Snow
White and the Huntsman (USA, 2012).
Dirección:
Rupert Sanders.
Intérpretes:
Charlize Theron, Kirsten Stewart, Chris Hemsworth, Bob Hoskins, Eddie Marsan.
Guión:
Evan Daugherty, John Lee Hancock, Hossein Amini.
Música
original: James Newton Howard.
Fotografía:
Greig Fraser.
Montaje:
Conrad Buff IV, Neil Smith.
Idioma:
Inglés.
Duración:
127 minutos.
Blancanieves
de Arco
Tanto Alicia
en el país de las maravilla (Tim Burton, 2010) como Mirror,
Mirror (Tarsem Singh, 2012) se empeñaban en introducir
ciertos elementos épicos que poco tenían que ver con los cuentos
originales. Y que, porque no decirlo, estropeaban el tono de dos
filmes que acababan en una desesperante indefinición. Ahora, el
productor de la película de Burton nos trae la segunda versión de
Blancanieves en lo que llevamos de año, tras la dirigida por Singh.
Se
acabó la indecisión. Blancanieves y la leyenda del
cazador abraza sin ningún tipo de pudor la épica
aventurera. ¿Un cuento de los hermanos Grimm? Más bien parece
que hubieran cogido a Juana de Arco para colocarla en plena
Tierra Media. Pero lejos de emoción, las idas y venidas de
los protagonistas producen un enorme y prolongado bostezo.
Y
es que, para colmo, se nos ponen solemnes. Si algo salvaba a la
versión de Singh era su carácter festivo, lo jocoso de su
propuesta. En esta adaptación que lleva a cabo Rupert
Sanders no hay ni pizca de humor. Así que ni entretiene, ni
divierte. ¿Visualmente? Bien, gracias. Pero tampoco nos vamos a
emocionar. Nada que no hayamos visto durante la última década. O
incluso antes.
Y
sí, siempre se agradece la presencia de Charlize Theron.
Un gustazo verla como malvada madrastra, en el que –como no podía
ser de otra forma- es el personaje más atractivo del film. Una
creación que se mueve entre lo maligno y lo patético. Por lo
demás, los roles de Blancanieves y el cazador rozan lo
infantil, siendo evidente su construcción en busca del público
adolescente. Las elecciones de Stewart y Hemsworth dejan poco
lugar a las dudas. El toque de prestigio viene de la mano de los
enanos, interpretados por nombres ilustres como Toby Jones o Ray
Winstone
Nos
encontramos con una reinvención del cuento llena de batallas y
planos espectaculares. De personajes que tratan de ser carismáticos
y no llegan a simpáticos. En resumen, vacua pirotecnia que dinamita
las posibilidades que puede llegar a ofrecer la actualización de un
clásico como este.
Termino
con un par de cuestiones sobre Kristen Stewart. ¿Es condición
indispensable que sus personajes se debatan entre dos hombres (más
bien prototipos) opuestos? Y lo más importante, ¿alguien en su sano
juicio puede creer que la joven actriz sea más bella que Charlize
Theron? A quién pretendes engañar, espejito.
Manuel
Barrero Iglesias
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