Ted

5/10

Ted (USA, 2012).

Dirección: Seth McFarlane.

Intérpretes: Mark Wahlberg, Mila Kunis, Seth McFarlane, Giovanni Rivisi, Joel McHale, Laura Vandervoort, Norah Jones.

Guión: Seth McFarlane, Alec Sulkin, Wellesley WIld.

Música original: Walter Murphy.

Fotografía: Michael Barrett.

Montaje: Jeff Freeman.

Idioma: Inglés.

Duración: 106 minutos.

El osito se va de marcha

Por David Sancho


La primera película de Seth McFarlane comienza como un típico cuento de Navidad con niño que no consigue integrarse ,y que por lo tanto es incapaz de ser feliz. El día de Navidad pide que el osito que le han regalado sus padres cobre vida y se convierta en su mejor amigo para siempre. Su deseo se convierte en realidad y el oso, lejos de permanecer en el anonimato, se convierte en una celebridad. Luego, una vez pasado su momento de gloria, pasa a vivir una vida de adolescente perpetuo junto a ese niño -ya crecidito- y la novia de éste.

A partir de ese momento la película se desmarca de lo que son las películas navideñas y tira más por el humor poco sutil. Intenta ser una especie de Bad Santa con buenos sentimientos, y eso es justamente lo que la mata.

La cosa tiene ritmo, los chistes se suceden y no te hace falta mirar el reloj en ningún momento; pero realmente no hay demasiados instantes en los que consigan sacarte algo más que una sonrisa. Su fórmula para el éxito consiste en ser lo más brutos y explícitos posible, pero eso no hace automáticamente que los chistes sean efectivos. Son demasiadas las películas que bromean sin tapujos acerca del sexo, las drogas y demás; lo cual hace que lo que vemos en Ted no sea más que una versión poco novedosa de películas que en su momento fueron originales, pero que ni de cerca fueron buenas.

McFarlane ha sido muy listo y ha hecho una película a la que pueden ir tanto los jóvenes con ganas de ver a ese osito hacerle guarradas a cualquier chica que se encuentre, como a las novias de estos, que podrán contentarse con una bonita historia de amor -cien veces vista- entre dos actores guapos y famosos.

Si algo le ha faltado al creador de Padre de familia en esta película es la mala leche que le sobra a la serie. Aquí los chistes de pedos no van acompañados de crítica social, las bromas sobre eyaculaciones faciales no van sucedidas de humor ácido, los chascarrillos sobre el consumo de drogas no son más que eso, y el desenlace edulcorado de la película no hace más que confirmar que aquí ha faltado valor para ir a por todas y marcarse una comedia burra como dios manda.

En cambio, tenemos una comedieta con algunos chistes realmente graciosos, y una historia que no consigue atrapar ni por novedosa ni por bien escrita. De todos modos, el exitazo que ha supuesto, en lo económico, parece asegurar que McFarlane tendrá más oportunidades para plasmar en la gran pantalla lo que ha demostrado que puede hacer en la pequeña.