The Expendables 2 (USA, 2012).
Dirección:
Simon West.
Intérpretes:
Sylvester Stallone, Jason Statham,Dolph Ludgren, Arnold
Schwarzenegger, Bruce Willis, Jet Li, Chuck Norris, Jean-Claude Van
Damme, Terry Crews, Randy Couture, Lian Hemsworth.
Guión:
Sylvester Stallone y Richard Wenk.
Música
original: Brian Tyler.
Fotografía:
Shelly Johnson.
Montaje:
Todd E. Miller.
Idioma:
Inglés.
Duración:
103 minutos.
5/10
Con
arrugas y a lo loco
Cuando
allá por 2009 se anunciaba oficialmente que la primera entrega de
Los mercenarios se iba a rodar, el subconsciente colectivo- o
al menos el de aquellos que de pequeños habíamos soñado con una
película con todos estos señores juntos-, ya daba por supuesto que
se iba a tratar de una especie de clásico instantáneo cargado de
violencia y sangre. Más aún si tenemos en cuenta que un año antes
Stallone, director y guionista de la primera entrega, había
realizado una de las películas de acción más bestias y
disfrutables de los últimos años.
Las
expectativas con la primera entrega no se vieron colmadas. Excesivos
diálogos sensiblones entre camaradas, demasiadas escenas de amor al
más puro estilo telenovelesco, chistes que ni en la peor secuela de
American Pie, y una gran falta de punch en las escenas de
acción hicieron que el resultado final quedase lejos de lo esperado.
En esta segunda entrega se le pone remedio a alguno de esos errores,
pero la mayoría de ellos siguen todavía presentes.
La
película empieza con la mejor escena de acción de toda la cinta.
Muchos muertos, la mayoría perdiendo alguno de sus miembros en el
proceso y todo a alta velocidad, justo lo que se le pide a una
película de estas características. A partir de ahí, las
escenas de acción no están mal del todo, en la mayoría de las
ocasiones cumplen las expectativas, pero los chistes… madre mía,
qué chistes. Es difícil imaginar el proceso mental de una
persona para que le lleve a incluir unas gracietas tan facilonas,
tontorronas –me faltan adjetivos- en una película de este tipo.
A lo cual hay que incluir algunos chascarrillos/homenaje a las
estrellas invitadas que también producen bastante vergüenza ajena,
excepto los asociados a Chuck Norris. Cada aparición suya se
convierte en lo mejor de la película, y esto lo dice alguien que es
lo más alejado a un fan de Norris que pueda existir.
Van
Damme cumple medianamente como villano, y por suerte el personaje
femenino no aporta demasiada azúcar a la receta, lo cual se agradece
mucho. Y si me viese en la obligación de quedarme con una de las
viejas glorias que forman parte del elenco principal, me quedaría
sin duda con Dolph Lundgren, casi siempre moderadamente
gracioso y muy en su papel.
Una
de las cosas más graciosas que tiene la película es ver los
esfuerzos del realizador y del director de fotografía por ocultar
las arrugas de sus protagonistas, con unos cambios de iluminación y
del tratamiento de la imagen absolutamente inaceptables en una
película al uso; pero que aquí habrá que perdonar en pos de
mantener la dignidad de estas estrellas entradas en años.
En
esta entrega se han eliminado las historias de amor -o por lo menos
ya no tienen tanto protagonismo-, se aumenta el nivel de violencia
en un par de grados, pero se mantiene el paupérrimo nivel de los
chistes, y las cursilerías entre el grupo de mercenarios; tal
vez para que en la tercera entrega consigan que tachemos otro error
de la lista.
David Sancho