Siempre es interesante revisar la carrera de
un actor en activo que tiene en su haber clásicos de la historia del cine. La
lástima es que este repaso se haga a propósito de un triste récord de un
producto en apariencia (no lo he visto y tampoco es plan de tirarse de la moto)
tan lamentable como Jack y su gemela: no hay una película con más Razzies que ésta, ha ganado en todas la
categorías, incluida la del peor actor
secundario para Al Pacino. Recordemos que este despropósito estrenado hace
un par de meses reúne, en un alarde de surrealismo, al insoportable Adam
Sandler (tiene la gracia de un parricidio) con la sosa de Katie Holmes,
Santiago Segura, Johnny Depp y nuestro personaje homenajeado, el mencionado Al
Pacino.
¿No
conocéis a alguien que alguna vez ha confundido a Al Pacino con Robert de Niro? Yo tengo a unos
cuantos y, ciertamente, más para mal que para bien, Al Pacino no es Robert de
Niro, pero se le parece. Por sus
brillantes comienzos cinematográficos y sus últimos estrenos, patéticos y
decadentes (aunque Santa HBO parece haber redimido a Pacino con No conoces a Jack). Ambos son italoamericanos de Nueva York, sesentones
atractivos y buenos actores salvo cuando les da esa irritante vena histriónica;
han sido padre e hijo de apellido Corleone, el mismísimo diablo, han compartido
uno de los planos más esperados por sus 'fanes' en la magnífica Heat y han dirigido sus cositas con
desigual fortuna (gana De Niro de calle sólo con su preciosa historia del
Bronx). Y aunque en este blog seamos talibanes de la versión original, no
podemos pasar por alto que los dos cuentan en España con el mismo doblador, que
se le adjudica a De Niro cuando ambos coinciden (Asesinato justo fue la última y fatal vez) y Pacino se queda como
vaca sin cencerro.
Duele
ver en qué ha derivado (o desvariado) la carrera de Don Alfredo Pacino en los
últimos años cuando se le echa un vistazo a sus gloriosos inicios. El Padrino y su secuela (1972-1974), Sérpico y Tarde
de perros, para empezar a hablar, dos con Coppola y otro par con Lumet,
ambos en estado de gracia. Las dignas A la caza y Autor, autor para seguir
y en el año 83, no conforme con ser un icono gracias a su Michael Corleone, se
convierte en otro, nada menos que el mismísimo Scarface de Brian de
Palma, una película que particularmente me horroriza y considero de las más
sobrevaloradas (al igual que su director) de la historia del cine, pero ahí
está el tío. Menos mal que diez años después de nuevo De Palma (o fue un primo
el que se la hizo, dado lo magnífica que es) le brinda un papelón, este sí,
como Carlito Brigante en Atrapado por su pasado (échate una
traducción libre y patética de un título original cuando puedas...).
Después vendrían, entre otras, el
incomprendido final del personaje que le dio la fama en El Padrino III, el mismo
año que interpretaba a otro gangster de forma cómica en la simpática Dick
Tracy. ¿Y el Oscar? Pues
tras siete nominaciones entre papeles principales y secundarios, le llega por
una de las dos histriónicas interpretaciones por las que era candidato el mismo
año: un personaje con una minusvalía,
tan al gusto de la Academia, el de Esencia
de mujer, una auténtica mediocridad, le ganó a su histérico rol en la
sólida Glengarry Glen Ross. Como
en tantos otros casos (Scorsese, te estoy mirando a ti), Hollywood trataba de paliar una injusticia
de muchos años premiando un trabajo vulgar.
¿Y después qué? La arrolladora Heat, de
1995. ¿Y después? Pues juzguen ustedes:
City
hall, Pactar con el diablo (el histrionismo en estado puro frente a
lo más soso del mundo, Keanu 'uniface' Reeves), Un domingo cualquiera,
las fallidas Insomnio y Simone, La prueba, El
mercader de Venecia y Ocean's
13, entre otras. En medio lo
salvó de nuevo Michael Mann con la estupenda The inside, así como sus
cositas como director: la interesante Looking
for Richard y las inéditas (para la que esto firma) Chinese
coffe y Wilde Salomé.
Ahora abran imdb.com y busquen la filmografía
de Robert de Niro (yo no puedo, me
produce llantos incontrolados e insomnio) o lean el texto que le dedicó en este mismo blog David Sancho. Brillantes
inicios, mediocre final, pero siempre un mito del que esperamos una
resurrección. ¿Y Al Pacino? Pues eso, que se parece... pero no es Robert de
Niro.
Isabella Della Sicilia
Aunque Pacino tiene, por títulos, una filmografía inferior a la De Niro, la verdad es que yo le tengo un cariño especial a muchas de sus pelis y es uno de mis favoritos. Una lástima que su único Oscar se lo diesen por una película tan mediocre.
ResponderEliminarPara nada de acuerdo con lo de Insomnio, a mi me parece un peliculón.
Qué rollasso de 'Insomnio'. Ni me acuerdo
ResponderEliminar