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viernes, 6 de julio de 2012

Fernando Tejero: Españolito de a pie


En la España de los años 70 surgió una especie de subgénero al que daba nombre un actor. Obviamente, nos referimos al 'landismo'. Un puñado de populares películas que basaban su éxito en la identificación del espectador medio con el protagonista. Pocos se pueden hacerlo con un galán o un héroe de acción. Pero muchos se veían reflejados en un español mediocre, poco atractivo y con las hormonas disparadas por culpa de extranjeras ligeras de ropa.

'Tejerismo' suena demasiado a golpe militar. Aparte de que a nuestro protagonista de hoy aún le queda camino por recorrer para equiparar su trayectoria con la de Alfredo Landa. Pero los personajes de Fernando Tejero vendrían a ser una actualización de aquellos tan populares en la España preconstitucional. Los tiempos han cambiado, y ya no tiene sentido hacer filmes de españoles persiguiendo suecas. Pero analicen los personajes que más fama le han dado a Tejero (que añade el plus que da su poca estatura): mediocres, con problemas amorosos, un tanto ruines, pero siempre con su punto entrañable.

Así era Emilio, el personaje televisivo que le dio la fama en la serie Aquí no hay quién viva. Y con algunas variaciones, los tres personajes que ha encarnado a las órdenes de Roberto Santiago. El autor ha tomado a Tejero como actor fetiche para tres de sus comedias (por cierto, de nula gracia). Todo un gandul en El penalti más largo del mundo (2005), un depresivo con ganas de quitarse la vida en El club de los suicidas (2007), y el reencuentro con Malena Alterio en Al final del camino (2009), donde repetían de forma casi calcada los roles de la serie que les hizo famosos. Además, participó como locutor radiofónico en El sueño de Iván (2011)

Aunque quizás muchos no recuerden que su primer papel, más o menos, importante fue en Los lunes al sol. Antes, había pasado por diversos rodajes con papeles minúsculos. En cine; Sobreviviré, La mujer de mi vida y Noche de reyes. En televisión; Compañeros, Padre coraje, Policías y Periodistas. Entonces Fernando león de Aranoa contó con él para un personaje de lo más tierno. Y es que esa ha sido la otra cara que nos ha mostrado el actor. Personajes de bondadosos y afables. Ahí están el ciego de Va a ser que nadie es perfecto (2006) o el quiosquero de 8 citas (2008).

Fue justo después de Los lunes al sol, cuando dio el salto definitivo a la fama. En 2003 participó en Torremolinos 73 y en la comedia Días de fútbol, por la que ganó el Goya como mejor actor revelación. Ahí tenemos otro personaje típico de Tejero, el don nadie que aparenta importancia. David Marqués ha explotado esta imagen en Desechos (2010) y En fuera de juego (2011).

Es común que los directores repitan con él. David Serrano volvió a dirigirlo en Días de cine (2007). También ha tenido un par de personajes secundarios a las órdenes de Miguel Albaladejo: Cachorro (2004) y Volando voy (2006), o de Álex de la Iglesia: Crimen ferpecto (2004) y La chispa de la vida (2011).

Con otra nominación al Goya (mejor actor de reparto) por su trabajo en Fuera de carta (2008), la gran oportunidad para demostrar que también podía ser un actor “serio” le llegó de la mano de Max Lemcke. Y a pesar de algunos tics, salió más que airoso de la prueba. Tejero hace del desesperado protagonista de Cinco metros cuadrados (2011) un personaje creíble y con el que el público vuelve a sentir, de nuevo, una gran empatía. Todo un drama con el que el actor al fin cambia un registro en el que estaba encasillado desde el principio de su carrera.

Veremos hacia donde se dirigen ahora sus pasos. Como también le ocurrió a Alfredo Landa, los productores lo quieren en la comedia, que es donde asegura ingresos. Pero seguramente él quiera ampliar sus horizontes, y no repetir roles una y otra vez. Fernando Tejero, el actor que probablemente haya participado en más películas relacionadas con el fútbol.

Manuel Barrero Iglesias

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