3/10
Red state (Estados Unidos, 2011).
Red state (Estados Unidos, 2011).
Dirección y guión: Kevin Smith.
Intérpretes: Michael Parks, Melissa Leo, John Goodman, Michael Angarano, Kerry Bishe, Nicholas Braun, Kyle Gallner.
Fotografía: David Klein.
Montaje: Kevin Smith.
Idioma: Inglés.
Duración: 88 minutos.
Destrozando
nuevos géneros
Kevin
Smith deja la comedia de lado por primera vez en su carrera y se mete
de lleno en el cine de acción descerebrado. La cosa trata de unos
chicos que en busca de sexo contestan a un anuncio. Cuando acuden al
lugar de reunión resulta que es una trampa tendida por una peligrosa
secta religiosa. La policía del lugar se percata de lo que está
pasando, cercan la casa/iglesia, y la familia/secta se hace fuerte
dentro de ella armados hasta los dientes.
Smith
intenta introducir trasfondo a todo esto, tratando que no sea tan
descerebrado como yo digo que acaba siendo, pero jamás lo consigue.
Todos los diálogos y soliloquios tienen un halo de impostura que
echa para atrás. Aun siendo conscientes de que hay gente tan
loca en el mundo como los protagonistas de esta película -de hecho
está inspirada en una secta que realmente existió-, el tono que le
da Smith a las escenas más dramáticas tienen tanta solemnidad
fanática que acaban por caer en el ridículo.
Ni
actores del nivel de Melissa Leo y John Goodman -los cuales
deberían plantearse un cambio de agente- consiguen aportar algo
de veracidad a todo el asunto. Leo está pasada de rosca, algo
que no es normal en ella; y Goodman, más en su papel que Melissa, se
ve condenado por unos diálogos de medio pelo que no sonarían bien
ni en la boca de Lawrence Olivier.
En
la película Smith arremete contra los fanatismos religiosos -supongo
que solo contra los fanatismos, ya que cuando Dogma fue
criticada por la Iglesia él se confesó como creyente-, por lo que
aquí lo que el director de Jersey pretende supongo que es atacar a
los que justifican sus actos detrás de ciertas creencias religiosas.
La policía, FBI y demás también se llevan su parte de crítica.
Posiblemente
donde la película cojee más sea en el apartado visual, mostrando su
director una preocupante falta de oficio. Está claro que Smith
no es Carpenter (lo menciono por las similitudes con su genial Asalto
a la comisaría del distrito 13) o Peckinpah (lo mismo que con
Carpenter pero en su caso por Perros
de paja), pero resulta incomprensible como un tipo que
ya había rodado nueve películas es capaz de mostrarse tan torpe
tras la cámara. Especial mención para los tiroteos entre los
fanáticos atrincherados y la policía. Lamentable es poco. Uno nunca
tiene claro quién ha matado a quién, solo ves a gente disparando de
un lado, luego a los del otro, y de vez en cuando a alguien que cae
muerto. Culpa absoluta de un Smith que también se encarga del
montaje.
Resulta
complicado entender que es lo que le vieron en Sitges para darle el
premio a la mejor película, además del de mejor actor para Michael
Parks. Seguramente, aunque me lo explicasen cien veces seguiría sin
verle la lógica. Si además tenemos en cuenta que competía con
películas de muchísimo nivel como The Yellow Sea, la cosa se
vuelve mucho más absurda.
Resumiendo,
la película es mala, prácticamente no hay por donde cogerla,
pero es posible que si vais con la mentalidad adecuada y preparados
para ver una comedia disfrazada de cine de acción con delirios de
autor, logréis echar alguna risa y hasta llegar a disfrutarla.
David Sancho
Muy de acuerdo con todo. Me pareció un completo despropósito.
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