Intocable

5/10
Intouchables (Francia, 2011).

Dirección y guión: Eric Toledano, Olivier Nakache.

Intérpretes: François Cluzet, Omar Sy, Anne Le Ny, Audrey Fleurot, Clotilde Mollet.

Música original: Ludovico Einaudi.

Fotografía: Mathieu Vadepied.

Montaje: Dorian Rigal-Ansous.

Idioma: Francés.

Duración: 112 minutos.

Imparables

No es sencillo explicar el apabullante éxito de esta película francesa en las pantallas europeas, más aún si tenemos en cuenta los tiempos que vivimos. Que un film modesto y pequeñito como éste arrase en taquilla de tal manera, es algo casi inexplicable. Eric Toledano y Olivier Nakache vuelven a demostrar que el público no siempre es previsible, y que los caminos para llagar a él no siempre son calculables.

Es evidente que una de sus principales armas es el contraste entre dos mundos tan alejados. La enorme diferencia económico-cultural entre ambos personajes alberga una infinidad de momentos cómicos que conectan fácilmente con la audiencia. Un viejo truco que funcionaba hasta en Pretty Woman. Y al fondo, el socorrido mensaje de concordia: todos podemos aprender/enseñar de/a todos.

No queda ahí la cosa. También tenemos contenido social, ya que los protagonistas son un tetrapléjico y un inmigrante. Para ambos, cada cual por sus motivos, la vida resulta aún más complicada de lo que ya es. Otra clave del éxito de Intocable es la desenfadada forma de tratar, especialmente, la parálisis de Philippe. Alejados de todo atisbo de penosa compasión, los autores se decantan por el humor como forma de superar la discapacidad. Y, por supuesto, se evita a toda costa (o se suaviza hasta el extremo) los momentos más duros que sin duda sufrirán los dos.

Ahí está su principal problema. La ligereza y escasa profundidad de una una obra que no aporta nada nuevo al séptimo arte. Pero esas son también sus virtudes, y las explota al máximo. Cuando alguien termina de ver la película, es fácil caer en la trampa de pensar que la vida puede ser un lugar maravilloso. Aunque no puedas mover las extremidades. La excelente química entre Cluzet y Sy, hace el resto del trabajo para conseguir que Intocable se haya convertido en todo un fenómeno.

Manuel Barrero Iglesias