The
Guard (Irlanda,
2011).
Dirección
y guión:
John Michael McDonagh.
Intérpretes:
Brendan Gleeson, Don Cheadle, Liam Cunningham, Mark Strong, Fionnula
Flanagan.
Música
original:
Calexico.
Fotografía:
Larry
Smith.
Montaje:
Chris
Gill.
Idioma:
Inglés, gaélico.
Duración:
96 minutos.
Arma
leal
A
Brendan Gleeson le conocemos principalmente por ser un secundario de
lujo en dramas intensos, o como socorrido villano en cine de acción.
Su presencia siempre resulta imponente. Por eso causa aún más
impacto verlo en un personaje como éste. No nos tiene acostumbrados
a protagonizar comedias en las que lleve todo el peso del film.
Aunque recordemos aquel precedente llamado Escondidos en Brujas,
película que también ironizaba en torno al thriller.
Martin
McDonagh fue el responsable de aquella excelente ópera prima que tan
inteligentemente jugaba con el género. Ahora, su hermano John
Michael se presenta en sociedad con otra comedia que se nutre del
policíaco para construir un híbrido que por momentos roza la
genialidad. Desde la estupenda primera secuencia ya queda claro
con qué nos vamos a encontrar. Un peculiar policía de apariencia
afable, pero de ortodoxia discutible.
Unos
primeros minutos repletos de chistes instalados en la incorrección
dan paso una desopilante buddy movie campestre.
Porque tampoco debemos obviar el papel que desempeña la Irlanda
rural en todo este tinglado. Si los estadounidenses han explotado
hasta la sociedad (también para la comedia) su América profunda,
McDonagh saca aquí todo el provecho posible al equivalente irlandés.
A
medida que avanza el metraje, el director se pone (en apariencia) más
serio, dándole al protagonista una nueva dimensión que lo acerca a
los (anti) héroes del western. Una nueva vuelta de tuerca acompañada
en todo momento por la estupenda música de Calexico. Este segundo
tramo pierde algo de frescura tras un inicio tan contundente, pero el
discurso sigue manteniendo un más que aceptable nivel de lucidez.
Un
debut en el largometraje que se atreve a combinar y desmontar
géneros, haciéndolo con mucha inteligencia y sentido del humor. Un
relato que se ve engrandecido por un personaje de un carisma
apabullante. Y en esto tiene mucho que ver la interpretación de un
Brendan Gleeson simplemente genial.
Manuel
Barrero Iglesias
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