, casi entrañable en esa búsqueda de cariño.
Días de pesca,
además, destaca por la variopinta fauna
de secundarios que pululan por el paisaje. En especial, ese entrenador de
boxeo y el pescador de tiburones. Personajes
de carne y hueso que le dan aún más verdad a este film tan humano.
Le
capital (Constatin Costa-Gavras)
Ahí
está Costa-Gavras, octogenario que sigue haciendo ese cine comprometido que
siempre le ha caracterizado. El director no ha dejado pasar la oportunidad de
hablar sobre la crisis mundial, adaptando la novela de Stéphane Osmont sobre
los tiburones financieros.
Una película que se
sostiene, básicamente, gracias al carisma de su protagonista. Impecable Gad
Elmaleh, que engrandece un personaje muy bien escrito.
Alguien con una total falta de escrúpulos, pero que sin embargo nos resulta
hasta encantador. Su autoconsciencia, su lucidez y su brillantez lo hacen
alguien muy atractivo. Si a esto le sumamos su adicción al poder, ahí tenemos
este potente retrato.
El problema es la escasa
dimensión que algunos secundarios tienen, unido a un guión que cumple funcionalmente,
pero que no consigue elevarse más allá. La película es sólida,
pero está en la última senda del cine de Costa-Gavras, al que le falta algo más
para llegar al nivel de sus obras del pasado.
Lo
imposible (J.A. Bayona)
Bayona
demuestra que sabe lo que se hace tras las cámaras. Después de hacer un pulcro
ejercicio de terror clásico con El
orfanato, se embarca en un proyecto
de envergadura sin que le tiemble el pulso ni un momento. La primera media hora
es apabullante, un espectáculo perfectamente orquestado. Un retrato del
huracán doloroso, y muy angustioso. Sin duda, toda una lección de cine como
espectáculo. Bien hecho.
Pero
a partir de ahí, la película se reduzca a esa búsqueda entre los miembros de la
familia, cayendo en el sentimentalismo
más facilón, con manipulaciones para todos los gustos. Engaños, música que
subraya, tensión forzada hasta el límite...todo lo imaginable para atrapar al espectador
de manera poco honesta.
Lástima
de enorme talento desperdiciado en productos muy menores. Películas que copian
a otras, reproduciendo una forma de hacer cine que es una apuesta comercial
segura, pero cuyos resultados artísticos dejan bastante que desear.
viernes, 28 de septiembre de 2012
San Sebastián 2012: Día 6
Cine asiático para la sexta
jornada del festival. En ambas, tenemos
maternidad obligada por violación. La china Emily Tang dirige All apologies, y
el ya consagrado iraní Bahman Ghobadi (Las tortugas también vuelan) está detrás
de Rhino Season.
Por Manuel Barrero Iglesias
All Apologies (Emily Tang)
Con
su apariencia de película pequeña, All apologies
termina alcanzándonos más allá de su final, haciéndose un hueco en nuestro
corazoncito. En la vorágine que se convierte un Festival
de cine, muchas veces no da tiempo a degustar un film cuando ya estás inmerso
en otro. Pero la película de Emily Tang es de las que crecen en el recuerdo.
La China rural es el marco
en el que se desarrolla una historia que empieza con tragedia, y que se centra
en la rabia de unos padres abatidos por el dolor. El humano sentimiento de
descargar la ira en el “culpable” recorre el primer tramo del film. La
directora siempre trata el tema con suma delicadeza, sin cargar las tintas en
el dramatismo de la historia.
A medida que transcurre el
film, éste se va convirtiendo en un alegato en contra de la violencia contra la
mujer. Pero, de nuevo, la directora huye
del dramatismo obsceno, para ir construyendo un discurso sutil pero contundente.
La dignidad y entereza que muestra el personaje femenino es toda una lección de
humanidad.
Película
sensible, sencilla en apariencia, pero que encierra un mensaje claro contra el
machismo aún imperante en el mundo, en este caso concreto, en
China.
Rhino Season (Bahman
Ghobadi)
En
el cine de Bahman Ghobadi siempre está presente el llanto por una tierra, la
suya, golpeada por propios y extraños. En
los últimos años, el director se está preocupando por denunciar las situaciones
provocadas por los gobernantes de su país. En Irán, siendo director de cine con
voz propia, las opciones son deprimentes: Si te quedas, te arriesgas a ser
encarcelado (caso de Jafar Panahi). Si quieres libertad, la única opción es el
exilio (caso del propio Ghobadi).
Una tristeza que recorre este
trabajo, basado en la historia del poeta kurdo-iraní Sahel, encarcelado durante
treinta años, mientras a sus familiares se les dijo que había muerto. Un desgarrado grito de desolación
personificado en la dantesca historia de este hombre, pero que es la historia
de muchos otros.
El
tono poético invade todo el film, quizás en exceso. Es cierto que hay momentos
de gran belleza, pero también hay demasiada dispersión en una obra que se
pierde en sí misma. Un laberinto del que no siempre sabe salir
el autor, que enreda su loable propósito en una película que termina siendo muy
cargante.
miércoles, 26 de septiembre de 2012
San Sebastián 2012: Día 5
Quinto día del festival, y dos películas que tienen relación con el pueblo judío, de alguna u otra forma. El atentado habla de la situación entre Israel y Palestina a través del drama personal de un hombre cuya vida se viene abajo de repente. La austríaca Die lebenden vuelve al oscuro pasado alemán, a través del viaje que emprende su joven protagonista recorriendo de los secretos familiares.
Por Manuel Barrero Iglesias
El atentado (Ziad Doueiri)
Es extraño que haya festival de cine sin su película sobre el conflicto entre Israel y Palestina. En esta ocasión viene de la mano del libanés Ziad Doueiri, que ya se acercó a la guerra de su propio país en West Beirut (su debut en la dirección). Tras el descanso que supuso la sensual Lila dice, el director vuelve a la carga con tema complicado, adaptando la novela de Yasmina Khadra.
Todo gira en torno a un personaje que contempla como su mundo se derrumba de un día para otro. Él es un musulmán que vive en Tel aviv, cirujano de prestigio perfectamente integrado entre judíos. En uno de los atentados que sacuden a la ciudad, su propia esposa es la terrorista que se hace volar por los aires, llevándose la vida de varios civiles (varios niños entre ellos) por delante.
Amin desconocía la doble vida de su esposa, y tras el duro golpe, se le plantean dos problemas: uno interior y otro exterior. La lucha interna va desde la negación hasta la aceptación resignada. No puede creer que su mujer cometiera un acto tan atroz, incluso menos aún comprende que se lo ocultara. Más tarde, trata de buscar las respuestas a por qué lo hizo, pero en ese viaje, al personaje se le irá planteando nuevas cuestiones en lugar de encontrar las soluciones.
La problemática externa tiene que ver con el hecho de ser rechazado por unos y otros. En Israel se le mira con recelo, incapaces de desligarle de lo que su mujer perpetró. Los árabes lo desprecian por considerarlo un "bastardo", alguien que ha olvidado sus raíces. Aunque los que mejor le conocen se mantengan fieles, el desprecio es generalizado entre los que no son íntimos.
Una confrontación consigo mismo y con el mundo que le rodea, en la que habrá muchos replanteamientos. El atentado es una película que aborda el conflicto, pero lo hace sin entrar a juzgar. Sin tomar partido. Lo hace desde una perspectiva humana, tratando de comprender a seres humanos concretos que se desenvuelven en una muy delicada situación.
Die lebenden (Barbara Albert)
Otra película más que bucea en el pasado alemán, a través de una joven que va descubriendo los entresijos de su familia, la cual pretende enterrar el pasado sin que sue vuelvan a revivir fantasmas dolorosos.
El film es un arduo trabajo de nvestigación con poco ritmo, y muchas deficiencias en cómo está contado. El tema ya ha sido tratado en innumerables ocasiones, y el enfoque de Barbara Albert no aporta ninguna variación significativa al tema.
Para intentar dar algo de respiro a la pesada trama se introduce una torpe y absurda historia de amor que no hace más ameno el viaje, sino todo lo contrario. Plomiza búsqueda que tiene momentos interminablemente falsos (como el del vídeo), para una película que no pasará a la historia como referente en el cine sobre el nazismo.
martes, 25 de septiembre de 2012
San Sebastián 2012: Día 4.
El cuarto día en San Sebastián que nos trae a uno de los grandes nombres del cine francés actual, y a un actor-estrella italiano al que últimamente le ha dado por dirigir. El francés mira hacia los Estados Unidos de los 50, y el italiano hacia los balcanes y su guerra. La primera, una película estimulante, aunque dispersa. La segunda, un despropósito.
Por Manuel Barrero Iglesias
Foxfire (Laurent Cantet)
El francés Laurent Cantet (El empleo del tiempo, La clase) rueda su primer largometraje en inglés, un trabajo ambientado en el Nueva York de los años 50, y basado en la novela de Joyce Carol Oates. El principio promete, y aguardamos expectantes la mirada de Cantet sobre este grupo de adolescentes (chicas), que buscan su rebelión contra el orden establecido.
Unos acontecimientos que se dessarrollan unos años antes de la explosión liberadora de la mujer en occidente, narrados por una voz en off que despierta unas expectativas luego no cumplidas. El relato de estas feministas que quieren cambiar el mundo se teje de forma muy confusa, sin que el espectador sepa muy bien hacia donde va. Una película que parece va a despegar en varias ocasiones, pero que nunca nunca termina de hacerlo.
Hay muchas reflexiones valiosas sobre la rabia juvenil y las formas en las que deriva la noblre idea de "cambiar el mundo". Sobre las grietas que surgen en cualquier organización, incluso en las que procuran ser más justas y democráticas. Sobre la figura del líder. Sobre la solidaridad. O la envidia.
Hay bastante jugo que sacar a esta obra, que va creciendo en complejidad a medida que pasan los minutos. El problema es que también crece la confusión. Un trabajo muy interesante al que quizás le hubiese venido bien un recorte de metraje para no diluir su contenido.
Volver a nacer (Sergio Castellitto)
Vuelve a dirigir Sergio Castellitto a Penélope Cruz en un dramón de cuidado. Tras No te muevas, ahora ambos repiten en Volver a nacer, una película culebronesca que tiene como telón de fondo la guerra de los balcanes. No empieza del todo mal, con su retrato de la antigua Yugoslavia un poco a lo Kusturica, y con una decente puesta en escena de la incipiente historia de amor. Eso sí, el personaje de Emile Hirsch es abofeteable desde el primer minuto.
El conflicto se presenta ante la imposibilidad de ella para tener hijos, lo que llevará a la pareja a buscar cualquier solución posible. Todo esto coincide con la explosión de la contienda bélica en la zona, lo que dará lugar a una profunda transformación en la vida de estos personajes.
Película histérica hasta decir basta, en la que todos se ponen a gritar sin ton ni son, a las primeras de cambio. Unos climax llenos de dramatismo mal entendido que rompen con todo atisbo de tono que pudiera existir. El tramo final es directamente un esperpento, con secretos y giro de guión que parecen sacados de cualquier telenovela.
Una forma de hacer cine que tiene como pilares la manipulación sentimental y el engaño. Así, el director destroza cualquier posibilidad de aprovechar las interesantes reflexiones que asoman en el guión: sobre como las circunstancias pueden cambiar la vida de cualquier persona en un instante, y que el amor no siempre lo puede todo. Castellitto se empeña en buscar nuestras lágrimas de forma desesperada, y lo que encuentra son nuestras risas de incredulidad.
Joseph Gordon-Levitt: Alma indie y sueños blockbuster
Hace
unos años poca gente conocía a Joseph Gordon-Levitt por otra cosa
que no fuese Cosas de marcianos, una entretenida serie
que tuvo mucho éxito, y que mostraba el proceso de integración de
unos marcianos en la tierra tras adoptar apariencia humana. Diez años
después de la finalización de la serie, se ha convertido en uno de
los actores más cotizados de Hollywood.
Antes
de Cosas de marcianos y algunos años después, su carrera no
tuvo trabajos remarcables. Fue en 2004 cuando tuvo el primer papel
protagonista con el que conseguir trascender. La película en
cuestión es Oscura inocencia (Piel misteriosa) de
Gregg Araki, un duro film sobre abusos sexuales que le valió para
ser tenido en cuenta, al menos en otras producciones independientes.
Un
año después apareció en Havoc (Caos), mediocre
película que tuvo más publicidad de la merecida debido a que Anne
Hathaway aparecía desnuda en ella, lo cual generó cierto shock en
Hollywood por tratarse de la inocente chica que había protagonizado
poco antes las dos entregas de Princesa por sorpresa para
Disney.
Ese
mismo año estrenó otro pelotazo indie de la mano de Rian Johnson.
Brick tuvo una gran acogida por parte de la crítica
-lo cierto es que es una gran película- que destacó la gran
actuación de Levitt. En los años posteriores continuó
protagonizando cintas independientes sin la misma suerte.
Posiblemente The Lookout
sea la más destacable de todas, no tanto por su calidad
cinematográfica, sino más bien por la gran actuación de su
protagonista.
Tuvo
que esperar hasta 2009 para volver a participar en otra producción
independiente de éxito. 500 días juntos le supuso su
primera nominación a los Globos de oro, así como el darse a conocer
ante un público más amplio, ya que aunque se trataba de una
película de corte independiente, tuvo un relativo éxito comercial.
500
días juntos fue el empujón que le faltaba a su carrera, y le
permitió alternar las cintas independientes con las grandes
producciones de Hollywood, esas donde se encuentra el dinero y la
fama. Lo cierto es que aunque se le abrieron muchas puertas, muchos
de los proyectos elegidos no estuvieron a la altura. Problemas
de mujeres, G.I.Joe, Elektra Luxx
o Hesher son claros ejemplos
de ello. Pero a estos hay que añadir algunas cintas excelentes.
Posiblemente
el director que le ha hecho definitivamente grande haya sido
Christopher Nolan, gracias a dos papeles con bastante protagonismo en
sus dos últimas películas: Origen y El
caballero oscuro: la leyenda renace renace, cine taquillero
de alto presupuesto no exento de calidad.
A
pesar de aparecer en superproducciones de ese calibre, seguía
escogiendo pequeños proyectos, entre lo que se hace obligatorio
destacar 50/50, una más que correcta cinta indie que
le supuso su segunda nominación a los Globos de oro.
Ahora
llega a nuestras pantallas con la película Sin frenos,
un thriller sobre un repartidor que se mueve por Nueva York sobre su
bicicleta mientras un policía corrupto le persigue. La cinta ha
recibido una tibia acogida, pero de primeras, trabajar para David
Koepp -guionista de películas atemporales como Parque jurásico,
Atrapado por su pasado o Misión imposible, y director
de cintas más que correctas como El efecto dominó o El
último escalón- parecía una decisión bastante acertada.
Pendiente
de estreno tiene cintas interesantísimas como Looper
-de nuevo a las órdenes de Rian Johnson-, o Lincoln
-el biopic sobre el dieciseisavo presidente de los Estados Unidos
dirigido por Steven Spielberg-, así como su debut en la dirección
-Don Jon´s Addiction-, en la que compartirá
protagonismo con Scarlett Johansson y Julianne Moore.
Además
de su carrera cinematográfica, en los últimos años ha desarrollado
una iniciativa llamada hitRECord, una especie de productora
que se dedica a cualquier tipo de arte, ayudando a artistas jóvenes
a promocionar su trabajo en su página web y compartiendo con ellos
los beneficios.
Parece
que Joseph Gordon-Levitt está sabiendo administrar bien su carrera y
su fama, por lo que parece que lo suyo va para rato. A su favor juega
el hecho de que es un actor versátil, que se mueve con la misma
comodidad dentro de la comedia como del drama, sin hacerle ascos al
cine de acción si el proyecto que le ofrecen es interesante.
Posiblemente conseguir no caer en el olvido como tantos otros actores
de su generación sea el gran desafío. Por ahora, va por el buen
camino.
David Sancho
San Sebastián 2012: Día 3
El francés François Ozon nos regala la que será, sin duda, una de las películas del festival. Libremente inspirada en una obra de Juan Mayorga, el film presenta un apasionante juego entre realidad y ficción. También se presentó la tercera película española que compite por la Concha de Oro, la última película de Fernando Trueba, que nos habla sobre el arte, la belleza, la vida y la muerte.
Por Manuel Barrero Iglesias
En la casa (François Ozon)
Hacía tiempo que no teníamos oportunidad de ver un François Ozon tan inspirado. Como su admirado Woody Allen (del que hay mucho en este film), lleva ese incansable ritmo de film por año; completando una filmografía de lo más irregular, aunque siempre con algún punto de interés. El director francés siempre se ha ocupado de los juegos psicológicos entre sus personajes, y de lo turbia que puede resultar la naturaleza humana.
Decíamos que hay mucho de Allen en Dans la maison -no es casual que el profesor y su mujer vayan a ver Match Point-. El juego entre la realidad y ficción es algo que muchos han tratado, con los siempre complicados caminos de la creación artística de fondo. Un tema recurrente en Allen, y que ahora Ozon aborda de manera brillante.
Además, el autor mezcla sabiamente elementos hitchcoknianos, consiguiendo aún más fuerza en el relato. Ozon sabe combinar en su justa medida las dosis humor y suspense. Nos agarra desde el primer momento, y ya no nos suelta hasta el final. Algo en lo que también influye de forma decisiva la construcción de los dos personajes principales. El ansioso maestro de un genial Fabrice Luchini, y ese inquientante adolescente que encarna Ernst Umhauer.
Un modélico trabajo que funciona como un reloj. Una lúcida visión sobre la pasión por los relatos, por el oficio de narrador. Ácida y apasionada a la vez, la película además está salpicada por un retrato psicológico de primer nivel.
El artista y la modelo (Fernando Trueba)
Fernando Trueba rinde homenaje a su hermano Máximo -fallecido en 1996-, y habla del proceso de creación artísitica, a través de un viejo escultor casi retirado, que recupera la ilusión gracias a la irrupción de una bella joven. Al igual que la Blancanieves de Berger, Trueba opta por una (muy adecuada) fotografía en blanco y negro.Tanto la época (años 40), como la propia historia agradecen la ausencia de color.
Casualmente, este trabajo tiene algún elemento común con otro de los filmes españoles presentados a concurso: El muerto y ser feliz. El artista y la modelo también nos presenta a un hombre cuya vida está llegando a su fin, y que encuentra un último aliciente para vivir intensamente el poco tiempo que le resta.
Trueba construye un relato que tiene su mayor virtud en la sencillez. La fascinación del artista por la belleza, la obsesión por crear algo verdaderamente original, algo que tenga vida. Y la pureza de la juventud, la adoración del cuerpo femenino. Paralalemente, el director introduce una somera trama con la II Guerra Mundial de fondo, pero es una ramificación prescindible, que muy poco aporta al film.
Es la relación del artista -que con tanta calma interprera Rochefort- con la belleza de su asilvestrada modelo lo que realmente importa aquí. Se agradecen las faltas de pretensiones, consturyendo Trueba un discurso sencillo y directo. No es El artista y la modelo una gran película, pero sí una obra honesta y de cierto encanto.
lunes, 24 de septiembre de 2012
San Sebastián 2012: Día 2
Fuera de concurso se
presentaba la tercera película de Ben Affleck como director, que
además protagoniza el film. Una película que en sus primeros
minutos apunta a obra maestra, pero que luego se diluye en los
tópicos del género.
La segunda película
española a concurso nos trae una maravillosa y surrealista fábula,
con un José Sacristán que tendría que ser firme candidato al
premio al mejor actor.
Por Manuel Barrero Iglesias
Argo (Ben Affleck)
Fuera de concurso
Que Ben Affleck es un muy
buen director es algo que ya no sorprende. Fue su ópera prima -Adiós
pequeña, adiós- la que nos demostró que era mucho mejor detrás
de las cámaras que delante. El thriller parece que es su género
favorito, y tras The Town (películas de robos a la vieja
usanza), su tercera película también abraza ese género a través
de una historia basada en hechos reales. Una premisa tan disparatada
solo podía estar inspirada en algo que sucedió de verdad.
El inicio del film es
simplemente genial. Desde la presentación del contexto
sociopolítico de la época hasta los momentos de suspense, creados
de forma muy sabia por el director. Sin forzar, aprovechando la
incertidumbre de la situación. La película mantiene su nivel
brillante cuando en la improbable ecuación que se plantea aparecen
personalidades hollywoodienses de aquella época. La sátira a
través de los personajes de John Goodman y Alan Rickman da un
agradecido respiro a una historia de enorme tensión.
Es una lástima que a
medida que avanza la trama a Affleck le dé por introducir cada vez
más elementos que se regodean en el tópico y que acercan su
película al cine más comercial, en el peor sentido de la palabra.
Trucos que van desde el sentimentalismo de una trama innecesaria
sobre el amor de padre, hasta el -de todo punto innecesario- in
crescendo dramático que convierte el desenlace en un inverosímil
clímax de (supuesta) emoción.
No era necesario. Ya
sabemos que una producción de este tipo luce más de cara al público
si hay persecuciones y suspene hasta el último segundo. Pero esta
historia tenía la suficiente fuerza por sí misma como para no
recurrir a esos trucos baratos. Y Affleck ha demostrado
sobradamente su capacidad en la dirección como para no tener que
recurrir a ellos. Tenía la opción de haber explorado caminos más
estimulantes, pero se decantó por el sendero más obvio y cómodo.
Una pena que su
trabajo no mantenga el nivel de su impecable arranque. Si hubiera
sido así, probablemente hablaríamos de una obra maestra. Argo,
al final, se queda simplemente en una buena película made in
Hollywood.
El muerto y ser feliz
(Javier Rebollo)
Desde el principio
sorprende esta obra de Rebollo debido a esa voz en off omnipresente,
que anticipa diálogos, adivina intenciones, lee pensamientos, se
equivoca, miente e interpreta. Una voz que le da no pocos toques
de humor a un trabajo muy estimulante. Una voz como de
presentadora de telediario, que al final se termina haciendo
imprescindible, un personaje más de este delirante viaje.
La película toma forma
en una road movie por la Argentina interior (algo que tantos
otros han hecho antes), con reminiscencias de western crepuscular,
dándole un toque irónico al cine de asesinos a sueldo que ya
están de vuelta de todo.
Un inmenso José
Sacristán recrea con gran sabiduría a este enfermo terminal que
emprende su último viaje por el mundo, un viaje en el que
conoceremos lugares y personas variopintos. Un viaje en el que este
Dead Man pretende exprimir hasta la última gota de vida.
Quién preferiría morir en un hospital deprimente cuando aún se
puede viajar, desear, o incluso follar.
Una película alegre y
muy libre, un canto a la vida como última esperanza antes de la
muerte. Llena de surrealismo e ironía, Javier Rebollo firma una
película fascinante.
domingo, 23 de septiembre de 2012
A Roma con amor
To
Rome with Love (USA-Italia-España, 2012).
Dirección
y guión: Woody Allen.
Intérpretes:
Woody Allen, Judy Davis, Roberto Benigni, Penélope Cruz, Jesse
Eisenberg, Ellen Page.
Fotografía:
Darius Khondji.
Montaje:
Alisa Lepselter.
Idiomas:
Inglés, italiano.
Duración:
112 minutos.
6/10
Allen
y sus vacaciones en Roma
Completa
Woody Allen lo que podríamos llamar su 'Trilogía del turista' con
esta película sobre otra gran ciudad europea (después de
Barcelona y París). Las tres introducen en el título el nombre de
la ciudad en cuestión, y en todas ellas el director dedica un tiempo
considerable a exaltar la belleza del lugar. En este trabajo también
tenemos los inevitables toques pintorescos, además de la presencia
machacona de música autóctona (defecto que también presentaba
Vicky Cristina Barcelona).
A
Roma con amor es la película de Allen que más se acerca a los
códigos del cine del país en el que ha rodado (no vamos a descubrir
ahora la pasión que siente por la cinematografía italiana). Estamos
ante una comedia con mucho de costumbrismo, trazada a través de
cuatro relatos independientes que se alternan en un más que
discutible montaje. El desequilibrio temporal entre las distintas
historias (en alguna solo pasan horas, en otras días, incluso puede
que meses) provoca una sensación de discontinuidad un tanto
desconcertante. Da la impresión de que el film va a trompicones.
Está
claro que nos encontramos ante una película menor del genio
neoyorquino. Cosa que se hace muy evidente en unos diálogos que
quizás sean los menos brillantes de su trayectoria. Es cierto
que nos deleita con algunos destellos de ingenio, pero el nivel
general no es el que nos tiene acostumbrado. Tampoco hay visualmente
grandes innovaciones, un aspecto por el que sí se ha preocupado
bastante en los últimos tiempos, y que aquí en esta ocasión
resulta de lo más funcional.
Estamos
ante otra de esas películas episódicas, de relatos cortos, que
presentan un irregular resultado. Desde el más vulgar de todos -el
de los provincianos en la capital parece sacado de una comedieta tipo
Manuale d'amore-; hasta el más punzante -el del triángulo
sentimental-, que se suma a la lista de certeras reflexiones que
sobre el amor sigue haciendo Allen. Aparte de contar con dos
intérpretes de la talla de Jesse Eisenberg y Ellen Page.
Pero
más que la comedia romántica -presente en dos de los relatos- el
tema común que tienen todos ellos es el de la fama. Es obvio en
la historieta de Roberto Benigni, en la que Allen sorprende con un
discurso ambivalente. Por supuesto, critica lo absurdo y efímero de
la fama, pero también termina con una especie de alegato a favor de
ella. Por mucho que alguien se pueda quejar (el propio Allen siempre
ha sido el primero) de las incomodidades que provoca, la notoriedad
siempre tendrá más ventajas que inconvenientes. Aunque también es
un arma de doble filo que alimenta el ego de forma peligrosa.
El
mismo Allen -al que últimamente le gusta reservarse brillantes
papeles secundarios- protagoniza una historia en la que también se
da vueltas al tema de conseguir fama y prestigio. Al fin y al cabo, a
todos nos gusta ser reconocidos por hacer algo bien, por hacer la
vida de la gente un poco más feliz. En cuanto a los dos relatos
románticos, el tema se introduce de forma tangencial, aunque
decisiva para el desenlace final de ambos. En cualquier caso, todo
el film se ve recorrido por un halo de magia, por un divertido
surrealismo; que va desde el personaje de Alec Baldwin hasta todo el
cuento protagonizado Benigni.
Alguna
genialidad suelta, y unos cuantos momentos inspirados. En este ligero
trabajo de Allen hay, como siempre, alguna reflexión brillante. Pero
al conjunto le falta fuerza, hay demasiadas cosas que parecen
estar descuidadas. Desde los diálogos hasta el montaje, hay una
serie de erróneas decisiones que hacen que A Roma con amor
nos deje un sabor un tanto agridulce. O más bien, un tanto insípido.
Lo cual es casi peor.
Manuel
Barrero Iglesias
sábado, 22 de septiembre de 2012
San Sebastián 2012: Día 1
La primera jornada del Festival nos dejó una película norteamericana que ha dejado más bien frío, y una apuesta rompedora y arriesgada del cine español. La primera será complicado que rasque algo del palmarés. La segunda, algo seguro que se lleva. Aunque sea el premio para su fotografía.
Por Manuel Barrero Iglesias
El fraude (Nicholas Jarecki)
Se
inauguró el Festival de San Sebastián con la única película
estadounidense a competición. Había que empezar fuerte, y la
presencias de Richard Gere y Susan Sarandon en Donostia aseguraban
que que los focos se girarían hacia la ciudad vasca. Detrás de las
cámaras está Nicholas Jarecki, que debuta en la ficción (ya había
abordado el documental) con este thriller dramático, que protagoniza
de forma omnipresente el carismático Gere. Las alabanzas hacia el
trabajo del actor están siendo muchas y variadas, pero a este
cronista le pareció todo lo que no debe ser una gran interpretación.
Hay mucho de estrella que se luce en la forma en la que el actor
aborda su papel.
Por
contra, son los secundarios (en el escaso espacio que les deja la
presencia de Gere) los que hacen subir el nivel del film. Una
esplendorosa Sarandon que da toda una lección de saber estar en cada
aparición que tiene, y un Tim Roth cuya creación roza lo sublime.
Jarecki
construye un thriller ambicioso, con demasiadas aspiraciones para el
flojo resultado final. Poner la actual crisis como marco de una
historia como ésta siempre le da más empaque al discurso. Aunque si
ese discurso no contiene demasiado jugo, el maco se queda casi en lo
anecdótico. A un nivel más íntimo el autor se propone hablar sobre
las relaciones humanas, o sobre las falta de escrúpulos para
mantener un estatus.
Y
en este nivel observamos no pocas similitudes con grandes obras de
Woody Allen, como Delitos y faltas o Match Point. Pero El fraude no
consigue llegar a las elevadas cotas reflexivas del neoyorquino;
quedándose en un superficial thriller que merodea alrededor de
muchos temas, pero que no profundiza lo suficiente en ninguno.
Blancanieves (Pablo Berger)
De
las tres versiones que nos han llegado del famoso cuento este año,
ésta es sin duda la más arriesgada y peculiar. A Pablo Berger hay
que reconocerle el mérito de una aproximación que rompe todos los
esquemas a través de una amalgama de referencias de lo más variadas.
Por un lado, tenemos uno de los más famosos cuentos con princesa en
dificultades. Si a esto le sumamos todo el folclore andaluz de
principios del siglo XX, nos queda una mezcla de lo más chocante. El
mundo de los hermanos Grimm lleno de toreros, folcloricas y cortijos.
Tremendo.
Ahí
no queda la cosa, Berger además usa el cine mudo como opción
estética. Con su blanco y negro, sus cartelitos de diálogos, sus
interpretaciones basadas en lo gestual, y su música acompañando de
forma continua. Es complicado no pensar en The Artist, película que
basaba su encanto en utilizar los códigos del cine mudo para
hacerlos llegar al gran público de forma amena.
Berger
consigue una película realmente bella, con imágenes sorprendentes,
con sus dosis de sentido del humor. Y, sobre todo, con una mezcla que
descoloca. Aunque pierde gran parte de su impacto, ya que su emotivo
homenaje al cine mudo lo hemos visto hace poco, con lo que su
sorpresa no es tanta.
Y
como sucedía en The Artist, lo que se cuenta termina siendo lo de
menos. Lo importante es el cómo, y esa forma de mezclar universos
tan distintos. Aunque una vez superada la sorpresa inicial, el
desarrollo del relato tiene poco que ofrecer. Bueno sí, un bello
ejercicio de estilo rematado con un final de lo más hermoso. Es esta
Blancanieves una película para dejarse llevar. Y a pesar de no ser
ni mucho menos redonda, la mejor versión del cuento de las que se
han estrenado este año.
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