Las nieves del Kilimanjaro

8/10

Les neiges du Kilimanjaro (Francia, 2011)

Dirección y guión: Robert Guédiguian.

Intérpretes: Ariane Ascaride, Jean-PierreDarroussin, Gérard Meylan, Maryline Canto, Grégorie Leprince-Ringuet.
Guión:  Robert Guédiguian, Jean-Louis Milesi, sobre el poema de Victor Hugo.

Música original: Frédéric Norel.

Fotografía: Pierre Milon.

Montaje: Bernard Sasia.

Idioma: Francés.

Duración: 107 minutos.

La otra cara de Marsella

Hay lugares que van asociados a ciertos autores. Así ocurre con L'Estaque, barrio marsellés inmortalizado durante sesenta años por diversos pintores impresionistas, fauvistas y cubistas; pero que irremediablemente se relaciona con Paul Cézanne y George Braque. En el cine, por su parte, está íntimamente ligado al nombre de Robert Guédiguian. Marsella, la ciudad donde la mayoría únicamente ha visto mafia y corrupción, supone para Guédiguian su particular refugio. En L'Estaque se crió, y allí es donde se reconcilia con la vida y las personas.

Tras flirtear con otros géneros y deambular por diferentes lugares, Guédiguian regresa al cine que le dio la fama. Cine comprometido y social, pero sobre todo vital, Las nieves del Kilimanjaro supone una agradecida vía de escape en estos momentos tan hostiles. Partiendo del deseo de actualizar un emotivo poema de Victor Hugo titulado 'Les peuvres gens', el director francés compone una obra cálida y lúcida en la que reflexiona sobre el valor actual de la clase obrera desde su propia perspectiva generacional. 

Como en ocasiones anteriores, los protagonistas de su película son de su misma edad e, incluso, están interpretados por los mismo actores de siempre; con lo que se refleja mejor esa evolución -tanto de la sociedad como la suya propia- desde que debutara en la dirección. Las referencias generacionales terminan por manifestarse en la excesivamente empleada 'Many rivers to cross', interpretada por Joe Cocker, y que probablemente termina siendo el recurso menos sutil de Guédiguian en toda la película.

En cambio, la canción que da título al filme, 'Les neiges du Kilimandjaro', funciona tan bien como lo hacía el 'O sole mio' en Marius y Jeanette. Es decir, de algún modo ensalza el sentir de los personajes sin que, como en el caso de 'Many rivers to cross', suene a impostado. Michel y Marie-Claire ya han pasado la barrera de los cincuenta, llevan treinta años casados, él acaba de quedarse en paro y está a punto de la jubilación. Ambos, ya con nietos, creen que han cumplido sus objetivos en la vida y quizá se hayan aburguesado.

El principal valor de la película recae en sus personajes. Aunque en cierto modo funcionales, al necesitar Guédiguian diferentes puntos de vistas para después defender una idea (la lucha mediante la solidaridad), todos ellos están magníficamente construidos y muy bien interpretados. Jean-Pierre Darrousin, que curiosamente el mismo año participó en El Havre -fábula social con la que Las nieves del Kilimanjaro guarda pretensiones similares-; se transforma por completo en Michel, adopta su modo de vida, disfruta con sus mismos placeres y mantiene sus mismas dudas. Ariane Ascaride aprovecha el nuevo regalo que ha escrito su marido para ella luciéndose como ella sabe.

Las nieves del Kilimanjaro, aunque peque de ingenua, es un film necesario, emotivo y esperanzador que se ve con ternura y una sonrisa en la cara al emanar vida y cotidianidad por los cuatro costados.

Jorge Marugán