Dirección y guión: Nacho Vigalondo. Intérpretes: Julián Villagrán, Michelle Jenner, Carlos
Areces, Raúl Cimas, Miguel Noguera.
Música original: Jorge Magaz.
Montaje: Jon D. Domínguez.
Idioma: Español.
Duración: 90 minutos
Extraños de sí mismos
Lo ha vuelto a conseguir. Nacho Vigalondo sigue demostrando que se
puede hacer ciencia-ficción de calidad aun sin grandes presupuestos detrás. Con Los cronocrímenes (2007) consiguió una estupenda ópera prima
de viajes temporales, que suplía la escasez de medios con un generoso derroche
de imaginación. En Extraterrestre vuelve a convertir lo mínimo en virtud, dando la vuelta a un subgénero en
el que parecía ya estaba todo dicho. Pero resulta que Vigalondo utiliza lo
fantástico como marco en el que desarrollar una película de otro género tan
dispar como la comedia romántica. Una extraña combinación que funciona gracias
a la facilidad con la que el director se mueve a través del absurdo.
Una película sobre la llegada de seres de otro planeta en la que no aparece
ni un solo alienígena. Y en la que no hay ni rastro de secuencias de masas
histéricas. Una historia construida sobre cinco únicos
personajes, y las interacciones entre ellos. Con una estructura casi teatral (no sería extraño que en breve alguien llevara el guion a las tablas) y un reducido número de localizaciones. Así se desarrolla Extraterrestre, rompiendo todos los esquemas establecidos, y sacando todo el partido
posible a su (casi) minimalismo.
Pero para que funcione una película de estas características es
indispensable que los intérpretes estén a un gran nivel. Julián Villagrán borda
un protagonista más preocupado en conquistar a la chica de la que se acaba de
enamorar, que de la amenaza del espacio exterior. Mientras, Carlos Areces confirma que el cine ha ganado un cómico brillante; y es que cada
aparición suya supone carcajada garantizada. Sin olvidarnos de Raúl Cimas,
menos habitual en el cine, pero que cumple a la perfección con su delirante
papel. Es el personaje de Michelle Jenner el que queda algo más desdibujado,
consecuencia lógica de la masculinidad que desprende la película. Aun así, ella
sirve como perfecto nexo de unión con el resto. Y es que la labor interpretativa
no es solo impecable a nivel individual, destacando sobremanera la química
existente entre todos los miembros del reparto.
Estamos ante un trabajo lleno de ingenio, en el que abundan las situaciones
hilarantes. Y que dentro de todo su armazón de comedia fantástico-romántica,
esconde una clásica historia amorosa. Pequeña en apariencia, pero que no deja
de recordarnos que hay momentos en los que el amor es más importante que
cualquier otra cosa. Invasión extraterrestre incluida.
Manuel Barrero Iglesias
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