Dirección:
Tony Gilroy.
Intérpretes:
Jeremy Renner, Edward Norton, Rachel Weisz, Joan Allen, Albert
Finney, Oscar Isaac, Scott Glenn.
Guión:
Tony Gilroy, Dan Gilroy.
Música
original: James Newton Howard..
Fotografía:
Robert Elswit.
Montaje:
John Gilroy.
Idioma:
Inglés.
Duración:
135 minutos.
6/10
Mancillando
el legado de Bourne
Soy
de los que considera que las películas hay que valorarlas como si se
tratase de una isla, sin tener en cuenta posibles entregas
anteriores; o el resto de las películas de su reparto, guionista o
director. Pero en este caso resulta complicado, y lo cierto es que no
me da la gana. Si Universal se ha tomado tantas molestias en
convencernos de que esto es parte de la exitosa franquicia Bourne,
quiénes somos nosotros para ahora tratarla como si fuese una simple
película sin ningún tipo de lastre.
Hay
que partir del hecho de que vamos a comparar esta película con una
de las sagas más exitosas, tanto en lo creativo como en lo
comercial, de lo que va de siglo. La primera entrega tal vez sea
la más floja de las tres, pues se trata de una cinta de acción y
espionaje con una estética convencional, que aun así es realmente
notable por lo excelente de su guión y por el carisma de su
protagonista. Las dos siguientes entregas son para darles de comer
aparte. Paul Greengrass toma el relevo de Doug Liman tras la cámara
y le aporta un estilo visual propio y toneladas de adrenalina. Los
guiones de Gilroy son igual de rocosos, pero las cintas ganan en
músculo, atmósfera y espectacularidad.
Reconozco
que soy un fan acérrimo de la saga y que esta nueva entrega la
esperaba con una mezcla de esperanza e inquietud. Que Matt Damon y
Paul Greengrass decidiesen abandonar la franquicia no era una buena
noticia, pero que Tony Gilroy -guionista de las tres entregas
anteriores- se pusiese detrás de la cámara era medianamente
previsible, aunque no por ello reconfortante. En cambio, las
elecciones en el reparto sí que devolvían algo de fe en el
proyecto. Jeremy Renner da el pego como nuevo Bourne -aunque
aún tiene mucho que demostrar para situarse al nivel de Damon-,
Edward Norton está desaprovechado -pero siempre cumple-, y
Rachel Weisz siempre está genial -y aquí no está no es la
excepción-.
Lo
cierto es que Gilroy no hace un mal trabajo tras la cámara, pero se
nota que no tiene el talento visual y narrativo de Greengrass.
Las escenas de acción son correctas, mejor de lo esperado, pero a
años luz de los avasallantes ejercicios de estilo de las dos
entregas anteriores. Esta vez se echa en falta garra, nervio y
crudeza.
Tampoco
parece acertado el cambio de director de fotografía. Oliver Wood
optaba por dotar a toda la película de un realismo extremo; mientras
que Robert Elswit se decanta por un tratamiento de la imagen más
comercial y convencional, decide trabajar sobre seguro.
Si
algo esperábamos que no bajase, era la calidad de los guiones, sobre
todo porque Gilroy siempre ha demostrado tener mucha habilidad para
el thriller. Pero posiblemente sea donde más cojee esta última
entrega. El inicio de la película está muy bien enlazado con la
última entrega de la saga -e incluso ambas se solapan-; pero
conforme se va desarrollando la trama empiezan a quedar algunos cabos
sueltos, elementos de esta nueva historia que no acaban de concordar
con lo contado anteriormente, para finalizar con un final abierto y
que marca claramente la intención de seguir prolongando la saga.
Lo
cierto es que yo hubiese preferido que hubiesen dejado morir a la
gallina de los huevos de oro, pero ciertamente parecía algo poco
probable. Hay que reconocer que como thriller El legado
de Bourne está por encima de la media, y que es una
película nada desdeñable; pero genera más inquietud que alivio
debido a que cuesta imaginar que continuar con el desarrollo de la
trama que aquí nos presenta pueda llevar a algo bueno. Contemplo la
posibilidad de que las posteriores secuelas se parezcan más a un
reboot de Soldado universal que a una continuación de la saga
Bourne; y no nos queda más que cruzar los dedos y desear que Gilroy
enderece la cosa y nos vuelva a hacer disfrutar, aunque sea la mitad
de lo que disfrutamos con la genial trilogía.
Pelín condescendiente...no? Aún así, buena crítica. Un saludo David
ResponderEliminarNo se si he sido condescendiente... diría que no, simplemente creo que una película más que digna pero muy lastrada por el contexto en el que surge.
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