Les
herbes folles (Francia-Italia,
2009).
Dirección:
Alain Resnais.
Intérpretes: Sabine
Azéma, Andre Dussollier, Anne Consigny, Emmanuelle Devos, Mathieu
Almaric.
Guión:
Alain
Resnais, Laurent Herbiet; sobre la novela de Christian Gailly.
Música
original:
Mark Snow.
Fotografía:
Eric Gauiter.
Montaje:
Hervé de Luze.
Idioma:
Francés.
Duración:
104 minutos.
Malas
no, salvajes
Libertad.
No hay mejor palabra para definir el (pen)último trabajo de este
mito viviente llamado Alain Resnais. A estas alturas (casi noventa
años) se ha ganado el derecho a hacer lo que le venga en gana
(aunque nunca haya dejado de hacerlo). Y
bienvenido sea un ejercicio tan audaz y descarado como éste,
donde el director juega continuamente con géneros y códigos.
La
comedia romántica determinada por el azar se va mezclando con una
atípica historia de amor fou, que termina siendo un divertido
disparate.
A Resnais le apetece jugar con unos personajes que parecen actuar por
impulsos, y con el espectador que esté dispuesto a entrar en este
particular mundo.
Un
mundo fotografiado de tal forma que nos remite a ese ambiente de
irónica fábula que sobrevuela todo el metraje. La maestría, tanto
visual como narrativa, de Resnais queda una vez más fuera de toda
duda.
Y es que el director consigue hacer natural lo improbable. Su cine
sigue creciendo salvaje, como esas hierbas del título que brotan
entre el áspero asfalto.
Con
unos estupendos Dussollier y Azéma encabezando un reparto de altura,
nos encontramos ante una pequeña delicia que roza lo surrealista.
Un ejercicio libre que habla sobre el amor, el deseo, o la conquista.
Eso sí, quítenle la pesada trascendencia. Y es que no es bueno
tomarse las cosas demasiado en serio.
Manuel
Barrero Iglesias
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