Sin
duda estamos ante uno de los directores más irregulares de la
historia del cine. Un tipo capaz de lo mejor y de lo peor… bueno,
de lo mejor tampoco, pero tiene películas notables. Bizarro como
pocos, le cuesta encontrar su estilo. O tal vez ha establecido en esa
falta de criterio a la hora de elegir proyectos y llevarlos a cabo, su sello de identidad.
Director
que tuvo su época dorada en los ochenta y principios de los noventa, con películas de relativa calidad y considerable éxito de público.
Línea mortal, Jóvenes ocultos (tal vez mi favorita de esa época),
Elegir un amor, Un día de furia, El cliente o Tiempo de matar, le
convirtieron en un director considerado como solvente, no un
artesano; pero si un tipo capaz de sacar partido a guiones de calidad
cuestionable.
A
mediados de los noventa le llegó su gran oportunidad, dirigiendo la
tercera parte de las aventuras de Batman. El listón dejado por
Burton estaba bastante alto y la expectación ante una nueva entrega
era elevada. El primer problema llegó con el cambio de protagonista.
Michael Keaton, cuestionado al principio, ya se había convertido en
Batman en el imaginario colectivo y la decisión de reemplazarlo por
Val Kilmer no surtió el efecto deseado. En Batman forever, título
de esta tercera entrega, además se añadió el personaje de Robin,
posiblemente el más odiado y anodino de la franquicia (interpretado
por Chris O’Donnell). Acompañando a ambos, se contó
con un buen puñado de rostros conocidos para que nada pudiese
fallar, pero ni la presencia de Nicole Kidman, Tommy Lee Jones, Drew
Barrymore y Jim Carrey puedo hacer que el proyecto se convirtiese en
un éxito. Las críticas fueron tibias tirando a malas aunque en
taquilla funcionó bastante bien.
Gracias
al éxito comercial de la cinta, Warner volvió a contar con
Schumacher para la cuarta entrega de la saga, llamada Batman y Robin. Hubo cambio de Batman,
con George Clooney substituyendo a Val Kilmer y se añadió a Batgirl
al elenco de personajes, interpretada por Alicia Silverstone, además
de contar con Arnold Schwarzenegger y Uma Thurman para aumentar el
caché de la película. Nada de eso consiguió salvar a Schumacher
esta vez. La recaudación de la película fue mediocre, poco más de
200 millones de dólares, y la críticas fueron salvajes. Yo
personalmente la considero como una de las peores películas de todos
los tiempos.
Tras
un par de traspiés más, Schumacher resurgió de sus cenizas con dos
películas de cierto nivel -yo las disfruté las dos como un enano- que le hicieron recuperar algo de su status perdido. Última llamada
y Tigerland, dos películas con menos medios, con menos artificios y
mucho más efectivas que cualquiera de sus películas anteriores.
Pero
nada dura para siempre y el director volvió por sus derroteros
rápidamente. A películas mediocres como El fantasma de la ópera y
El número 23, le siguieron desastres absolutos como La masacre de
Town Creek, Twelve y, la recentísima, Bajo amenaza.
Parece
que a Schumacher le queda cuerda para rato y que tras un puñado de
obras menores y películas de difícil visionado, ahora le debe de
tocar hacer algo decente, no genial, pero por lo menos algo por lo
que merezca la pena pagar una entrada. Lo cual, con el precio que
tiene ahora mismo el cine, ya es mucho.
David Sancho
Yo creo que lo mejor que ha hecho en su vida es ser diseñador de vestuario de dos películas de Woody Allen ("El dormilón" e "Interiores"). Con eso lo digo todo.
ResponderEliminarEso sí, me faltan ver unas cuantas...
Me he dado cuenta que yo le he visto unas cuantas, demasiadas, diría yo. A mí me viene a la cabeza la palabra mediocre cuando lo oigo nombrar... No tiene nada reseñable en mi opinión (creo que Un día de furia, considerado de lo mejorcito de él está sobrevaloradísima) y ha hecho cada mierda que tira patrás... Las dos de Batman son un buen ejemplo, es que ni a mi divino Clooney lo puedo salvar...
ResponderEliminarSí, muchísima mediocridad hay en su filmografía, pero Última llamada, Tigerland y Jóvenes ocultos me parecen películas notables.
ResponderEliminarEsas tres no las he visto. Sobre todo, "Jóvenes ocultos", tengo ganas. De lo que he visto dirigido por él, lo que más me gusta es "Veronica Guerin", y tampoco es que me entusiasmara.
ResponderEliminarPuff, igual me pegais pero casi que me quedo con Línea mortal... por cierto, no sabía que Elegir un amor era de él... y yo la sufrí en el cine... vaya paste de mierda, madre mía de mi alma. Por cierto, qué ha sido de Campbell Scott? Qué guapísimo que era...
ResponderEliminarCampbell Scott ahora está en una serie médica bastante mediocre que se llama Royal pains.
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