Evelyn (España, 2012).
Dirección: Isabel de Ocampo.
Intérpretes: Cindy Díaz, Adolfo Fernández, Agnes Kiraly, Guadalupe Lancho, Ari Saavedra.
Guión: Isabel de Ocampo, Juanma Romero.
Música original: Antonio Escobar.
Fotografía: José David Montero.
Montaje: Cristina Pastor.
Idioma: Español.
Duración: 96 minutos.
Dignidad
aplastada
Isabel
de Ocampo parecía tener muy claro el tema central sobre el que
edificar sus inicios cinematográficos. Con el cortometraje Miente
(ganador del Goya) denunciaba la situación de muchas chicas del este
de Europa extorsionadas por mafias que las explotan sexualmente; a
través de la historia de una búlgara atrapada en el mundo de la
prostitución
El
mismo tema es ampliado en Evelyn,
cambiando la nacionalidad de la muchacha, que aquí es peruana. En el
inicio, la directora expone de forma muy gráfica el engaño a través
del cual llegan esta jóvenes al “mundo desarrollado” para acabar
siendo carne de consumo en clubes de carretera. La inocencia de la
protagonista provoca aún una mayor indignación en el espectador.
A
partir de aquí, la directora nos presenta una propuesta atípica.
El relato se convierte en un thriller con elementos cercanos al
terror. Evelyn es una heroína gracias a su pureza. Así que las
mismas dosis de candidez tiene, como de entereza y resistencia. La
intención de mantener su dignidad intacta provoca un angustioso
enfrentamiento con sus secuestradores. Aunque la consistencia del
discurso sea bastante endeble, con unos secundarios (esa
compañera de habitación) bastante pobres, y un estilo formal
algo limitado. Así, el desarrollo de toda la parte central se hace
tedioso y algo torpe.
Uno
no sabe muy bien a qué atenerse en este film. La autora parece huir
del morbo sexual eludiendo la sala de alterne la mayor parte del
tiempo. Incluso parece que nos va a ahorrar el momento de la
violación con una oportuna elipsis, para luego recurrir a un
flash-back innecesario.
Al
menos, el desenlace dota de sentido a todo lo anterior. Mientras en
Miente la directora optaba por un final esperanzador, en
Evelyn nos golpea con toda la crudeza de la
realidad. Después de tanto luchar, la pureza de la protagonista
termina siendo aniquilada. La corrupción masacra a la inocencia. Es
en ese momento cuando por fin este trabajo consigue remover de
verdad.
Manuel
Barrero Iglesias
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