Et si on vivait tous ensemblre (Francia-Alemania, 2011).
Dirección y guión: Stéphane Robelin.
Intérpretes: Guy Bedos, Geraldine Chaplin, Jane Fonda, Claude Rich, Pierre Richard,
Daniel Brühl.
Música original: Jean-Philippe Verdin.
Fotografía: Dominique Colin.
Montaje: Patrick Wilfert.
Idiomas: Francés, alemán.
Duración: 96 minutos.
Las viejas comunas
La llamada tercera edad cada vez ocupa mayor espacio en el ámbito
cinematográfico. Mientras que hasta hace unos años era bastante complicado
encontrar películas protagonizadas por ancianos, en los últimos tiempos son
varios los directores que se preocupan por contar los problemas, temores, o
ilusiones propios de un grupo de población que no para de crecer en número.
En su segundo largometraje, el joven Stéphane Robelin construye una
ligera comedia en torno a asuntos serios: La enfermedad, la pérdida de facultades,
la in comprensión familiar, la sexualidad, o la muerte. No es nada sencillo
afrontar los últimos años de vida, con todo el deterioro que conlleva la vejez.
La película plantea la opción comunal de convivir con los amigos de toda la
vida, como alternativa a las temibles residencias.
El director, como si él mismo fuera el personaje interpretado por Brühl, se
erige en privilegiado observador sobre lo que sucedería en tal caso. Aunque
todo resulta demasiado ligero. ¿Y si vivimos todos juntos? vendría a ser el reverso liviano de películas de alto contenido intelectual
como Las invasiones bárbaras (Denys Arcand, 2003).
Eso sí, es un gustazo ver a estos cinco veteranos
intérpretes dando toda una lección, y mostrando toda la complicidad que el film
requiere. Una película que, sin grandes alardes,
deja una sensación de simpatía inmediata. Porque los ancianos
también pueden tener sus comedias tópicas.
Manuel Barrero Iglesias
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