3/10
Extremely Loud & Incredibly Close (USA, 2011).
Dirección: Stephen Daldry.
Intépretes: Thomas Horn, Tom Hanks, Max von Sydow, Sandra
Bullock, Viola Davis.
Guión:
Eric Roth, sobre la novella de Jonathan Safran Foer.
Música original:
Alexandres Desplat.
Fotografía:
Chris Menges.
Montaje:
Clairse Simpson.
Idioma:
Inglés.
Duración:
129 minutos.
Oportunidad desperdiciada
No es del todo desdeñable el
planteamiento de Tan fuerte, tan cerca.
Buena oportunidad para hablar de la recomposición y la aceptación tras la
tragedia. El propósito es hacerlo a través de la mirada de un niño
excepcional con problemas de adaptación. Y el marco, un hecho tan devastador
como el atentado terrorista del 11 de septiembre. Si se hace de la forma
adecuada, puede ser una experiencia hasta catártica tratar temas como el dolor
por la pérdida, o la superación del trauma.
Tampoco
es que sea particularmente original el viaje emprendido por el niño
protagonista. Sin ir más lejos, La invención
de Hugo también tenía huérfano aferrado a un objeto con la esperanza de que
le mostrara un último mensaje del padre desaparecido. Esa obsesión por mantener
vivo al que ya no está, hasta que el trayecto acaba con la decepción de no
encontrar lo buscado. Lo de siempre, a la madurez se llega por el viaje en sí
mismo, no por la meta alcanzada.
Uno de los principales
errores del film es tratar de entroncar el presente con un pasado lejano,
despreciando así el carácter de pequeño drama íntimo.
Ese anciano que encarna Max von Sydow es un personaje con poca entidad,
errático, y mal cerrado. La relación con
la Segunda Guerra Mundial queda metida con calzador.
Aún más discutibles son los
otros dos planos temporales en los que se desarrolla la acción.
Los flash-back que muestran la felicidad familiar inciden de forma reiterada en
la idílica complicidad paterno-filial. Hasta tal punto machacona, que se vuelve
risible. Momentos que pretenden ser entrañables, y dan vergüenza ajena. Me
pregunto por qué nadie advirtió a Tom Hanks de la ridiculez de ese movimiento
de hombros.
El colmo de la manipulación sentimental
llega con la reconstrucción del fatídico día, sirviéndose de sucias tretas que
buscan con descaro la lágrima fácil. Tampoco con el personaje
materno juega limpio Daldry, del que se sirve para ‘regalarnos’ otro engaño
emocional.
Ya sabemos lo complicado que
es hacer un film sobre temas tan delicados. Hacerlo de esta forma tan poco
sutil y tan desesperada por ‘emocionar’, no era la mejor opción.
Manuel Barrero Iglesias
No se porqué pero tengo ganas de verla, sabiendo que la voy a detestar, quiero verla para ponerla verde con conocimiento de causa.
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