Tyrannosaur
(Reino Unido, 2011).
Dirección
y guión: Paddy Considine.
Intérpretes:
Peter Mullan, Olivia Colman, Eddie Marsan, Ned Dennehy, Sally Carman,
Sian Breckin.
Música
original: Chris Baldwin y Dan Baker.
Fotografía:Erik
Wilson.
Montaje:
Pia Di Ciaula.
Idioma:
Inglés.
Duración:
91 minutos.
Segundas
oportunidades
Paddy
Considine es un tipo con un currículum considerable como actor que
ahora se lanza a la dirección con Redención, película en la
que también se encarga del guión. El resultado es irregular, pero
lo suficientemente interesante como para generar expectativas acerca
de los próximos trabajos de Considine como director y guionista.
La
cosa va de un hombre violento y de buen beber, que un día
conoce a una mujer maltratada de profunda fe. Tras superar las
primeras barreras propias del acercamiento inicial entre dos personas
cargadas de problemas, se establece entre ellos una relación de
apoyo mutuo no exenta de cierta disfuncionalidad.
Cuando
en el Reino Unido se disponen ha realizar el casting para una
película de corte social, parece que les resulta complicado
prescindir de Peter Mullan, el cual aporta siempre su indudable
talento, pero también ayuda a generar una cierta sensación de déjà
vu.
La
película es áspera, dura y con pocas concesiones; pero no es nada
que Ken Loach no haya hecho antes con mejores resultados. Tal vez
sea injusto comparar a un debutante con uno de los pilares del cine
social británico, pero es que cuando uno ve una película de este
corte resulta complicado no pensar en Mi nombre es Joe o
Riff-Raff. Aunque casi veo más similitudes con Neds,
del propio Mullan, también protagonizada por un personaje inocente
dentro de un mundo violento que acaba contagiándose de toda esa
violencia.
Aunque
Considine se muestra crítico y escéptico con respecto al orden de
las cosas, a su vez deja entrever que hay esperanza, pues de lo que
trata esta historia al final es de la posibilidad de redención
(como su propio nombre indica), de la resiliencia de las personas, de
la posibilidad de todo ser humano de encauzar su camino por muy
torcido que estuviese hasta la fecha.
A
la postre, Redención es una película correcta,
más que correcta en muchas ocasiones. Pero también es un
producto ya visto en demasiadas ocasiones, una película que no
aporta demasiado a su género pero a la que hay que agradecerle el
descubrimiento de su prometedor director y guionista.
David
Sancho
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